Gastroletras con Washington Irving

Hace unos días participé en unas jornadas bautizadas como Gastroletras, con Washington Irving como protagonista. 

Así lo conté en el suplemento Gourmet de IDEAL, donde nos encontraremos todos los viernes, si ustedes gustan. Porque mola mucho más leerlo en papel y disfrutar de las fotos de Ramón L. Pérez, no de éstas mías.

A modo de aperitivo, el Menú Literario homenaje a Washington Irving arrancó con una copa de espumoso, bien frío, acompañada de una vibrante lección de Javier Villoria, Decano de la Facultad de Ciencias de la Educación, sobre la vida y la obra de un diplomático, periodista, hombre de negocios, viajero y escritor que fue más, mucho más que el autor de los “Cuentos de la Alhambra”.

Una lección que sirvió para enmarcar una velada a caballo entre lo gastronómico y lo literario, iniciativa puesta en marcha por el hotel Washington Irving que, enclavado en la mismísima ciudad de la Alhambra, seguirá impulsando diferentes maridajes creativos que combinen la música y la literatura con la gastronomía.

Tras conocer mucho mejor quién fue Washington Irving y su papel fundacional, por ejemplo, en la narrativa de viajes europea y norteamericana; el hotel que lleva su nombre ofreció un menú especialmente diseñado en su honor.

El primer plato, a modo de entrante, consistió en un exquisito maridaje de Huevo a baja temperatura sobre cremoso de coliflor, espárragos y caviar y una Alhambra Roja muy fría, idónea para una exquisitez bautizada como “La Casa del Gallo de Viento” en recuerdo de aquel palacio de la hermosa Granada, digno de elogio y cuyo “talismán da vueltas según las vicisitudes del tiempo hasta que sea azotado por un infortunio que destruirá el palacio y a su dueño”, tal y como predijo Irving en uno de sus célebres cuentos.

El homenaje gastro-letraherido continuó con el plato llamado “Leyenda de las tres hermosas princesas”, materializado como taquitos de esturión sobre alboronía, remolacha picante y azafrán que daban forma a la celosía tras la que se ocultaban Zaida, Zoraida y Zorahaida, las hermosas hijas del rey Al-Hayzari que, enamoradas de tres jóvenes cristianos, trataron de escapar del control de su padre.

“La torre de Comares” fue el tercer plato en liza. Maridado con un contundente vino de la Alpujarra, El Moreno; consistía  en un meloso cordero asado al Ras El Hanout con parmentier de patata, té y miel que deshacía en la boca.

Como postre, un hermoso plato cuya perspectiva cenital mostraba nada menos que “La Alhambra a la luz de la luna” y en el que una pequeña bola de queso y una composición de chocolate, cítricos y café representaban sobre la blanca superficie de la loza la silueta más conocida del célebre monumento nazarí.

Bienvenido este primer certamen de Gastroletras, una forma original de promover un maridaje en el que tuvo más protagonismo la parte culinaria y visual que la propiamente literaria.

Estaremos atentos a las próximas propuestas del Washington Irving, con la música y Manuel de Falla como protagonistas de una nueva iniciativa que animará a granadinos y visitantes a descubrir un hotel encantador y con vistas muy originales, enclavado en un lugar único de Granada y en el que se respira una atmósfera muy especial.

A destacar su exquisita biblioteca, en la que se exponen varias primeras ediciones de obras de Irving, entre otros muchos libros antiguos que invitan al solaz y al abandono lector, en el corazón de la Alhambra.

Jesús Lens

Reca Campus: la cocina del nuevo milenio en la Granada del siglo XXI

En la zona de expansión de la Granada del siglo XXI, en el corazón del PTS, justamente hoy cumple su primer aniversario el restaurante Reca Campus, un espacio amplio, diáfano y polivalente cuya decoración minimalista es un placer para los sentidos.

Equipo de Reca Campus. Foto: Alfredo Aguilar.

Sus enormes cristaleras, con orientación sur, absorben luz a raudales. Las paredes de ladrillo visto, altísimas, acogen cuadros seleccionados de Mike Ocete, uno de los socios de Reca-Campus y artífice de una decoración que nos hace pensar en los locales más vanguardistas de Nueva York.

Sobre la larguísima barra, eso sí, veremos desfilar platos de la cocina mediterránea más tradicional, reinventados por el talento creativo del otro socio de esta pionera aventura, Miguel Moyano, heredero de una larga estirpe vinculada a la hostelería. Buena prueba de ello es el suculento y sabroso Rabo de Toro al estilo cordobés, preparado según la receta de Ricardo Moyano, tío de Miguel y antiguo jefe de cocina del hotel Alhambra Palace.

O los Lingotes de Atún con crujiente de maíz -los quicos de toda la vida- espolvoreado sobre la roja carne del pescado, dándole un toque canalla, gamberro, fresco y divertido.

En Reca Campus todo es un excitante maridaje de arte y creatividad. Como el cuadro de Mike que preside una de sus paredes, “Paseo con la Negra Flor”, un homenaje a Radio Futura y a las Ramblas de Barcelona, usado como motivo pictórico para las primeras cartas del local y cuya popularidad desembocó… ¡en la continua y misteriosa desaparición de las cartas!

A lo largo de su primer año de existencia, Reca Campus -heredero del mítico Reca de la plaza de la Trinidad, famoso por sus frituras- ya se ha hecho con una clientela fiel, tanto de vecinos del barrio como del personal del hospital del PTS. Y, desde que funciona el Metro -la parada de Avda. de Dílar está muy cerca del local- cada vez recibe a más gastronómadas provenientes de Armilla y de otros barrios de Granada, relajados y despreocupados al no tener que conducir.

Alfredo Aguilar, en plena pesca del bacalo…

La carta, no muy extensa, pero variada y para todos los gustos, cuenta con ensaladas, carnes, pescados y amplia oferta de los populares huevos rotos. Una carta que consta de una selección fija de platos a la que, cada semana, se añaden cinco propuestas diferentes y variables, de acuerdo con los productos de temporada. Para estos días, por ejemplo, Miguel Moyano y Rosa Cortés, otro de los miembros imprescindibles del equipo creativo de Reca Campus, recomiendan calurosamente las alcachofas salteadas con jamón y cebolleta.

Imprescindible probar la espectacular Ensalada Tricolor, con una base de lombarda macerada con canela, pimiento y guacamole; y un sorprendente -e inédito por estos lares- bacalao gratinado con un suave alioli de membrillo.

¿Y de postre? ¡Nada menos que una cuidada selección de las míticas Tartas Cristina, servidas cada día! De tan ligeras, cualquiera diría que ni siquiera engordan…

Abierto en horario ininterrumpido desde las ocho de la mañana, para disfrutar de sus tranquilos y abundantes desayunos -ojo a las tostadas de aguacate- hasta la madrugada; Reca Campus también sirve Menús del Día, a 9,90 euros, con tres propuestas para primeros platos, tres para segundos, bebida y postre, de lunes a jueves.

Y un detalle imprescindible: sus mesas móviles, que están a la altura de una mesa convencional, para comer sentados, pero que, a la hora del tapeo, se elevan hasta la altura de la barra, a modo de mesa alta sobre la que disfrutar de tapas y raciones más informales, pero igualmente deliciosas.

Volvamos al continente: 18 metros de luminosa cristalera dan paso a una barra de níveo mármol veteado de Macael, especialmente diseñada y tallada para Reca Campus, convertida en pieza angular del local. Por encima, Mike Ocete ha colocado una laberíntica y sugerente estructura de madera, ligera, aérea, serpenteante y minimalista. Y es que hablamos de un local con materiales especialmente diseñados para absorber el sonido, por lo que será bien acogido por los amantes de la conversación tranquila y sosegada.

Tartas Cristina

 

Además, Reca Campus aspira a convertirse en espacio cultural y expositivo, para insuflar vida artística al barrio. De momento, Miguel, Mike y Rosa están trabajando con Santiago Collado para inaugurar una primera exposición colectiva. ¡Permanezcan atentos a su periódico!

Jesús Lens

 

 

Dirección: Avda. de la Ilustración, 69. Parque Tecnológico de la Salud. Granada Tfno. Reservas: 958 032 086 Aforo: 46 personas. Jefe de cocina: Ricardo Álvarez Montoro Jefe de sala: Roberto Caría Estilo: Mediterrráneo tradicional. Distribución: Local diáfano de altísimos techos, con amplia distribución de mesas adaptables, larga barra y amplia y tranquila terraza 

Las Noticias Falsas en el corazón del Noir

Lo mejor que tienen algunas series de televisión es que sus responsables son capaces de trazar tramas, personajes y argumentos tan pegados a la realidad que parecen rodadas en vivo y en directo. Tomemos como ejemplo a “The Good Fight” y “Homeland”, cuyas nuevas temporadas están ahora mismo en emisión.

En ambas series, las noticias falsas están en el centro de unos argumentos que, por momentos, parecen haber sido escritos por guionistas infiltrados en la NSA, en FBI o en la mismísima CIA. Y hoy, Día Internacional de la Libertad de Prensa, es perfecto para hablar de todo ello, como señalo en esta columna de IDEAL.

“The Good Fight”, por ejemplo, ha hecho bandera de su oposición a Trump. Tanto que el episodio 9 de la segunda temporada está basado en el famosísimo vídeo de la lluvia dorada moscovita con el que, se rumorea, los rusos están haciendo chantaje al presidente estadounidense. Pero el capítulo más interesante es el 8, en el que una empresa cibernética consigue fabricar noticias falsas sobre un acusado que terminan llegando a los muros de Facebook de los jurados, gracias a la manipulación del algoritmo de la criatura de Zuckerberg.

El procedimiento es tan sencillo en el diseño como complejo en su ejecución… y efectivo en sus resultados: se analiza el perfil de cada jurado, se detecta qué temas le resultan especialmente sensibles y se genera una noticia falsa en torno a ellos, contraria al acusado, que el algoritmo colocará en el muro de Facebook del jurado, gracias a los buscadores de internet. Por ejemplo, si es amante de los animales, el jurado accederá a una noticia -falsa- sobre organización de peleas ilegales de perros promovidas por el acusado. Que todo es mentira. Pero que él, el jurado, no lo sabe, creyendo a pies juntillas lo que le dice internet.

En el mismo sentido avanza la temporada más reciente de “Homeland”, una serie que estuvo a punto de ser devorada por sus propios fantasmas, pero que supo reinventarse a tiempo para convertirse en una imprescindible actualización de la mítica “24”, con menos adrenalina, más actualidad y más sufrimiento por parte de su protagonista.

Hace dos temporadas, “Homeland” ponía los pelos de punta al tratar en la ficción la preparación y ejecución de un atentado terrorista idéntico al que conmocionó París, con la particularidad de que la serie estaba en emisión mientras los telediarios contaban lo que ocurría en la realidad. Eran tantas las similitudes que, durante unas semanas, los capítulos de la serie abrían con una advertencia: “El episodio de hoy de “Homeland” contiene imágenes que pueden herir la sensibilidad del espectador, especialmente después de los recientes ataques terroristas”.

En la temporada más reciente, la trama comienza con un exaltado comunicador de extrema derecha que espolea a sus fieles, llamándoles a luchar contra el gobierno, al que acusa de todos los males posibles y algunos, hasta imposibles; y que termina provocando un enfrentamiento armado entre el FBI y unas milicias atrincheradas en una comunidad rural.

El detonante del enfrentamiento será la emisión de una noticia falsa provocada por una imagen torticeramente manipulada: un chaval herido al que atienden en un hospital aparecerá en internet sin gente a su alrededor, tendido en la camilla, aparentemente muerto. Y, una vez lanzado el bulo, nada ni nadie podrá detener la precipitación de los acontecimientos.

¿Quién es el responsable de la manipulación de la imagen y qué objetivo persigue con su difusión, más allá de sembrar el caos y la discordia? Sin entrar en muchos más detalles, lo resumiré en dos palabras, “trama rusa”.

Si siguen ustedes la actualidad internacional sabrán que el concepto “trama rusa” persigue a Trump desde la campaña electoral, con un ejército organizado de chatbots fabricando noticias falsas a la medida de los usuarios de internet que podían decidir el resultado de las elecciones norteamericanas. Lo mismo que ocurrió con el Brexit, en Inglaterra.

Este tema fue tratado en la última temporada de “House of Cards”, una serie cuyo futuro está en el aire por las denuncias por abusos sexuales a su protagonista masculino, Kevin Spacey, y en la que el presidente ruso de ficción es clavado al mismísimo Putin.

Porque los verdaderos artistas de las noticias falsas serían los rusos, nuevamente convertidos en los grandes archienemigos del mundo libre, con una inveterada tendencia a tratar de influir en los procesos democráticos occidentales, fomentando el acceso al poder de partidos de corte populista y nacionalista.

Pocos temas de mayor actualidad, en el Noir, que las noticias falsas y sus riesgos para nuestra democracia. De ahí el papel esencial del buen periodismo, del periodismo de investigación realizado por esos profesionales que tantas veces se juegan el cuello, real y metafóricamente, en el responsable ejercicio de su trabajo. Un tema al que, en la cuarta edición de Granada Noir, vamos a dedicar mucho tiempo, espacio y visibilidad.

Jesús Lens

De cruces y libertad

Que yo les diga que hoy es el Día de la Cruz no les aporta nada. Sin embargo, decirles que es el Día Internacional de la Libertad de Prensa, quizá, solo quizá, les haga pensar en el valor del periódico que tienen ustedes ahora mismo en sus manos.

Hace unos días, en Kabul, varias explosiones concatenadas segaron la vida, entre otras personas, de varios periodistas, destinados en Afganistán para contarnos lo que ocurre en uno de los lugares más conflictivos del mundo.

Pero hoy es un día especialmente dedicado también, a nuestro compañero César, corresponsal de IDEAL para el deporte en la provincia, al que han amenazado por contar lo que pasa en campos de fútbol de tercera división. Que no es lo mismo, pero es parecido. Salvando las distancias, por supuesto.

El Día Internacional de la Libertad de Prensa fue designado por la ONU tras la famosa Declaración de Windhoek, del 3 de mayo de 1991, cuando en Namibia se aprobó una declaración que impelía a promover medios independientes y pluralistas. ¿Saben ustedes la especial ilusión que me hace que, la celebración de tal día como hoy naciera en África, un continente especialmente complejo para el ejercicio de un periodismo libre e independiente?

Si le echan ustedes un vistazo a las páginas de Cultura del periódico de hoy, verán que El Rincón Oscuro, la sección semanal dedicada a la cultura negra y criminal, versa sobre series televisivas de la actualidad en las que las noticias falsas tienen enorme protagonismo. (Lean AQUÍ)

Las Fake News, los rumores y los bulos se han convertido en una de las plagas de la sociedad contemporánea. La mentira de toda la vida. Y frente esa lacra, que ha convertido las redes sociales en un estercolero, la única respuesta posible es el PERIODISMO. Con mayúsculas.

El periodismo realizado por profesionales que, con formación y experiencia, se baten el cobre día a día, para ofrecernos periódicos, impresos o digitales, e informativos de radio y televisión creíbles, serios y de referencia.

Y no escribo estas líneas por corporativismo. Las escribo como ciudadano concienciado y convencido de que el periodismo es uno de los grandes baluartes de la democracia, rompeolas contra el que chocan tantas y tantas amenazas contra la libertad.

Por eso hoy, Día de la Cruz, echemos uno de nuestros brindis a la salud de la prensa.

Jesús Lens

De trabajos y puentes

Cuando terminó la marcha del 1 de mayo, aunque estaba nublado y hacía fresco, buena parte de los manifestantes aprovecharon el mediodía festivo para tomarse unas cañas y unas tapas en diferentes bares de Granada, tranquilamente y como es menester. La paradoja es que, de acuerdo con las estadísticas y los informes que manejan los sindicatos convocantes de la marcha, muchos de los camareros que les atendieron estaban trabajando sin cotizar a la seguridad social y cobrando en negro.

El 1 de mayo, fiesta del Trabajo, representa muchas de las grandes contradicciones de las sociedades desarrolladas del siglo XXI. Para los trabajadores, los que tienen empleo en condiciones dignas, es una ocasión perfecta para hacer puente y marcharse a la playa, a la montaña o salir de viaje, aprovechando el parón escolar. Tiempo para descansar y recargar las pilas. Para desconectar, de acuerdo con la jerga habitual.

En España hay una clase media trabajadora y afortunada que, aun así, cada vez cobra menos dinero, dado que sus sueldos suben una miseria mientras que el coste de la vida lo hace en proporción muy superior. Lo mismo que les ocurre a los pensionistas. Una clase media trabajadora que vio caer su poder adquisitivo, en 2017, casi dos puntos, según Adecco. Unos 450 euros anuales. ¡Y eso que la Crisis ya ha terminado!

Una clase media trabajadora que, además, se ve obligada a echar más horas que un reloj, sin cobrarlas y dando las gracias. Una clase media trabajadora que sabe cuándo empieza su jornada laboral, muy temprano, pero que nunca puede prever cuándo volverá a casa.

Una clase media trabajadora que, en cuanto puede, justifica sus más de cincuenta o sesenta horas de curro semanal efectivo llenando las terrazas de los bares, los chiringuitos y los hoteles rurales o yéndose de Crucero. Si no, ¿qué sentido tiene todo?

Sin embargo, los parados de larga duración y/o de más de 55 años, la juventud en precario, lo que antes se llamaba el proletariado; no se siente representado por las centrales sindicales que toman las calles, el 1 de mayo. Existe un número creciente de trabajadores sin trabajo u obligados a currar en condiciones lamentables que se sienten completamente excluidos de las estructuras tradicionales de nuestra sociedad. Y todo ello, antes de ser invadidos por los robots. Una situación compleja y contradictoria.

Jesús Lens