Salir mejores

Con gente así salimos mejores por la sencilla razón de que, gracias a ella, el mundo, nuestro mundo, siguió y sigue girando. A pesar de todos los pesares y con todas las dificultades.

Francisco Estévez ‘Monini’ Foto: Javier Martín

Estos días, Facebook me muestra los recuerdos de hace un año. Ya saben ustedes lo que significa eso, que tengo grabada a fuego la portada de aquel IDEAL con el titular “Ya es pandemia”. A continuación, el Estado de Alarma, terror en el supermercado, horror en el ultramarinos y, por fin, el confinamiento. El primero. El duro. Aquel confinamiento decretado cuando apenas sabíamos nada. De nada. No sabíamos, por ejemplo, cómo nos iba a cambiar la vida y la de cosas que estaban por venir… ¿para quedarse?

Escribo esto a la espera de leer, como ustedes, el periódico de hoy y el Especial en el que han trabajado los compañeros estas últimas semanas. Ya habrá tiempo para el análisis y la reflexión. Sin embargo, y volviendo al comienzo de esta columna, no quiero dejar pasar un día más sin reconocer el trabajo de esa gente realmente imprescindible que, con su compromiso, profesionalidad y valentía, hizo que nuestra vida, aun confinada, siguiera adelante.

El Día de Andalucía le dedicamos un sentido homenaje en otro Especial: Andaluces Esenciales. A mí me tocó hablar con Francisco Estévez, el popular Monini de la lonja de Motril, un mayorista de pescado que contribuyó al abastecimiento diario de las pescaderías granadinas. Y con Samara, responsable de prensa del Clínico; con dos José Manuel, el conductor de la Rober y el empresario; y con Javier, del 112.

Samara García Guerrero. Foto: Ramón L. Pérez

Fuera del foco mediático, con su trabajo diario, contribuyeron a que nuestra vida fuera mejor. Preparando ese Especial me reencontré con otro yo: el que, durante marzo y abril de 2020 salía a la calle, salvoconducto en mano, para hablar con los profesionales que se jugaban la vida todos los días para mantener abiertos los negocios considerados esenciales. (AQUÍ está toda aquella serie, que terminó precisamente con ESTA última entrega: Compromiso y responsabilidad).

Profesionales, la mayoría sin protección alguna, que vencían el miedo y abrían sus quioscos de prensa, carnicerías, fruterías, papelerías, panaderías, gasolineras, farmacias, asaderos, sucursales bancarias o supermercados.

Un año después, conviene recordar todo aquello. Ahora que parece que tanta gente le ha perdido el miedo al virus, convertido más en una molestia que en una amenaza, hay que reivindicar a estos otros héroes de la pandemia. Porque ellos, sin alardes ni alharacas, son la mejor prueba de que podemos salir mejores y más fuertes.

Jesús Lens

Espejito, espejito malagueño

Les confieso que, cuando me llega el salvoconducto para salir de Granada e ir a ciudades como Barcelona o Málaga a trabajar, tengo tentaciones de imprimirlo y, allá donde me han contratado para hablar de cine, música y género negro, pedir que me lo firmen. Que me lo firmen en plan fan. Que me lo firmen como objeto de colección. Que me lo firmen los Carlos Zanón o Marta Robles que organizan las charlas. Que me lo firmen los compañeros con los que comparto escenario. Que me lo firmen como me firman sus libros y sus discos mis escritores y músicos favoritos. Que me lo firmen con una dedicatoria.

Con Fernando Marías y Marta Robles, en La Malagueta

Luego recuerdo que soy un señor mayor de cincuenta años y se me pasan esas veleidades. Tampoco quiero que me tomen por loco. Pero no me digan que, como fetiche, no tendría su gracia.

Málaga. Hacía tiempo que no la pisaba, claro. Hubo una época en que iba a Málaga para ir al cine. Cogía el autobús a primera hora, pasaba por alguno de sus museos por la mañana, comía temprano y me metía en el Albéniz a ver un par de películas en VOS antes de volver a Granada por la noche.

Málaga, la Blancanieves cultural a la que Granada envidia como la Madrastra del cuento, harta de mirarse en el espejo de la Alhambra, convencida de ser la más guapa, la más bonita, la más hermosa… y en la que mejor se tapea.

Fui a Málaga el pasado martes en viaje relámpago, como les decía, a participar en los encuentros de Ruedo Ibérico, un ciclo de conferencias que propiciará más de 20 actividades culturales entre marzo y abril en el nuevo Centro Cultural La Malagueta, impulsado por la Diputación malacitana y situado en los bajos de la Plaza de Toros que, además, cuenta con una sensacional sala de exposiciones. Una inversión de varios millones de euros para darle contenido cultural estable a un espacio tan céntrico y reconocible .

Sala de Exposiciones en La Malagueta

En Granada, allá por 2017, se presentó un proyecto llamado Cultura en la Arena. ¿Han oído hablar de él? Básicamente estaba orientado a organizar visitas turísticas a la Monumental de Frascuelo y conciertos en el coso taurino. El último post de su página de Facebook data de enero de 2018, su web tiene pinta de haber sido hackeada y en el teléfono de contacto no pueden aportar información alguna al no corresponder ya a la concesionaria. ¡Espejito, espejito!

Jesús Lens

La mariposa naranja

El aleteo de una mariposa naranja en Murcia puede provocar un tsunami electoral en diferentes comunidades de España. A estas alturas ya estarán ustedes al cabo de la calle de todo lo que ha provocado el anuncio de la moción de censura promovida por PSOE y Cs en la Región. Si es así, enhorabuena. Porque en el momento de escribir estas notas me acuerdo de Groucho Marx cuando decía: “Incluso un niño de cinco años podría entenderlo” y, acto seguido apostillaba: “¡Que me traigan a un niño de cinco años!”.

Tras el anuncio de lo de Murcia y la inmediata amenaza del vicepresidente naranja de la Comunidad de Madrid a Díaz Ayuso, esta decidió cortar por lo sano y convocar elecciones anticipadas. Acto seguido, Errejón y Gabilondo interponían sus propias mociones de censura. ¿O fue antes? ¿O fue justo a la vez? Mientras, en Andalucía, Vox también pedía el adelanto electoral.

Esto es lo que se sabía —o se creía saber— en el momento de escribir estas líneas. Todo lo que haya pasado —o dejado de pasar— a continuación es un arcano indescifrable para mí. Ganas me dan de hacerme un ‘Gambito de dama’, echarme alguna sustancia psicotrópica al coleto y tumbarme bocarriba en la cama, mirando al techo, para tratar de vislumbrar los siguientes movimientos y jugadas de una partida endiablada.

Que a Teodoro García Egea, secretario general del PP y diputado por Murcia, se le haya abierto este frente en su comunidad habrá hecho las delicias de Sebastián Pérez, muy crítico con esa ‘efebocracia’ que, según denunció en sus redes, rige los destinos del PP en los últimos años.

¿Cómo afectará este girigay al tándem Moreno Bonilla & Juan Marín en el gobierno de Andalucía? Ellos dicen que están bien. Que su idilio continúa. Veremos. ¿Y en el PSOE? ¿Beneficia todo esto a los susanistas o a sus críticos, más o menos (des)tapados? ¿Y en Granada? ¿Tendrá algún efecto en el Ayuntamiento, en el hipotético 2+2 o, incluso, en el fantasmagórico 2+1+1?

El aleteo de la mariposa murciana es el pistoletazo de salida para la carrera de Arrimadas y los restos de Ciudadanos. Lo que está por ver es si el final de esa carrera les permite consolidar una posición de centro moderada, liberal e influyente o si, en realidad, se trataba de alcanzar a Rosa Díez y, emulando a su mítico UPyD, extinguirse con un silencio más o menos estruendoso.

Jesús Lens

Más de ir que de volver

No me las prometo del todo felices, que los contagios han tocado suelo en Granada y, en estado mesetario, pueden volver a dispararse en cualquier momento. Sin embargo y durante unos días, he tenido sensaciones parecidas a las de antaño, como si parte de mi vida anterior, en suspenso durante tanto tiempo, se empeñara en emular a las golondrinas, oscuras y primaverales.

Volví a tener dos reuniones presenciales para tramar cosas, preparando la tercera edición de Gravite. Ambas en mesa de bar, en terraza exterior. La primera, compartiendo tés y cafés. La segunda, con unas cervezas que se alargaron hasta las seis de la tarde, hora de cierre de la hostelería. Y es que la zona de gastrobar del María de la O es un espacio idóneo para dejarse llevar. Charla fluida y abundante. Complicidad, planes, proyectos, ideas…

Las croquetas de carabinero de María de la O

Volví al baloncesto y, aunque éramos pocos y apenas hacíamos ruido, los quinientos aficionados que regresamos al Palacio de los Deportes gozamos como nunca con las evoluciones de los jugadores en la pista. No me importó perder el la prórroga y de forma inclemente. La clave era volver a ver deporte en vivo y en directo, sentir la energía de la competición en directo.

Volví a disfrutar de unas jornadas gastronómicas, también, con todas las medidas de seguridad y en un ambiente que me hizo sentir confortable y a gusto, libre de agobios y preocupaciones durante unas horas.

Pastela moruna de El Coso

Siempre he sido una persona más de ir que de volver. Me gusta descubrir sitios nuevos, conocer a gente diferente, probar otros lugares, sabores, sonidos y sensaciones. Cuando me planteaban volver a… lo que sea o a donde sea, hacía por cambiar la proposición y convertirla en algo novedoso y singular.

En ese sentido, era muy de Félix Grande, cuando escribía “Donde fuiste feliz alguna vez / no debieras volver jamás: el tiempo / habrá hecho sus destrozos, levantando / su muro fronterizo / contra el que la ilusión chocará estupefacta”.

Ahora, sin embargo, he transmutado en fervoroso defensor de la tesis de que segundas partes pueden ser buenas, como ya demostró Coppola, y disfruto de cada resquicio de la pujante nueva/vieja normalidad, por ínfimo que sea, como si fuera un tesoro.

Son sensaciones vagamente parecidas a las de la primera desescalada, pero nos encuentran más resabiados, más enseñados, por lo que espero que las medidas que se adopten en las próximas semanas sean lo más cautelosas y conservadoras posibles.

Jesús Lens

Protagonismo femenino en el noir español contemporáneo

Marcela Pieldelobo sería la mayor de las tres protagonistas de las que hablaremos hoy. La más veterana. La que más muescas trae en su revólver y más cicatrices en la piel. Y tatuajes, posiblemente. Se trata de una inspectora de la Policía Nacional que trabaja en Navarra y se ve enfrentada a un caso que corre el riesgo de desestabilizarla. Y eso que hablamos de una mujer dura y correosa. Arisca, incluso. Ferozmente individualista y celosa de su vida personal. Pero la desaparición de una mujer que dejó abandonado a un bebé tras una extraña persecución le afecta de una manera muy especial.

Pieldelobo es uno de esos nombres llamados a hacerse un hueco en la parte más negro-criminal de nuestro corazoncito lector. Un personajazo cargado de contradicciones y aristas al que le tomamos cariño desde su primera aparición… en un cementerio. Porque la conoceremos enterrando a su madre, nada más y nada menos. A partir de ahí, una trama con vueltas y revueltas en la que la tenue línea que separa a los buenos de los malos, incluso de los muy malos; resulta tan borrosa como apasionante.

‘Bajo la piel’, recién publicada por Harper Collins, es la mejor novela de la periodista y novelista Susana Rodríguez Lezaun hasta la fecha. Y como ahora se ha puesto tan de moda decir, espero que Pieldelobo sea de los personajes que hayan venido para quedarse.

Leire Castelló, por su parte, es la protagonista de ‘Regeneración’, de José Sanclemente, una nueva novela policíaca con los medios de comunicación como parte esencial de su trama, recién publicada por Roca Editorial. Porque Leire es periodista. De las buenas. Periodista de raza, que le dicen. Acaba de cambiar Barcelona por Madrid tras su fichaje por el periódico Liberación, a petición expresa de su nueva directora, empeñada en insuflarle aires nuevos al diario.

“La mejor novela negra sobre las cloacas del poder y el periodismo”, escribe Ignacio Escolar en la portada del libro. Y no va desencaminado, que Sanclemente conoce como nadie los entresijos del mundillo, desde la óptica profesional y desde la empresarial: economista y periodista, ha ocupado importantes puestos de dirección en grupos de comunicación como Grupo Zeta. Fundó el diario ADN y es asesor de empresas dedicadas al periodismo. Además de su labor como consejero, también preside Imagina Media y el Diario de Prensa Digital y es miembro del comité asesor del grupo La Información.

No les cuento nada sobre la trama de ‘Regeneración’, pero pocas novelas pueden hilvanar de una manera tan fina la actualidad y la literatura, convirtiendo los titulares de los periódicos en material narrativo de alto voltaje. Y sí. La pugna entre los periódicos de papel y los digitales está ahí.

Anne, por su parte, está al comienzo de su carrera profesional, pero alberga tantas dudas que decide hacer un alto en el camino y se marcha a pasar el verano a la vieja casona familiar. La aparición de unos huesos en el jardín, sin embargo, cambiará todos sus planes.

El reencuentro con las amistades del pasado es parte importante de ‘La música de los huesos’, una historia publicada por Ediciones B que transcurre en dos épocas diferentes. La autora, Nagore Suárez, periodista y profesional de la publicidad, nacida en 1994 y autora de un famoso hilo de Twitter premiado por Ámbito Cultural El Corte Inglés; escribe una novela policiaca millenial en la que el Instagram, los festivales de música y la kombucha son parte natural de un decorado poco habitual en el género negro. Una lectura ágil y rápida que nos enfrenta a la novela del futuro que ya está aquí.

Jesús Lens