Triste, solitario y final

Le robo a Osvaldo Soriano el título de su novela-homenaje a Raymond Chandler para hablar, cómo no, de un Pedro Sánchez que, atrincherado en Ferraz, destila el aliento elegíaco de los héroes trágicos de las novelas policíacas y de los westerns clásicos.

triste solitario y final

Hace cuatro días escribía sobre Sánchez en clave cinéfila, convirtiéndolo en personaje de “Los Inmortales” y de “Mad Max” y recordando a Tina Turner cuando decía que no queríamos más héroes, que todo lo que queremos es que haya vida más allá de la Cúpula del Trueno. Y sobre ello incido hoy, en IDEAL.

Tal y como se han desarrollado los acontecimientos, la Cúpula del Trueno ha implosionado y el secretario general del Partido Socialista Obrero Español se ha convertido en un perfecto héroe hawksiano que, cansado y abandonado por todos, resiste ferozmente el acoso de sus enemigos.

Un héroe del western como el sheriff John T. Chance de “Río Bravo” que, escondido en la cárcel del pueblo, cuenta únicamente con la ayuda de un puñado de incondicionales.

Tratar de entender lo que pasa ahora mismo en el PSOE es un misterio insondable. Saber qué quieren unos, qué quieren otros y sus respectivos porqués, es un enigma más impenetrable que el Manuscrito Voynich, un libro famoso ilustrado de contenidos desconocidos, escrito por un autor anónimo en un alfabeto no identificado y en un idioma incomprensible.

Lo único que sabemos es que la mitad más uno de la Ejecutiva del PSOE quiere a Sánchez muerto, metafóricamente hablando. Pero Sánchez no rinde el fuerte y trata de defender El Álamo con uñas y dientes.

En Granada, en los últimos meses, hemos asistido a episodios semejantes, protagonizados por políticos locales que han realizado defensas numantinas de sus posiciones… hasta que no tuvieron más remedio que ceder.

Raymond Chandler

En “Río Bravo”, los enemigos del enclaustrado sheriff interpretado por John Wayne, mandaban tocar la canción “Degüello” a la trompeta, como recordatorio de lo que esperaba a los defensores de la plaza. Ahora mismo, una tal Verónica Pérez, autoproclamada “la única autoridad en el PSOE”, ha mandado tocar Degüello a las afueras de Ferraz. Solo que esto no es una película, Pedro Sánchez no es John Wayne y “El largo adiós”, de Chandler nos recuerda lo siguiente: “Hasta la vista amigo. No le digo adiós. Se lo dije cuando tenía algún significado. Se lo dije cuando era triste, solitario y final”.

Jesús Lens