May R. Ayamonte remata su trilogía de Jimena Cruz

El mismo día y a la misma hora. El primer sábado de la Feria del Libro en horario de tarde-noche, en la carpa central que felizmente patrocina Caja Rural. Y de nuevo, lleno hasta la bandera, a pesar de la lluvia torrencial que caía. Presentación de la nueva novela de May R. Ayamonte.

Se titula ‘Los hijos malditos’, la publica Contraluz y es el cierre de la trilogía protagonizada por la periodista e investigadora Jimena Cruz.

Las niñas salvajes.

Las aguas sagradas.

Los hijos malditos.

Si los tres títulos que conforman la mencionada trilogía no desembocan en un haiku, poco les falta. Hay un mensaje, ahí, más o menos (o)culto. “Todo está más que pensado”, dijo May en la presentación. Pero no quiso explicar nada más. No hay nada dejado al azar, pero sí mucho misterio. Y belleza. 

A estas alturas es difícil que usted no haya leído a May R. Ayamonte. Es una de las nuestras, autora esencial del noir español más rabiosamente contemporáneo. Y moderno, también. Presencia habitual en los festivales literarios dedicados al policial más prestigiosos de España y, el año pasado, la autora más vendida en nuestra Feria. Autora en un sentido totalizador del concepto: nadie vendió más que ella, fuera hombre o mujer, veterano o joven, novelista o poeta. May fue lo más y este año, ya lo verán ustedes, ahí andará. 

Pero hablemos de ‘Los hijos malditos’, de nuevo protagonizada por Jimena Cruz, una periodista e investigadora con tanto olfato para dar con buenas noticias —en el sentido de grandes— como sentido de la oportunidad. Decía Paul Auster que las cosas les suceden a quienes saben contarlas. ¡Y a quiénes tienen la capacidad de investigarlas!, podríamos redondear. 

No les voy a contar apenas nada de la trama, como tantas otras veces. Todo comienza en la Carrera del Darro, durante la salida de la procesión del Silencio. Estamos en uno de los días grandes de la Semana Santa granadina y Jimena, aunque no sea su plan favorito, ha acompañado a su hermana Carmina y a su sobrino a disfrutar de la especial mística de ese paso. Unos gritos desgarradores romperán el respetuoso silencio imperante: ha aparecido una mujer colgada en la fachada de la iglesia de San Pedro y San Pablo. A partir de ahí, el caos.

Jimena Cruz, les pongo en situación, es una periodista de investigación que desempeñó un papel esencial en la captura de un asesino y que, posteriormente, se convirtió en colaboradora externa de la Policía. De personalidad compleja y conflictiva, la conocimos convertida en una bomba de relojería: alcoholizada, fumadora compulsiva y adicta a un sexo a través del que reafirmar su personalidad. Después se puso en tratamiento, hizo terapia y consiguió domeñar sus demonios. ¿Pero está preparada para volver a involucrarse en una investigación tan exigente como la que se le plantea de nuevo? Porque un extraño manifiesto subido a la Red advierte: la Alhambra será destruida. 

Además, Jimena sigue buscando a su verdadera familia, que es una niña robada y no se resigna a no conocer sus raíces. Y por si fuera poco, un hombre de lo más atractivo y sugerente hace su aparición en escena… Con estas mimbres, May R. Ayamonte nos vuelve a sumergir en una narración trepidante con la ciudad de Granada y su patrimonio histórico-artístico como escenario central y nuestra querida Alpujarra como parte esencial de la historia. ¡No se la pierdan!        

Jesús Lens