¿Será cosa de La Corporación?

Leo el titular de apertura de la sección de Cultura de IDEAL y no puedo evitar preguntarme si será cosa de La Corporación: “Encuentran 17 horas de grabaciones inéditas de Morente”. Continúa la noticia desgranando el hallazgo, que incluye auténticas joyas: “registros sonoros de conciertos míticos del cantaor, como los realizados en París con motivo del homenaje a Lorca”, en palabras de Juan Jesús García.

Enrique Morente

Devoro con ansia el reportaje y encuentro posibles indicios de la participación de La Corporación en todo esto. Y es que las grabaciones descubiertas ya tienen mucho tiempo y la mayoría fueron realizadas en París, en los años 70.

Es posible que ustedes todavía no conozcan a La Corporación. Grave error. Porque La Corporación existe, como tuvimos ocasión de comprobar en la primera edición del Festival Granada Noir, de la mano del escritor Fernando Marías.

El encuentro se celebró en el restaurante de Ávaro Arriaga y concitó a cerca de cien personas que asistimos, atónitos, a la confesión realizada por el autor de “Esta noche moriré”, novela en la que se cuenta qué es La Corporación, cómo funciona y qué objetivos persigue.

La Corporación Fernando Marías

Fernando Marías inició su monólogo con las siguientes palabras: “Me suicidé hace dieciséis años”, las mismas con las que arranca una novela que, en realidad, no existe. Porque, ¿quién puede asegurar que tiene un ejemplar de “Esta noche moriré”, novela maldita por antonomasia?

Juro que, una vez, yo la tuve en mis manos. Y puedo asegurar que leí la historia, hace ya mucho tiempo. Sin embargo, y por mucho que lo he buscado, no he sido capaz de encontrar mi ejemplar. Por eso, aunque “Esta noche moriré” está descatalogada, encargué otra copia a través de Ubú Libros. E, increíblemente, me la consiguieron. Le escribí a Fernando Marías para decirle que había hallado un ejemplar. Y su respuesta me dejó helado: “Eso es imposible. Esa novela no existe”.

Quiero creer que aquellas palabras fueron escritas para protegerme ya que, muy posiblemente, La Corporación ha hackeado a Fernando y a todos aquellos de sus contactos que hablen de una novela que, como decíamos,  descubre y saca a la luz sus secretos más oscuros y sus más turbios manejos.

Fernando Marías Jesús Lens

Pero, ¿qué es La Corporación y qué tiene que ver con el hallazgo de las grabaciones inéditas de Morente? La Corporación es una empresa dedicada a obtener secretamente obras inéditas de artistas geniales de todos los tiempos. Una organización que viene operando desde los años del Renacimiento.

¿No les resulta a ustedes extraño que, cada determinado tiempo, aparezcan unos versos inéditos de un afamado poeta? ¿Un lienzo desconocido de un pintor famoso, arrumbado en el sótano de una casa perdida en el campo? ¿El manuscrito de un Nobel con una historia de la que nadie había oído hablar?

La Corporación monólogo

No. No se trata de falsificaciones. La Corporación es más sutil: entrena a sus agentes para que husmeen en los ambientes culturales y, cuando descubren a un artista con visos de ir a ser realmente grande, le encargan obras… que no salen a la luz ni se lanzan al mercado. Al menos, no lo hacen de forma inmediata. Obras que La Corporación custodia y oculta celosamente durante décadas y décadas y que solo pone en circulación cuando los beneficios que va a obtener con el “descubrimiento” prometen ser muy sustanciosos. Son esas obras que, misteriosamente, aparecen cuando se acerca la celebración del centenario del autor, por ejemplo.

¿No le resultan a usted de lo más sorprendentes las súbitas ausencias de artistas que están en su mejor momento creativo? ¿No son muy sospechosas determinadas desapariciones e imprevistos años sabáticos?

Ha habido casos en los que ciertos artistas se han negado a trabajar para La Corporación. Dostoievski, por ejemplo. ¿Y qué ocurrió? Pues que el entramado negro-criminal de la organización se puso en marcha para conseguir que el ruso, ludópata reconocido, contrajera enormes deudas de juego. Deudas que La Corporación hizo suyas, obligando al novelista insumiso a escribir para ellos.

Esta noche moriré Alrevés

Las piezas de Morente halladas en París no parecen responder exactamente al modus operandi de la organización, al ser grabaciones de conciertos interpretados por el genial cantaor, más que piezas inéditas. Pero no negarán ustedes que la alargada sombra de La Corporación parece planear sobre ellas…

Jesús Lens

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Palabras con sentido

Hoy, mi artículo de IDEAL solo podía hablar de una cosa… Y es que, cuando ocurren atrocidades como la de ayer en Bruselas, me acuerdo de las palabras de Adorno: “Escribir poesía después de Auschwitz es un acto de barbarie”.

Consulto las actualizaciones de IDEAL Digital en el ordenador. Le doy a la rueda del ratón hacia abajo y, en cuanto dejan de salir las noticias sobre los atentados, me detengo. ¿Cómo leer otras informaciones, en momentos como este? ¿No resulta de una banalidad insoportable, prestarle atención a cualquier otro aspecto de la realidad que nos rodea?

Me doy un paseo por las Redes Sociales y me siento asfixiado. Cuando todavía no ha terminado el recuento de los muertos, leo comentarios que mezclan el asunto de los refugiados con el terrorismo y a personas que exigen el cierre de las fronteras y más controles a los que vienen de fuera. Y los hay, cómo no, que aprovechan para criticar a Pablo Iglesias y a Carmena, en un ejercicio de vergonzosa demagogia.

También hay críticas al Islam. Y a las religiones en su conjunto, por supuesto. Y están los apresurados análisis geopolíticos que hacen batiburrillo y lo mismo sirven para culpar a la propia UE y sus instituciones que a Estados Unidos, Rusia, Irán o Arabia Saudí.

Y están esos bastardos que aprovechan para, en nombre de la libertad de expresión, hacer chistes de lo que ellos denominan humor negro. Qué asco, qué repugnancia me provoca ese tipo de gente…

Desconecto. Y me planteo sobre qué escribir este artículo. Estos días estaba publicando columnas desenfadadas, con propuestas culturales y de ocio para la Semana Santa. Que si libros, series, películas… ¿tiene sentido todo ello?

Después de ganar el Nobel de Literatura, le preguntaron a la poetisa polaca  Wyslawa Szymborska, nacida a pocos kilómetros de Auschwtiz, por la aseveración de Adorno. Y contestó: “Él  vivió todavía más de veinte años después de terminar la guerra. En ese tiempo hubo poetas nada desdeñables que escribieron poemas nada desdeñables. Si ese trabajo hubiera carecido de sentido, ¿para qué habría servido?”.

Sí. Las palabras tienen sentido. Y las imágenes. Y la música. Y el arte. Y las historias, los cuentos, la imaginación y la fantasía. Porque el integrismo trata de imponer su credo monolítico, aplastándonos con él. Y no lo vamos a permitir. Seguiremos leyendo, escribiendo, escuchando música y yendo al cine. Y ésa será nuestra V de Victoria.

Jesús Lens

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¿Qué estás leyendo?

Porque hoy tampoco va a hacer uno de los mejores días del año, precisamente. Y teniendo en cuenta que aún está por llegar la parte mollar de la Semana Santa, ¿qué mejor plan que quedarse en casa, leyendo? Ese es mi consejo en mi artículo de IDEAL de hoy. Leer.

Los caballeros orden toledo

La pregunta con la que abro esta columna es típica de las entrevistas de verano. ¡La de postureo intelectual que permite! Aún recuerdo a un entrevistado, sosteniendo que iba a releer el “Ulises”, de Joyce. ¡Ahí, ahí! Con un par. ¡A releerlo! Y es que, si leer viste mucho, releer te reviste de un hálito intelectual que no se puede aguantar.

Dicho lo cual, les confieso que yo también voy a aprovechar estos días para releer. ¡En serio! ¡De verdad, de verdad de la buena! Y no es postureo. Voy a releer “La araña del olvido”, la imperial novela gráfica de Enrique Bonet publicada por Astiberri.

Los surcos del azar humillación

Y es que la historia de Agustín Penón y su investigación lorquiana con la que abrí el año literario vuelve a llamarme a gritos, tras la excelente presentación que su autor hizo en Salobreña uno días atrás. Quiero leer de nuevo ese tebeo y reparar en los mil y un detalles de un libro que, como los buenos vinos, va a mejorar con el tiempo.

Quiso la casualidad que a aquella presentación también acudiera Juanfran Cabrera. Y tuve la fortuna de que me regalara unos tebeos a los que llevaba tiempo queriendo echar mano. Que su saga de “Los caballeros de la orden de Toledo”, editada por Arian, ganó hace unos meses el premio a la mejor obra nacional en Expocómic. Con guion de Javierre, las tres entregas de la serie nos conducen a aquella mítica Residencia de Estudiantes en la que coincidieron Lorca, Dalí y Buñuel. Entre otros.

Los caballeros orden toledo Dalí

¡Aquello sí que fue un acontecimiento histórico e interplanetario! Y divertido, si hacemos caso a los tebeos. Que debemos hacérselo. Que Antonio Orejudo Utrilla ya lo contó en su mágica e inolvidable “Fabulosas narraciones por historias”. Dos he devorado. Me queda el tercero. Y me apunto al crowdfunding por el cuarto, pero ya.

Y como el talento literario granadino no se agota, también les recomiendo “La botella de Bukowski”, de Rafael Ruiz Pleguezuelos, publicada por IAO Arte Editorial.

La botella de Bukowski portada

Una novela iniciática sobre la pulsión creativa y la necesidad de escribir, de la que pronto hablaremos más en extenso.

Jesús Lens

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Calle Cloverfield 10

A mí me sonaba una película anterior que llevaba un Cloverfield en el original, pero que en España se estrenó con uno de esos títulos neutros que lo mismo sirven para una comedia de enredo que para una película de superhéroes. (Era «Monstruoso» y la comenté en el anterior Pateando el Mundo, pura arqueología emocional hasta en los colores).

Y como vi que el cartel de “Calle Cloverfield 10” incorporaba el nombre de JJ Abrams como productor, el viernes de Dolores lo tuve claro y me fui al cine a darle la bienvenida a la Semana Santa.

Calle Cloverfield 10

Insisto: en estos tiempos de sobreexposición informativa, hay que tratar de ir al cine de la forma más inocente posible, sabiendo lo mínimo sobre el argumento de las películas, para disfrutar de las sorpresas que guionistas y directores te tienen reservadas.

Y, en “Calle Cloverfield 10” te esperan muchas sorpresas. Muchas y buenas. Te esperan giros prodigiosos en la trama, descubrimientos increíbles y golpes de efecto que se dejan noqueado.

No. No puedo contarte nada sobre de qué va, para no arruinarte ni uno solo de los milimétricamente medidos 103 minutos de metraje. Porque la clave de la ópera prima del director Dan Trachtenberg está en las sorpresas. En esos giros inesperados de una trama que hace de la mezcla de géneros una gran virtud.

Cloverfield 10

Eso sí: no llegues tarde al cine. Ni un minuto. La película, para disfrutarla en toda su grandeza (que la tiene) y si quieres participar del juego que plantea, requiere de tu presencia en la butaca desde el arranque. ¿Estamos?

Al no poder hablar del guion ni de la historia, destaquemos el ritmo, endiablado, de la película. Que no quiere decir que vaya todo el tiempo al límite de velocidad, sino que el director y los montadores le han dado el ritmo preciso que la misma requiere, dependiendo de la secuencia. Una película que resulta felizmente morosa en unos momentos. Endiablada en otros. Opresiva, liberadora, cómica, dramática, terrorífica, fantástica…

Y los sustos. Que los sustos, compartidos en un cine, se disfrutan mucho más. Que ya saben ustedes que no es lo mismo ver una película que ir al cine.

(Sigue leyendo esta reseña en mi espacio Lensanity)

Jesús Lens

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Semana en Serie

Una de las mejores alternativas para quienes quieran pasar la Semana Santa ajenos a saetas, costaleros y madrugás es tomarse la Vida en Serie, tal y como aconsejo hoy en mi columna semanasantera de IDEAL.

Yo me tomo la vida en serie

Para abstraerse de mantillas y procesiones, nada como pasarse la semana de pasión enganchados a alguna de esas apasionantes series de televisión que, ahora mismo, lo están petando, tal y como hacemos Blanca Espigares, Jesús Palomo, Alfonso Salazar y un servidor!

La Vida en Serie es un proyecto radiofónico que nació hace unos meses y que se puede seguir a través de Internet, donde colgamos nuestros Podcasts. El último programa, por ejemplo, versó sobre cómo las series han tratado el mundo de la política. Y créanme que el tema es muy, pero que muy jugoso. Aquí lo pueden escuchar. Los anteriores han versado sobre el género negro, con motivo de la celebración de Granada Noir, un especial sobre Segundas Temporadas y ¡hasta un programa en directo, grabamos!

Yo soy más de series

Como buenos y fieles lectores habituales de prensa, estos meses habrán encontrado mil y una referencias a la serie danesa “Borgen”, que parte de una situación muy parecida a la que tenemos actualmente en España: la formación de un complejo gobierno de coalición tras unas elecciones de resultado muy fragmentado.

Son 30 capítulos. Nada más. ¡Y nada menos! Cada uno de ellos es una lección sobre negociación, líneas rojas, traiciones, fidelidades, tactismo, compromiso, empeño y liderazgo. Si todavía no lo han hecho, déjense conquistar por Birgitte Nyborg y se convencerán de que otros dirigentes son posibles.

El sempiterno abrigo rojo de Teresa  es una pura coincidencia, ¿verdad?
El sempiterno abrigo rojo de Teresa es una pura coincidencia, ¿verdad?

Si son ustedes más proclives a la conspiranoia y creen que la política es algo muy parecido a lo que defendía “El príncipe” de Maquiavelo, su serie es “House of cards”, que acaba de estrenar su cuarta temporada. El protagonista es un perturbador Kevin Spacey, que no para de interpelar directamente al espectador, rompiendo la cuarta pared de una forma brutal para convertirnos casi en cómplices de sus tejemanejes. Y también verán la importancia que tiene una buena Primera Dama…

House of cards quotes

Eso sí, el gran monumento serial a la política es “El Ala Oeste de la Casa Blanca”. De hecho, si Josiah Bartlet, interpretado por Martin Sheen, se hubiera postulado a presidente de los EE.UU. en los años de emisión de la serie, hubiera arrasado en las urnas, llevándose por delante a Clinton y a Bush. Lo que se aprende sobre política, disfrutando de sus ocho temporadas, no tiene precio.

Ala Oeste Casa Blanca

No. Lo siento mucho. En España no tenemos ninguna serie por el estilo. ¿Se imaginan? Saldría algo como “La bodeguilla de la Moncloa”, por lo menos.

Jesús Lens

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