Hoy comienza el 2020

En realidad, el 2020 comienza hoy. Al de verdad, me refiero. Al auténtico y real año dos-mil-veinte, que a la RAE le sale sarpullido cuando nos escucha decir el acomodaticio y facilón ‘veinte, veinte’. No quiero imaginar lo que habrán pensado los académicos al escuchar a Brad Pitt llamar ‘Eledecé’ a su compañero Leonardo DiCaprio cuando recogió su flamante y merecido Globo de Oro.

¿Es el lenguaje cada vez más reduccionista, abusando de los acrónimos y de las iniciales? Por no hablar de los emojis, palabra del año para la Fundéu. Será por eso que al cabeza visible de Vox en el Ayuntamiento de Granada, el alcalde le llame cariñosamente por el nombre de una compañía de telefonía móvil.

Decíamos que el 2020 empieza hoy, en realidad. Hoy es el primer día auténticamente laborable del año para miles de trabajadores y, además, hoy deberíamos tener gobierno. Si no se produce ningún bochornoso tamayazo, claro.

Pensar en todo un año sin elecciones se me antoja extraño. Sin campañas ni debates electorales. Sin promesas más falsas que la falsa moneda. ¿Sin mociones de censura? Eso todavía estar por ver. Comienza un nuevo ejercicio que se prevé tenso y complicado, a todos los niveles, con Trump agitando el avispero de Oriente Medio y Pedro Sánchez convertido en el presidente surgido de la fantástica imaginación de Mary Shelley, según los comentaristas más aficionados al gótico tremendista.

En Andalucía, el gobierno del ¿cambio? cumple un año en San Telmo, estrena sus propios presupuestos y empieza a no valerle el mantra de la herencia recibida. El pifostio de la Sanidad resulta cada día más inmanejable y en Educación también hay marejada tendiendo a fuerte marejada.

Y nos queda Granada, donde el doble fiasco de las campanadas, las de la Plaza del Carmen y las de la Torre de la Vela, no son el mejor augurio. Los optimistas dirán que, desde entonces, todo ha ido bien, al margen de algunos  rocambolescos atracos y varios empotramientos de coches. Que lo mejor de los malos comienzos es que la cosa sólo puede remontar. Toquemos madera.

Jesús Lens