UN TAL HOURGLASS

El síndrome de Hourglass, dicen que se llama.

 

Esta vez no pregunto, como con la R, que os íbais a mosquear mogollón, ¿verdad Tron?

 

Y lo curioso es que, por lo general, el más dañado por el Hourglass, colateralmente hablando, es el ratón que te acompaña a la derecha. Si no eres zurdo, claro.

 

En serio, ¿quién no se ha visto alguna vez gritándole a su ordenador?

 

¿Quién no le ha dado un tantarantán al monitor?

 

¿Quién no ha hundido alguna vez sus dedazos en el teclado, de forma iracunda y con tanta saña que ha tardado dos o tres días en recuperar la sensibilidad en las falanges, lo que le ha complicado enormemente actividades básicas del ser humano como la de sacarse pelotillas de la nariz?

 

En serio, si os parece, nombramos como el Hombre de la Semana a este tipo. Porque todos hemos sido él, alguna vez en nuestra vida.

 

Jesús «Hourglass» Lens.