Petit París en Granada

El comisario Polo ha vuelto. Es más que probable que ustedes le descubrieran en ‘Gran Granada’, título de una extraordinaria novela de Justo Navarro… parafraseada por el PP local como leit motiv de su campaña electoral.

Pero no, tranquilos. En la ‘Gran Granada’ de Navarro no hay escaleras mecánicas para subir a la Alhambra ni imposibles túneles kilométricos. ‘Gran Granada’ es una novela magnífica, como les decía, protagonizada por un personaje inolvidable y de la que escribí en IDEAL hace unos años, AQUÍ. Tanto, que Justo Navarro lo vuelve a utilizar en su novela más reciente: ‘Petit Paris’, igualmente publicada en la prestigiosa editorial Anagrama.

En ‘Gran Granada’, que arrancaba en 1963, el comisario Polo ya era mayor. Un venerable anciano, casi. Pero seguía tan lúcido que no se le escapaba nada de lo ocurría en la ciudad.

En ‘Petit Paris’ le encontramos más joven. Veinte años, nada menos. Porque Justo Navarro ha escrito una sorprendente segunda parte de ‘Gran Granada’ que nos conduce al París ocupado por los nazis, en 1943, cuando las cosas han empezado a derrumbarse en el frente ruso y los aliados ya dominan el norte de África.

En aquel tiempo, París no era una fiesta, pero sí resultaba ser un lugar extraordinariamente interesante en el que proliferaban soldados, espías, diplomáticos y buscavidas de toda laya, origen y condición. Por ejemplo, un pícaro que huyó de Granada con nocturnidad y alevosía, llevándose consigo una importante cantidad de oro, el peor delito imaginable en una España que todavía de desangraba por las heridas de la Guerra Civil.

Resulta emocionante sentarse con el comisario Polo en el acogedor Café-Lechería Bib-Rambla y, a los pocos días, descubrir de su mano recónditos bistrós parisinos y excitantes clubes de alterne. Porque Polo ha de localizar al esquivo buscavidas fugado. Y restituir a su dueño el oro robado. Sin hacer ruido, además. (Aquí escribí hace unas semanas sobre los escenarios de la Granada más Noir)

¿Cómo se le ocurriría a Justo Navarro una historia tan interesante? ¿De dónde le surgió la idea para el comisario Polo? ¿Tenía prevista ya ‘Petit Paris’ cuando escribía ‘Gran Granada’? ¿Era, al menos, una posibilidad?

Gracias al Centro Andaluz de las Letras, esta tarde tendremos la respuesta a esa y a otras muchas preguntas. Estaremos con Justo Navarro en la Biblioteca de Andalucía y la pasaremos mejor que bien.

Jesús Lens