Bocados originales y especiados de India

Muglia, uno de los restaurantes pioneros en abrir la gastronomía granadina a otros sabores del mundo, nos invita a descubrir la India más sabrosa

El Punjab es un área del norte de India cuya toponimia tiene origen persa y significa Cinco Ríos. A comienzos de los años 90 del pasado siglo, un joven indio, amante de la historia antigua, viajaba por el mundo. En 1991 recaló en Granada, donde se enamoró de la Alhambra y del constante rumor del agua. Y tomó una decisión: quedarse en nuestra ciudad y abrir el primer restaurante de comida india en la historia de la capital nazarí.

Así nació Muglia, pionero y veterano restaurante en el noble e imprescindible arte de hacernos viajar por el mundo a través de los sabores, concentrando la esencia gustativa de la gastronomía india en su recién ampliado restaurante de Casillas del Prat, templo imprescindible para los amantes del curry… y de las más de veinte especias con las que el equipo de Mirza lleva casi tres décadas preparando la cocina tradicional de su pueblo.

Una cocina que comienza por el popularísimo, exquisito y casi venerado Pollo tikka masala, primera y obligatoria parada para adentrarse en el intenso mundo de aromas y sabores de la gastronomía india. Tal y como nos explica Mirza, “gusta a todo el mundo por su suavidad. Se trata de un plato preparado con una base de curry, anacardos, nata y frutos secos, que puede picar… o no. A gusto del comensal. Ideal para empezar a conocer nuestra cocina”.

No fueron fáciles los inicios de Muglia en Granada, que la gente era poco receptiva a tanto exotismo. Pero Mirza fue venciendo reticencias a través de una herramienta imprescindible: la palabra. Pasó muchos años hablando con los clientes, explicándoles los fundamentos de la gastronomía de su país, contándoles qué es el curry y aimándoles a probar exquisiteces como sus diferentes panes, que los hay rellenos de queso, de ajo o el sorprendente pan de coco, almendras y pasas.

“Con el paso de los años hemos fidelizado a una clientela granadina que se ha convertido en asidua a Muglia y, además, atraemos a mucho visitantes internacionales que, durante su paso por la ciudad, no dudan en ponerse en nuestras manos”.

Además del tikka masala, para hacerse una idea de los sabores de un país tan grande como el coloso asiático, es necesario probar otro clásico de Muglia: el Pollo al curry. Sobre todo porque lo preparan con un curry único en el mundo, una mezcla de especias que solo es posible degustar en Granada. Igualmente imprescindible es el Pollo korma, con almendra y leche de coco y, cambiando de carne, el cordero es otra de las joyas de la gastronomía asiática. Mirza nos recomienda dos variedades, el Puna y el Madrás, que combina el picante y las especias con el dulzor de la leche de coco.

Le preguntamos a Mirza a bocajarro: ¿Por qué, el picante? “India es un país muy caluroso y ya se sabe que el calor mata al calor”, dice entre carcajadas. Y no le falta razón. Porque la comida picante, refresca. Suena a paradoja, pero es así: al comer picante, sudamos. Y el sudor es el recurso que utiliza el cuerpo para refrigerarse. Por tanto, una vez pasado el primer impacto en papilas gustativas y paladar, la sensación térmica del cuerpo desciende y el comensal sentirá un reconfortante frescor.

Eso sí, por mucha agua o cerveza que se beba -en Muglia recomiendan la Cobra, original de India; y nuestra querida Alhambra- la sensación de picor no desaparece fácilmente. Mejor tomar un buen batido natural de la extensa carta del restaurante, como los de plátano o mango, por ejemplo. Y para los amantes del mundo vegetal, una recomendación especial: las sensacionales Espinacas con queso. Y el Arroz basmati, por supuesto, complemento obligatorio de cualquier comida india que se precie.

Nos dice Mirza que, en los últimos diez años, ha percibido una mayor cultura y curiosidad gastronómica en la sociedad granadina, más abierta de mente y con ganas de probar sabores diferentes. La carta de Muglia, eso sí, solo ofrece cocina tradicional de la India, sin mestizajes, mixturas ni probaturas. Y es que su recetario es tan amplio y variado que uno puede volver y volver al restaurante sin necesidad de repetir platos. A ello ayuda que sus propuestas gastronómicas incluyan más de veinte especias distintas, como dijimos antes: cúrcuma, cardamomo verde y cardamomo negro, canela, comino y un largo etcétera.

Como postre, Mirza recomienda los batidos, de los que hablamos antes, o su amplia selección de helados, con el pistacho y el mango a la cabeza.

Anímense a visitar el restaurante Muglia y no tengan empacho en preguntar y dejarse aconsejar por Lía, la hija de Mirza, que la segunda generación de los Asghar viene pisando fuerte.

Dirección: C/ Casillas del Prat, 6. Granada Tfno. Reservas: 958 264 828. Jefe de cocina: Sara Asghar. Jefe de sala: Mirza Asghar. Estilo de cocina: India tradicional Precio medio: 15/20 euros. Menú del día: No. Imprescindible: Pollo Tika Massala. Capacidad: 130 comensales. Cierra: No. Cerveza: Cobra y Alhambra. Wifi: Sí. Aparcamiento: Calles adyacentes y párking público.

Jesús Lens

Droga de hoy y de siempre

Espectacular la noticia sobre la detención de una banda de traficantes de droga que operaban desde Granada a través de las últimas y más modernas tecnologías. El titular ya es suficientemente elocuente: “Desmantelan una organización que fabricaba en Granada nuevas drogas e intervienen 4,5 millones en criptomonedas”.

Y es que, no sé yo en otras materias, pero en esto de las drogas, la provincia de Granada es digna de estudio, análisis y atención. ¿Leyeron ustedes el extraordinario reportaje de María Victoria Cobo sobre el negocio de la marihuana en Granada del pasado domingo? Si no hicieron, recupérenlo AQUÍ. Se trata de un sensacional ejemplo de periodismo de investigación a través del que la reportera de IDEAL cuenta, de primera mano y a partir de las fuentes más fiables, cómo funciona la industria del cannabis, desde las plantaciones clandestinas a su recolección, envasado, venta y distribución.

No dejen pasar una excepcional pieza periodística llamada a ganar premios y distinciones y que, a buen seguro, ya está siendo objeto de análisis y estudio por parte de diferentes estamentos. Empezando por Pablo Iglesias, que propone legalizar la marihuana para fines recreativos y convertir a España en una referencia exportadora de cannabis, lo que permitiría a nuestro país obtener ingresos para financiar servicios públicos como la sanidad. ¡Menudo vuelco sería, para la economía granadina, una decisión de semejante calibre!

Pero no solo del tradicional cultivo de marihuana viven las mafias de la droga en Granada. Con los pies fuertemente asentados en la historia y en la milenaria tradición del cultivo de cannabis, el tráfico de drogas evoluciona y se proyecta hacia el futuro en nuestra tierra: 112 kilos de más de 100 tipos de distintos de nuevas sustancias psicoactivas incautados en laboratorios de Granada y Valencia. ¡Y 800.000 dosis de LSD, un récord en la historia policial de la Unión Europea! Drogas de diseño pagadas con esas nuevas e inasibles criptomonedas: bitcoins, iota y lumen. Lo más cool en medios de pago cibernéticos, sin duda.

Siempre quejándonos, unas veces de que Granada abandona sus raíces y, en otras ocasiones, de que no evoluciona y está estancada. En la cuestión de la droga, sin embargo, Granada resulta ser un referente. Lástima que estas dosis de osadía y emprendimiento estén focalizadas en actividades ilegales y delictivas, y no en fórmulas de negocio lícitas… y fiscalizables.

Jesús Lens