CARTA DEL BANCO

Entrada dedicada a todos mis compañeros

de las sucursales de CajaGRANADA.

Ellos son quienes dan la cara y tienen que decir

un duro: «No. We can´t.»

 

 

Llámenme corporativista, vendido al capital y todo lo que quieran. Pero esta carta que hoy transcribe Ignacio Camacho en el periódico ABC dice, muy a las claras, lo que pasa con los créditos y los bancos. Sin desperdicio. Y para contextualizar, muy interesantes estas notas de El País: El misterio del crédito que no aparece.

 

Léanla y lo hablamos.

 

«ESTIMADO señor, trabajo en banca desde hace dieciocho años, y actualmente soy director de sucursal en un pueblo de Andalucía. Le escribo desde la inquietud que me han provocado las palabras del ministro Sebastián y otros dirigentes socialistas, que acaso no sean conscientes de hasta qué punto nos han puesto a los trabajadores de este sector en la picota. El Gobierno nos ha identificado como los malos de la película de la crisis, porque somos nosotros los que damos la cara ante la gente. Yo no sé quién tiene la culpa del aumento del paro, o quizá sí lo sepa, pero es muy fuerte que nos la echen a nosotros para sacudirse las responsabilidades políticas».

 

«Mire, yo no estoy aquí para dar esperanzas, sino para dar dinero… a quien lo pueda devolver. En el último trimestre del año, en mi oficina la demanda de crédito se ha reducido en un ochenta por cien. Y el veinte por ciento restante es prácticamente inatendible, porque en la mayoría de los casos se trata de personas con préstamos pendientes que solicitan otro para pagar los que ya deben. Los que tienen trabajo estable no se quieren endeudar, y los comercios y pequeñas empresas zozobran en su cartera de clientes, llenas de impagados.

 

Este pueblo venía tirando razonablemente bien gracias a la construcción, pero ahora se ha triplicado el desempleo y la gente está angustiada por sus deudas. Yo no puedo darle un crédito a un parado o a un eventual que me lo pide para hacer frente a las cuotas pendientes de la hipoteca y del coche. Le podría contar que hasta ha venido alguna persona ofreciéndome como aval… ¡el subsidio de paro de él y de toda su familia!»

 

«La situación se ha vuelto angustiosa. Para un bancario denegar un préstamo es como para un médico anunciar una enfermedad grave, el peor trago profesional, con la diferencia de que el enfermo no te echa la culpa de que no puedas curarlo. Sabes que detrás de cada petición hay un drama, pero tienes que decir que no porque los impagos son cada vez mayores. Es cierto que antes éramos los propios bancos los que dábamos facilidades, pero no somos nosotros los que hemos frenado la economía, sino la economía la que nos ha frenado a nosotros.

 

Probablemente yo ni siquiera voy a cubrir la expectativa de resultados que me pide la entidad. Pero ahora resulta que yo tengo la culpa de que crezca el paro. No se puede imaginar cómo nos miran ya nuestros vecinos. Un día va a pasar algo, y entonces espero que alguien le pida cuentas a los que nos han arrojado a los leones».

 

«Si publica esta carta, arregle usted la sintaxis, yo soy más hombre de números que de letras. Y le aseguro que si los números no cuadran no es por nuestra culpa…»

NÚMEROS UNO

Dejamos la columna de hoy de IDEAL, en clave turística, ahora que comienza el año y ha terminado ese FITUR…

Más difícil que llegar a ser el Número Uno en cualquier disciplina es mantenerse ahí arriba, de forma continua, mes a mes, un año detrás de otro. ¡Que se lo digan a Federer, ese suizo tan elegante, peinado, aseado y aparentemente inalterable, que vivió en lo alto del top ten del tenis mundial durante años, hasta que llegó el ciclón Nadal para arrancarle sus lágrimas de campeón, el pasado domingo, en Australia!

 

Viendo la foto de Rafa con el trofeo y, en segundo plano, a Roger llorando a lágrima viva, me acordaba de Granada, FITUR y de las magnitudes económicas derivadas de un sector turístico en que, hoy por hoy, seguimos siendo los reyes. Pero a la baja.

Está claro que la Alhambra es el motor de desarrollo de un turismo cultural que atrae a millones de visitantes a nuestra ciudad, que Sierra Nevada es un paraíso para los amantes de los deportes de invierno y que la magia de un nombre, Granada, sigue siendo suficiente para conseguir que vengan personas de todo el mundo.

 

Pero ni podemos, ni debemos relajarnos. Hay proyectos tangibles, como la ampliación del Parque de las Ciencias o la construcción del Centro Cultural CajaGRANADA y Museo de la Memoria de Andalucía que están contribuyendo a ampliar nuestra oferta cultural y de ocio hacia zonas distintas de la ciudad, de forma que, por primera vez, los turistas podrán pasar un fin de semana en la capital sin necesidad de cruzar la hipotética frontera del río Genil que da paso al centro histórico de la misma.

 

Y, sin embargo, hay otros muchos aspectos en los que no hemos avanzado ni un ápice. Un dato: en Madrid se vendieron a lo largo de 2008 más entradas para el teatro que para el fútbol. ¿Piensa alguien que la programación de nuestros teatros -o el tirón de nuestros equipos deportivos, excepción hecha del CeBé- es susceptible de atraer a un solo visitante de fuera?

Por unos meses, los vuelos baratos parecieron ser la panacea de un nuevo e incipiente turismo: el de los viajeros ilustrados e independientes que aspiran a disfrutar de un novísimo Turismo de las Sensaciones y que prefieren la autenticidad del Albayzín en una tarde de miércoles o una visita temática y especializada a la Alhambra más desconocida que el bullicio de los grupos organizados del fin de semana.

Pero pronto despertamos del sueño para darnos de bruces con la realidad de los acuerdos congelados y las conexiones aéreas suspendidas. Y, aunque ahora ciframos las expectativas del sector en la celebración del Milenario de la ciudad, no deberíamos dormirnos en los laureles si no queremos terminar llorando como Federer, rememorando laureles pasados y viéndonos sobrepasados por la pujanza, el empuje y el músculo de destinos como Bilbao, Madrid, Barcelona o Valencia, auténticos torbellinos que han sabido aprovechar las infraestructuras culturales para revolucionar la vida ciudadana en su integridad.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

LINCE PERDIDO, GOYA ENCONTRADO

Hace unos meses, nos hacíamos eco de la súplica de «El lince perdido». Después, alabábamos la labor de Kandor Graphics desde las páginas de IDEAL. A través del Twitter nos alegrábamos el éxito de la película en los Goya, llevándose el de Mejor Película de Animación.

 

Y, casualidades de la vida, hoy pudimos disfrutar en la Sede Central de CajaGRANADA de sentirnos partícipes y protagonistas del triunfo, aunque fuera por un rato.

 

En estas fotos, gentileza de los Medios Audiovisuales de CajaGRANADA…

 

Una amplia representación del Reparto y el equipo, posando con el Goya.

 

Aquí, Inma y Silvia, auténticas Protagonistas de la velada.

 

Y el MicroDire y Raquel, la otra gran Protagonista, que nos merecemos el galardón por nuestro trabajo en «La cena del Pavo», una peli muy, muy divertida.

 

Jesús Lens, goyesco.  

BARRAS Y ESTRELLAS

El clic me vino viendo «Abierto hasta el amanecer», cuando George Clooney abre sus brazos y exclama: «¡Me gusta este sitio!», al entrar en el bar «La teta enroscada» y ponerse a tumbar chupitos de tequila.

 

¡Bares! ¡Qué lugares!

 

A partir de ahí, contacté por SMS con mi amigo Pepe -¿por qué me acordaría de él tan rápido, a la hora de hablar de tabernas?- y preparé una lista de bares que han tenido notable importancia en las pantallas de cine.

 

Una lista que empezó a estirarse hasta convertirse en una estupenda doble página que hoy publica IDEAL, a todo color y con un diseño espectacular. Nunca me cansaré de alabar ese trabajo de maquetación que convierte un puñado de palabras en una hermosa composición impresa.  

 

Espero que les guste. La verdad es que lo escribí muy despacio, paladeando cada uno de los bares por los que pasaba, recordando su música, su decoración y, por supuesto, brindando con los personajes que por ellos transitaban.

 

Les invito a visitarlos, tranquilamente, a través de este enlace.

 

Además, seguro que hay alguno muy especial sobre el que tú, querido amigo, nos quieres poner sobre aviso… Venga.

 

¡Hablemos de bares y de cine!

 

Tras hablar, ayer, de monstruos y tragedias, hoy pasamos a comentar las cosas buenas y bonitas de la vida.

 

Jesús Lens.

 

PD.- En la versión digital del reportaje no cupo el Typical Spanish, pequeño despiece sobre bares españoles en las pantallas. Aquí lo añadimos.

 

TYPICAL SPANISH

 

El cine español, por su puesto, también ha mostrado en pantalla sus bares, auténticos templos en que los amigos se encuentran, charlan, discuten y arreglan el mundo en noches sin fin. Hablando de los más recientes, tenemos que recordar el Bar Rico en que los protagonistas de «Los lunes al sol» tratan de ahogar en alcohol la miseria del paro y la desesperación que provoca una crisis a la que no se le encuentra solución. O el bar cuyo traspaso se queda la buena de Raimunda, en «Volver», en el que canta la famosa copla y en cuyo frigorífico esconde el cadáver de su marido.

 

Pero si hay un bar que marcó los años 90 y hasta sirvió para identificar a toda una generación de españolitos fue el Kronen, inventado por José Angel Mañas en una novela que, finalista del premio Nadal del 94, levantó oleadas de reseñas y provocó intensos debates sobre la juventud española y su falta de ideales y horizontes vitales. La película «Historias del Kronen», filmada en 1995 por Montxo Armendáriz, obtuvo igualmente gran éxito y repercusión.   

 

Terminamos aquí. Hay decenas y decenas de bares más que serían merecedores de aparecer en este reportaje. Bares a los que, seguro, a todos nos gustaría entrar a tomar una copa con un buen amigo. Bares con historia, tradición y sabor. Bares, en fin, de película.

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.