Quioscos y quiosqueros

Hace muchos, muchos años, para pagar cualquier cosa, había que llevar cash en el bolsillo. Me remonto tan atrás que, por entonces, no gastaba ni cartera. Eran tiempos en que podías salir a la calle con unas monedas de veinte duros en el minibolsillo de la derecha de los vaqueros. Y, si portabas un billete verde bien doblado en el fondo del bolsillo del pantalón, eras el rey.

En aquella prehistoria, tratando de impresionar a una chica con la que había quedado, la invité a ir a ver una película al Madrigal. Original que es uno. Para mi sorpresa, aceptó. Entonces llegó el pánico y me invadió el terror. El suelo desapareció bajo mis pies y un denso sudor frío cubrió mi frente. Efectivamente: nada más hacer la propuesta, eché mano al bolsillo y… ¡no me quedaba un chavo!

¿Qué hacer? Por una vez, estuve rápido de reflejos. Miré a mi alrededor, vi el quiosco de Puerta Real en que tantas veces compraba el “Fotogramas”, el “Natura” y algunos tebeos y le dije a la quiosquera que necesitaba mil pesetas. Que al día siguiente se las devolvía. Sin un atisbo de duda, sacó el billete de la caja y me lo dio, acompañándolo de una sonrisa que jamás olvidaré.

El quiosco es importante

Desde entonces, los quioscos de prensa son algo sagrado para mí. Y a ese recuerdo dedico hoy este artículo de IDEAL. Cada vez que paso frente a uno, me detengo a mirar sus expositores, aunque sea treinta segundos. Y, si voy con prisa y no puedo parar, noto cómo mis piernas bajan el ritmo al caminar, experimentando una especie de efecto imán.

Quioscos prensa

Con el paso de los años, con cada mudanza de domicilio, una de mis primeras preocupaciones era localizar mi nuevo quiosco de cabecera. Ahora, entre mi querido Francis, de Jalu; y el grandísimo Paco de Avda. de Cádiz, estoy bien surtido.

Como tantos otros negocios, los quioscos de prensa están en pleno proceso de transformación. La famosa reinvención, un término del que hablaremos otro día. Permítanme que hoy termine este artículo reivindicando la importancia de los quioscos, uno de los elementos urbanos que más vida dan a calles y barrios.

Quioscos IDEAL

Son las portadas de los periódicos y el colorido de las revistas. Los mil y un coleccionables y los libros a precio asquible. Y los tebeos, por supuesto. Son centros neurálgicos para la tertulia y la discusión. Son… imprescindibles.

Jesús Lens

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Festival Independiente de la Chana

Hoy sábado, que debería haber amanecido bueno y soleado, anímense a acercarse a La Chana, al Parque de las Alquerías, para disfrutar de las múltiples propuestas del FICH, un Festival voluntariosa y brillantemente organizado por los vecinos del inquieto, participativo y activo barrio granadino.

Me gustan propuestas como el FICH, multidisciplinares y abiertas a todos los públicos, con espacios para disfrutar de actividades de lo más diverso, desde el Ecoespacio y el Espacio Solidario al Actívate o al muy provocador Exprésate, para fomentar la libre difusión de ideas. Y están, por supuesto, los escenarios para la música, a la caída de la tarde.

Me gusta la filosofía de un festival que busca fomentar la convivencia entre culturas, el respeto entre generaciones, la participación ciudadana, la ecología, la solidaridad y el cuidado y buen uso de los espacios públicos.

Pero, ¿saben lo mejor de todo? Que esos buenos propósitos se convierten en realidades palpables y tangibles. Sé de lo que hablo, que el año pasado, los organizadores tuvieron el detalle de invitarme a participar en una charla sobre deporte en la naturaleza y tuvimos ocasión de compartir una hora de agradable e instructiva conversación.

Vayan, vayan hoy sábado a ese Parque de las Alquerías con sus pequeñuelos, si fuera el caso, que hay espacios y actividades para los niños. Y déjense envolver por la sensación de compartir un espacio público que, en ocasiones como ésta, demuestra su auténtica y real utilidad y el sentido que debería tener.

Desde que el año pasado conocí a ese puñado de jóvenes que tiran del carro del FICH, he ido siguiendo la cantidad de actividades en que participan y las muchas cosas que hacen y organizan, empezando por su grupo de música.

Los Álex Pereira y compañía son esa otra juventud que también existe y que, como en el caso de Teruel, merece tener más visibilidad y reconocimiento. Una juventud activa y participativa, preocupada por las cuestiones políticas y sociales del momento, involucrada en movimientos ciudadanos y cultural e intelectualmente muy preparada.

Vayan hoy al Parque de las Alquerías a disfrutar de los talleres y mesas redondas previstas (una sobre la problemática del AVE); de las exposiciones de fotos antiguas del barrio y de pintura de los vecinos y de un largo etcétera de actividades. Incluida una paella popular a mediodía.

Jesús Lens

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Triste, solitario y final

Le robo a Osvaldo Soriano el título de su novela-homenaje a Raymond Chandler para hablar, cómo no, de un Pedro Sánchez que, atrincherado en Ferraz, destila el aliento elegíaco de los héroes trágicos de las novelas policíacas y de los westerns clásicos.

triste solitario y final

Hace cuatro días escribía sobre Sánchez en clave cinéfila, convirtiéndolo en personaje de “Los Inmortales” y de “Mad Max” y recordando a Tina Turner cuando decía que no queríamos más héroes, que todo lo que queremos es que haya vida más allá de la Cúpula del Trueno. Y sobre ello incido hoy, en IDEAL.

Tal y como se han desarrollado los acontecimientos, la Cúpula del Trueno ha implosionado y el secretario general del Partido Socialista Obrero Español se ha convertido en un perfecto héroe hawksiano que, cansado y abandonado por todos, resiste ferozmente el acoso de sus enemigos.

Un héroe del western como el sheriff John T. Chance de “Río Bravo” que, escondido en la cárcel del pueblo, cuenta únicamente con la ayuda de un puñado de incondicionales.

Tratar de entender lo que pasa ahora mismo en el PSOE es un misterio insondable. Saber qué quieren unos, qué quieren otros y sus respectivos porqués, es un enigma más impenetrable que el Manuscrito Voynich, un libro famoso ilustrado de contenidos desconocidos, escrito por un autor anónimo en un alfabeto no identificado y en un idioma incomprensible.

Lo único que sabemos es que la mitad más uno de la Ejecutiva del PSOE quiere a Sánchez muerto, metafóricamente hablando. Pero Sánchez no rinde el fuerte y trata de defender El Álamo con uñas y dientes.

En Granada, en los últimos meses, hemos asistido a episodios semejantes, protagonizados por políticos locales que han realizado defensas numantinas de sus posiciones… hasta que no tuvieron más remedio que ceder.

Raymond Chandler

En “Río Bravo”, los enemigos del enclaustrado sheriff interpretado por John Wayne, mandaban tocar la canción “Degüello” a la trompeta, como recordatorio de lo que esperaba a los defensores de la plaza. Ahora mismo, una tal Verónica Pérez, autoproclamada “la única autoridad en el PSOE”, ha mandado tocar Degüello a las afueras de Ferraz. Solo que esto no es una película, Pedro Sánchez no es John Wayne y “El largo adiós”, de Chandler nos recuerda lo siguiente: “Hasta la vista amigo. No le digo adiós. Se lo dije cuando tenía algún significado. Se lo dije cuando era triste, solitario y final”.

Jesús Lens

 

Ya calló, Jémez

De callar. Que yo, de si debía caer o no, no tengo la más remota idea. Que yo, de fútbol, nada. Rien de rien. Y, sin embargo, como ya he escrito alguna otra vez en esa columna, es imposible sustraerse a su tiranía. De ahí que, sin quererlo y desde la distancia, haya estado siguiendo el Jémezgate.

Presidente chino granada CF

Y permítanme que les diga que no entiendo nada. Reconozco que cuando el capital chino desembarcó en Granada, tuve una cierta sensación a “Bienvenido Mr. Marshall” de la que no escribí porque no quise pecar de malafollá. De repente, todo había cambiado. Y, por supuesto, para mejor. Todo eran sonrisas, apretones de manos, abrazos, grandilocuentes muestras de afecto, orgullo y satisfacción.

Que conste que hablo únicamente como espectador accidental, como escuchante de radio convencional y como lector de periódicos generalistas. Personalmente, en aquellos meses tuve la sensación de que el objetivo del Granada C.F. para esta temporada era, como mínimo, acabar en puestos de Europa League. Y llegar a semifinales de la Copa del Rey.

Jémez despedido

Surgió lo del positivo por cocaína de un jugador recién fichado, pero nada tenía que ver ni con el equipo ni con la ciudad. Y, sin embargo, a partir de mediados de agosto, todo pareció enrarecerse. Para mí que fue desde que Jémez apareció en la lista de posibles seleccionadores nacionales. Pero es una impresión.

El caso es que arrancó la temporada y, salvando un primer partido aceptable, todo parece haber sido un horror en el seno del Granada C.F., empezando por un entrenador que, no sé en base a qué extraña psicología, parecía satisfecho y orgulloso de cargar sobre sus hombros con todos los pecados del hombre, desde los tiempos de Adán.

En esto del deporte profesional, tan malo es quedarse corto como pasarse. Y vista desde fuera, la actitud de Jémez de erigirse en una especie de Punching Ball capaz de encajar todos los golpes, tenía algo de soberbia. Como ese pulso permanente a la directiva, a los jugadores y a los medios de comunicación, en plan “que yo puedo dejarlo cuando quiera(n)”.

Jémez adiós

No entiendo cómo, de estar soñando con un proyecto ilusionante -que diría Valdano-, en unas pocas semanas, el Granada C.F. parece estar viviendo la peor de las pesadillas, perdido el rumbo y sin nadie en el puesto de mando. Y Jémez, que ya calla.

Jesús Lens

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Sacromonte Films

Yo soy uno de esos tipos raros que se quedan a ver los títulos del crédito en el cine, cuando ya ha terminado la película. Teóricamente. Porque, si hasta el rabo todo es toro, hasta el último agradecimiento sobreimpresionado en pantalla, todo es filme.

El hombre de las mil caras

Me gusta no solo escuchar el tema final de la banda sonora, sino ver quiénes han compuesto e interpretado la música, comprobar las localizaciones y lugares de filmación y, sobre todo, me maravilla constatar las decenas y decenas de personas implicadas en una película, por artesanal y de bajo presupuesto que sea.

 

Fui a ver la extraordinaria “El hombre de las mil caras”, la última película de Alberto Rodríguez, una apabullante lección magistral de sabiduría cinematográfica, de ritmo y montaje. Y, también, un recital interpretativo de Eduard Fernández, más que merecidamente galardonado por su interpretación de Francisco Paesa en el Festival de San Sebastián. Y de ello hablo hoy en IDEAL.

Cuando vaya usted a disfrutar de “El hombre de las mil caras”, algo que debería hacer sí o también, no tardará mucho en ver el nombre de Sacromonte Films impresionado en la pantalla. Y, también, su logo, esa pita tan habitual en los barrancos del barrio troglodita de Granada, apuntando hacia arriba, altiva y orgullosa.

Sacromonte films

El equipo de José Sánchez-Montes, que también participó en la exitosa y multipremiada “La isla mínima”, ha dejado su impronta en una de las más exquisitas producciones de los últimos años Y es que, más allá de la trama, el guion y los personajes, la factura técnica de “El hombre de las mil caras” es impecable.

Desde los tiempos de “Ronin” no he visto un París tan atractivamente enigmático en una película de espías en la que todo encaja como un guante. Desde el París más identificable y sofisticado a ese otro más opresivo y anónimo en el que se refugió Roldán. Y está Suiza. Y está Singapur. Y los aeropuertos, las salas de espera, los restaurantes…

El hombre de las mil caras París

Decía Eduard Fernández que le gustaría que, un día, el auténtico Paesa le llamara para tomar un café y charlar. Ojalá que, cuando llegue el momento, esté ahí José Sánchez-Montes con su equipo de guerrilla, ése que utiliza para filmar documentales tan emocionantes como el que dedicó a la recuperación de nuestro querido Mariano Maresca. A la espera de “Omega”, disfruten de “El hombre de las mil caras”.

Jesús Lens

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