Sostiene el Alcalde de Granada

Hoy he estado en los Desayunos Informativos del Grupo Joly, cuya cabecera en nuestra tierra es Granada Hoy. El invitado era el Alcalde de Granada. Y ahí van algunos de los titulares que he ido entresacando de su intervención:

Critica a la oposición municipal ya que hay veces en que, tratando de perjudicarle a él, en realidad perjudica la imagen de Granada. Ejemplo: denunciar que hay ratas en puntos dela Zona Norte o criticar los niveles de contaminación de la atmósfera granadina.

 Granada Hoy

Sobre el aeropuerto de Granada, el alcalde dice que no puede competir con el de Málaga y que hay que considerar que el aeropuerto de Málaga también es de Granada. Hacerlo “nuestro”.

Ha pedido que suba 2 euros la entrada de la Alhambra (un 15%) para financiar el sostenimiento del Albaycín, a través de un fondo que gestionaría unos 4 millones de euros anuales. Ningún turista va a dejar de ver la Alhambra por subir 2 euros la entrada y de esa manera se cuida la otra pata del Patrimonio de la Humanidad que tenemos en Granada y que es la que no puede cobrar entrada por su visita.

El Alcalde de Granada ha mostrado su preocupación por la utilidad del Metro, cuando eche a andar, ya que no se ha hecho ningún estudio de viabilidad económica sobre el mismo y se desconoce el precio que pueda tener el billete y el porcentaje del mismo que hay que subvencionar.

 Alcalde granada

Sobre el Botellón: Granada era una ciudad asquerosa y la concentración en el Botellódromo ha permitido que las plazas de toda la ciudad no amanezcan los viernes, sábados y domingos convertidas en un estercolero. Sobre la idoneidad o no de dicha fórmula de diversión, ha sentenciado que las costumbres las tiene que cambiar la educación, no la policía.

Además, ha hecho una encendida defensa de la importancia que tiene no duplicar cargos públicos. Ni él ni ninguno de sus concejales lo hace y se muestra orgulloso de ello.

El cristal con que se mira

El pasado sábado publicaba este artículo en IDEAL. A ver si te gusta. ¡Y no dejes de ver la exposición, que podamos hablar de ella!

Ardía de curiosidad por ver la nueva exposición de Juan Vida, en la Biblioteca de Andalucía. Y no solo por la polémica sobre su (des)emplazamiento en la sala de La Madraza de la Universidad de Granada.

Juan Vida es uno de los artistas más conocidos y reconocidos de Granada y visitar “El cristal con que se mira” es obligatorio para cualquier persona con curiosidad por saber lo que se mueve en el mundillo cultural de esta ciudad. Y, también, con curiosidad por saber lo que pasa por la calle y por averiguar cómo lo ha plasmado Vida en su obra.

 Juan Vida

No es una exposición fácil de ver. Ni agradable. Ni bonita. Como no es fácil, ni agradable ni bonito lo que está pasando a nuestro alrededor, en los últimos años. El espectador no va a encontrar hermosas puestas de sol, elegantes monumentos, paisajes impresionantes o heroicos retratos. ¿O quizá sí?

Cae la tarde. Dos familias disfrutan de un picnic campestre. Los coches, la cesta sobre el mantel, la hierba, los pinos y, colgando de una rama, un hombre ahorcado. O la arena del desierto, una palmera, la mancha azul del mar y, multiplicada sobre el lienzo, repetida hasta el infinito; la figura de un africano agachado que avanza a cuatro patas.

 Juan Vida cristal

Pistolas, cuchillas, navajas y sangre son las protagonistas de muchas de las obras que componen “El cristal con que se mira”. O autorretratos del propio Vida, con la boca cosida y un puñado de moscas en su comisura, imágenes muy potentes, surrealistas, que recuerdan a Buñuel y sus hormigas.

Al principio de su carrera, Goya pintaba idílicas estampas, con los cortesanos jugando a la gallinita ciega o volteando peleles. ¡Luz y color en grandes lienzos repletos de luminosidad y optimismo! Después llegarían las Pinturas Negras, los Caprichos y los Desastres de la Guerra. En pequeño formato. Oscuros. Pesimistas. Crueles. Salvajes. Desgarrados y desgarradores.

“El cristal con que se mira” también viene en pequeño formato. En formato iPad. Porque el tamaño también importa. Los marcos, comprados en bazares chinos. Cuestión de calidad. O de la falta de. Como las condiciones laborales de las personas que los habrán fabricado y vendido. Presuntamente.

 Juan Vida cristal mira

No es ésta la exposición que le recomendarías ver a una persona con la que no tengas mucha confianza. De hecho, algunas de las obras que la integran me parecen más interesantes por lo que apuntan que por lo que muestran. Más atractivas por el concepto que por la propia ejecución. Ahora bien, con la de veces que hemos criticado que el arte vive dentro de su propia pompa (y burbuja), sin atender la realidad del mundo que lo rodea, ajeno a lo que pasa en el entorno, ¿cómo dejar de ver una exposición realizada con el material de derribo con que está fabricada la precaria sociedad de este inclemente siglo XXI?

Jesús Lens

En Twitter: @Jesus_Lens

Más calidad más

Hace unas semanas escribía yo este artículo en IDEAL, sobre Educación y el Plan de Calidad, suprimido, por la Junta de Andalucía a instancias de una sentencia judicial impulsada por un sindicato.

 

A los pocos días, un lector envió esta carta al periódico y, en los Comentarios, amplió sus tesis.

 

Ahora recibo este mail, que blogueo tal cual, para seguir abundando en un debate que, creo, es de sumo interés, toda vez que una de las preocupaciones básicas de nuestra sociedad es la falta de nivel en la formación de las nuevas generaciones.

 

¿Qué opinas?

Sr. Cruz: soy una maestra afectada directamente por la supresión del Plan de Calidad.

 calidad enseñanzas

Me gustaría exponer mi punto de vista y puntualizar algunos de sus planteamientos expresados en su comentario y en su artículo sobre dicho plan.

En primer lugar, decirle que, bajo mi punto de vista, el Plan de calidad fue un intento de hacer las cosas de otra manera, y a poder ser, mejor. Esa fue la intención mayoritaria de la gente que se acogió a él (aparte de que con ello, se ganara algo más de dinero, entiendo que también se trabajaba más y por eso estaba justificado).

¿Que tenía puntos controvertidos? De acuerdo, se podían haber discutido. Pero de ahí, a decir que “los indicadores utilizados (resultados escolares, tasa de absentismo, nivel de satisfacción de padres….) están absolutamente desviados de la acción directa de los propios profesores” me causa, cuando menos, cierta perplejidad.

Todos hemos conocido, e incluso sufrido, cierto tipo de profesorado que pretende prestigiar su asignatura a costa de suspender, repetidamente a más del 80 % del alumnado. Aparte de que el alumno deba preparar mejor esa asignatura…. ¿no debería asumir cierta responsabilidad, ese profesor sobre ese resultado? (un indicador externo, los resultados escolares).

 Calidad suspenso

¿No habrá que tener en cuenta las opiniones de los padres sobre nuestro trabajo, siempre de manera ponderada? (otro indicador externo).

¿No tendremos que revisar nuestra metodología y manera de actuar ante los retos y la complejidad de este mundo actual?

¿Por qué entonces esa negativa tajante a estos indicadores externos? (presentes, desde hace tiempo en otro tipo de profesiones) que parecen asustar tanto a cierto tipo de funcionariado, que tiende, como todos sabemos al acomodamiento y al inmovilismo?

 Calidad

En cuanto a la voluntariedad de pertenecer o no al Plan de Calidad, debo decir que estoy de acuerdo en que, la calidad debería pedirse a todos los centros (y más cuando va acompañado de cierta dotación económica).Pero mucho me temo, que si se hubiera hecho de manera obligatoria, entonces, la queja hubiera sido…”¿y por qué no lo han hecho voluntario? ¡Esto es una imposición! ”Total…..como es sabido…en estos casos, nunca llueve a gusto de todos, y es difícil que alguien se ilusione por algo que ha de hacer obligado.

Y para terminar, decirle que entiendo que algunos de los sindicatos, ya podrían dedicarse a labores más importantes que a ocuparse de que a un sector del profesorado nos quiten una parte del sueldo (además de los recortes y la retirada de las pagas extra, total o parcialmente, por políticos de uno u otro signo). Como por ejemplo, estar al lado del profesorado en su día a día, no sólo cuando llegan las elecciones sindicales, vigilar que se cumplan las ratios, denunciar los recortes, se produzcan donde se produzcan… (a veces da la impresión de que sólo se producen en Madrid.) Reconozco aquí mi propia incoherencia, ya que pertenezco a uno desde hace muchos años. El motivo es que respeto y valoro el trabajo y la lucha que llevaron a cabo en tiempos pasados, en beneficio de todos .Pero tengo que reconocer que en los últimos años, lucho con la idea de dejar de pagar la cuota para siempre. Su papel actual me parece obsoleto y fuera de lugar, aparte de que las subvenciones que reciben de los distintos gobiernos, les convierten en sospechosos de perseguir intereses propios y de estar atados de pies y manos, en vez de atender la voz de los trabajadores, que debería ser su razón de ser.

Por lo tanto, no les vendría mal apuntarse a un Plan de Calidad.

Atentamente, Rosa S.

Tomar partido

Hoy, en IDEAL, publico este artículo, sobre ciertas dudas y confusiones que uno tiene. ¡Y que no falten!

Al haber escrito algunos artículos sobre la Educación recientemente (ver AQUÍ), me anima un buen lector a opinar acerca de la reciente huelga en la enseñanza. Le contesté que, para mí, el principal problema es que, en vez de consensuar una imprescindible y perdurable política educativa, los partidos siguen haciendo política con la Educación, tirándosela a la cara. Y que así no vamos a ningún sitio.

 Tomar partido educación

Mi contertulio virtual se mostraba de acuerdo y me hacía partícipe de sus zozobras de estos días: si iba a la huelga, le hacía el juego a unos sindicatos rendidos a la Junta. En caso contrario, era tachado de carca inmovilista y de facha trasnochado.

Y ahí radica el quid de la cuestión: en las etiquetas y en la necesidad, siempre, de tomar partido. Por ejemplo, Recortes y PP parecen haber conformado un matrimonio de (in)conveniencia que ha calado en el imaginario colectivo de buena parte de la ciudadanía. Pero, en Andalucía, la que ha vuelto a eliminar las pagas extras de los funcionarios autonómicos ha sido la Junta de Andalucía. ¿O no?

 Tomar partido recortes

Como vivimos en un mundo globalmente interconectado, en tiempo real, nada de lo humano nos debería resultar ajeno. De ahí cabría deducir que siempre deberíamos tener una opinión formada, de inmediato, sobre todo lo que pasa en el mundo. Sobre cualquier noticia. Sobre cualquier materia. Y, por supuesto, hay que pronunciarse. Con rapidez y celeridad. Mejor antes que después. Y tomar partido, claro. Como si asistiéramos a un Madrid-Barça, perpetuo y permanente.

 tOMAR PARTIDO CLÁSICOS

Sin embargo, este mundo es cada vez más complejo y determinadas cuestiones no son fáciles de comprender. Por ejemplo, la sentencia del Tribunal de Estrasburgo que está permitiendo la puesta en libertad de peligrosos violadores y asesinos. A mí también me da pena y me produce indignación, impotencia e indefensión ver a los perros rabiosos de ETA, condenados por múltiples asesinatos, pasear por las calles en libertad. Y pensar que Ricart, uno de los salvajes asesinos de las niñas de Alcasser, pueda salir de prisión, me retuerce las entrañas.

Pero no me siento capacitado para valorar, juzgar, condenar, rechazar o aceptar la dichosa sentencia. Por más que sea licenciado en Derecho, ni he estudiado los antecedentes ni he profundizado en los razonamientos jurídicos que han tumbado la Doctrina Parot. Solo sé lo que unos y otros interpretan sobre la misma. Y, en esas condiciones, no me siento legitimado ni para opinar ni, muchísimo menos, para tomar partido. Es un tema demasiado complejo y, tan técnico, que solo me valen los análisis, fundados, de los mejores juristas.

 Tomar partido opinion

Para estar en condiciones de comprender las situaciones más complejas, es necesario dedicarles tiempo y esfuerzo. Hace falta documentarse, leer, estudiar, ver y escuchar. Confrontar. Y todo ello, desde luego, no casa con esa imperiosa necesidad, compulsiva y perentoria, de opinar, manifestarse y tomar partido, siempre y en todo momento, sobre cualquier información, noticia, acontecimiento o situación.

Jesús Lens

Twitter: @Jesus_Lens

Envenenado

Llevaba unos días comiendo mal. Apenas daba cuatro pinchadas o cucharadas al plato, me sentía lleno y pasaba la tarde embotado. Ni agua podía beber. Pesado. Ahíto. Con mal sabor de boca.

Y, luego, las noches, también fatal. Dando vueltas, sintiendo las tripas revolverse, una y otra vez, en un centrifugado permanente.

Hoy dí con la resolución al enigma: mi cambio de dieta, al desayunar.

A una de las mitades del Mollete de Antequera que me como habitualmente, empecé a echarle aceite en vez de mantequilla. Porque, se supone, es mejor para la salud.

 Unta mantequilla

Se supone.

Se supone, claro, que depende de la calidad del aceite que le eches al pan.

Claro.

Joder.

 Unta aceite

El hombre. El hombre es esa acémila que no deja de equivocarse una y otra vez.

Y ahora me doy cuenta de que llevo días envenenándome a mí mismo, de forma sistemática, un día tras otro, de lunes a viernes.

Espero que, volviendo a la mantequilla, el daño sea reversible y no me deje secuelas permanentes.

Por si acaso, aquí queda esto.

¿Vale?

Gracias.

Jesús Lens, el Envenenado.

En Twitter: @Jesus_Lens