PALMARÉS CINES DEL SUR

Se ha hecho público el Palmarés de Cines del Sur. Esta mañana hablabamos de cine, con lo que Rip & Paz dijeron ayer en el MA de CajaGRANADA y ahora… los premios, en los que el Jurado ha acertado.

La ALHAMBRA DE ORO, premio al mejor largometraje, dotado con 50.000 euros y Trofeo, ha sido concedido a la película The Other Bank (Georgia/Kazajstán, 2009) del director georgiano George Ovashvili.

La ALHAMBRA DE PLATA, premio a la mejor dirección de largometraje, dotado con 30.000 euros y Trofeo, ha sido otorgado a la película Before the Burial (Irán, 2008) del director iraní Behnam Behzadi.

 

La ALHAMBRA DE BRONCE, premio Especial del Jurado, dotado con 15.000 euros y Trofeo ha sido adjudicado a la película Jalainur (China, 2008) del director chino Zhao Ye.

El PREMIO DEL PÚBLICO, a la mejor película, dotado con 5.000 euros y Trofeo, ha sido concedido a la película $9,99 (Israel / Australia, 2008) de la directora israelí Tatia Rosenthal.

La MENCIÓN ESPECIAL DEL JURADO, a la mejor actriz ha sido concedida a Irina Agejkina por su actuación en la película Songs from the Southern Seas y al mejor actor a Melih Selçuk de la película Milk.

El PREMIO RTVA MEDITERRÁNEOS, patrocinado por Cajasol, a la mejor película producida en alguno de los países ribereños del Mediterráneo, dotado con 6.000 euros para la adquisición de los derechos de emisión en Andalucía, ha sido adjudicado a la película Slingshot hip hop (Palestina / Estados Unidos, 2008) de la directora de origen palestino Jackie Reem Salloum.

El PREMIO NETPAC ex-aequo en igualdad de condiciones a las dos mejores películas asiáticas, ha sido otorgado a la película Flowers of the Sky (Sri Lanka, 2008) del director hindú Prasanna Vithanage y a la película Before the Burial (Irán, 2008) del director iraní Behnam Behzadi.

RIP & PAZ: MÉXICO FEO

Hoy, en IDEAL, estas notas sobre un encuentro prodigioso, en el Centro Cultural de CajaGRANADA.

 

Abrió su intervención el estudioso Mirito Torreiro señalando que la etapa artística más fructífera del director Arturo Ripstein se corresponde con la de su colaboración con la guionista Paz Alicia Garciadiego convertida posteriormente en su esposa.

 

Ripstein comenzó recordando los inicios de su relación profesional con Paz, a la que enseño a escribir guiones en unas mágicas tres horas que terminaron convirtiéndose en una feraz vida artística, prodigiosa, compartida y retroalimentada. Continuó Ripstein defendiendo la importancia capital del guión, pieza básica de las películas. Por su parte, Paz señaló lo muy difícil y complicado que es adaptar una obra literaria a la pantalla, sobre todo,  obras del realismo mágico de Rulfo o Garcia Márquez.

 

Cuando leemos, tenemos la capacidad de imaginar, soñar o fabular. Pero la pantalla no perdona y muestra la realidad de las imágenes filmadas. La mujer más hermosa del mundo, en la pantalla, es la que es. Y punto. Por ello, escribir para el cine aterra a Paz, aunque sea un privilegio que te ofrezcan escribir una película. Y de ahí nace el hiperrealismo del cine de Ripstein y Paz, aboliendo la arcadia rural de un México que ellos muestran con los plásticos, el poliéster y la cutrez de la realidad cotidiana.  

 

A la hora de escribir un guión, Paz y Arturo comienzan por el final de la historia. Desenlaces fuertes y traumáticos a partir de los que hacen fluir el tiempo hacia atrás, para ir contando la historia y la vida de los personajes, dándole una estructura lógica a una realidad que, por lo general, no lo es. Y siempre teniendo el cuenta el concepto básico en el que se basa toda la historia que cuentan y que está en la base del comportamiento de los personajes: los celos, el odio, el amor, etcétera.    

 

La charla, fecunda, siguió abundando en algunos de los secretos que están en el origen de películas como «Profundo carmesí», una de las mas desasosegantes de sus autores, o en la naturaleza de los remakes cinematográficos, para terminar hablando sobre el cambio que ha existido en la censura: de la censura política a la económica en la que, con el pretexto de que un proyecto no es comercial, los productores no financian películas alternativas, con lo que estamos asistiendo a la muerte de cine, en clarividentes palabras de Paz Alicia.

 

Una charla divertida y creativa, repleta de guiños y bromas, pero también de hondura y contenido. Una de esas charlas de las que sales con ganas no sólo de ver más películas del tándem Rip & Paz, sino también de leer, escribir y seguir aprendiendo.

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.  

DE CHARLAS, CINE & BIRRAS

Hoy es un día normal, claro, aunque con un punto peculiar. Algunos me entenderán. En fin, que seguimos en Cines del Sur, que espero más comentarios y propuestas con respecto a la propuesta que hacía esta mañana (sigan el enlace) sobre los cines del sur e Internet.

Esta tarde nos podemos encontrar en la convocatoria que sigue, o, si lo prefieren, después, para remojar la velada, que andaremos por las calles. Estamos en contacto por SMS o móvil, pero recuerden que el Isidoro Máiquez tiene una pésima cobertura. ¿Nos vemos?

La guionista Paz Alicia Garciadiego dialoga con su marido, el realizador de cine Arturo Ripstein

Por primera vez el matrimonio formado por la guionista Paz Alicia Garciadiego y el director mexicano Arturo Ripstein se sientan a conversar en público sobre sus películas. Hoy, viernes 19 a las 19:30 horas en el Teatro Isidoro Márquez de CajaGRANADA (Avda de la Ciencia, 2)

Arturo Ripstein nació en México en 1943. Reputado cineasta y guionista, su relación con el cine está ligada a su historia familiar: su padre era un reconocido productor. En 1962 Ripstein hace de asistente de realización de Luis Buñuel en El ángel exterminador. En 1972 escribió para Jorge Fons el guión de Cinco mil dólares de recompensa. Es éste un período de gran actividad en el que Ripstein funda, junto a Felipe Cazals, Pedro F. Miret, Tomás Pérez Turrent y Rafael Castanedo, la empresa Cine Independiente de México, para la que haría varios cortometrajes experimentales.

En 1965 llegaría su ópera prima, Tiempo de morir, con guión de Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez y una marcada influencia del western norteamericano. En 1975 dirige su primera película internacional, Foxtrot, a la que siguen una serie de adaptaciones muy notables que culminarían con La seducción en 1979. Durante la década de los setenta, Ripstein se consolidó como director e inició una de las etapas más fructíferas de su carrera, que incluye algunas de las obras más importantes del cine mexicano contemporáneo: El castillo de la pureza, El lugar sin límites y Cadena perpetua.

En 1985 dirigió El imperio de la fortuna, adaptación de Juan Rulfo, con la que logró el éxito internacional. Su filmografía posterior está marcada por el encuentro con la escritora Paz Alicia Garciadiego (México, 1949), que daría obras como Principio y fin, Concha de Oro en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián en 1993, y Profundo Carmesí, Osella de Oro en la Muestra de Venecia de 1996. Más de veinte años haciendo películas en común entre las que se encuentran El imperio de la fortuna (1986), Ciudad de ciegos (1991), Mentiras piadosas (1987), Profundo carmesí (1996), El evangelio de las maravillas (1998), El coronel no tiene quien le escriba (1999) (basada en la novela homónima de Gabriel García Márquez) ó La virgen de la lujuria (2002).

CINES DEL SUR: ¿Y POR QUÉ NO EN INTERNET?

Con la columna de hoy de IDEAL pueden o no estar de acuerdo, pero díganme el porqué, que creo es interesante para todos y nos puede hacer reflexionar.

 

Lo peor de «Cines del Sur» es que provoca ansiedad, nervios y sentimiento de culpabilidad: por mucho empeño que le pongas y por buena disposición que tengas, no puedes llegar ni a un 25% de su excelente propuesta cinéfilo-alternativa. Como el agente Bauer no se cansa de repetir en la añorada serie «24», ¡no hay tiempo! Por eso guardo como oro en paño las guías y catálogos que edita el Festival, con los títulos de las películas y los nombres de los directores más interesantes bien subrayados, en un intento de no olvidarlos para, en algún momento, conseguir acceder a dichos títulos.

 

Acceso. Ésa es la clave. El concepto. Escuchando a autoridades fílmicas de la talla de Souleymane Cissé o de Arturo Ripstein, llegamos a la conclusión de que el elemento esencial para la supervivencia de los cines del sur radica en el acceso. El director maliense sostiene que hacer cine en su país es sinónimo de estar loco, como reseñamos en el enlace adjunto. Poner en marcha cada proyecto es infinitamente complicado, teniendo que superar las dificultades más arduas e inimaginables. Y, si luego no podemos ver el fruto de ese denodado esfuerzo, ¿para qué sirve?

 

Ripstein, con la contundencia que le caracteriza, dice lo siguiente: «El público no es imbécil, pero está condicionado como un zombi para ver películas (norte)americanas… los gringos lo tienen genial y convencen al mundo de que hacen las únicas y mejores películas , una falsedad que no era tal hace muchos años.» Pero hoy sí. Nos guste más o menos, las pelis yanquis son las que parten la pana. Al menos, en las salas de cine convencionales. Y como las de Arte y Ensayo ya no existen, excepto en las grandes capitales, es una guerra que debemos dar por perdida.

 

Pero no podemos renunciar al acceso a esas otras filmografías, africanas, latinoamericanas y asiáticas. Cines del Sur es una inmejorable ventana para asomarnos a un exuberante universo fílmico que cambia la pirotecnia hollywoodiense por la intensidad de las emociones humanas, como defendía Cissé. Pero Cines del Sur sólo dura una semana. Una intensa, excitante e inabarcable semana, pero después, ¿qué?

 

Tenemos dos posibilidades no excluyentes: las instituciones e Internet. A lo largo del año, tenemos que seguir disfrutando de este cine en las pantallas de la Filmoteca de Andalucía, la Diputación de Granada o el teatro Isidoro Máiquez. La erradicación de la exclusión y la pobreza también tiene que abarcar a la cultura: ¡luchemos contra el empobrecimiento intelectual que provoca la tiranía del mercado!

 

Además, contamos con Internet. ¿Por que no convertir la Red en el gran medio de difusión del cine alternativo? Internet. El demonio de las discográficas, el paraíso de las descargas ilegales, la gran autopista de la Banda Ancha ha de convertirse en el mejor aliado de los Cines del Sur.

 

Dice Ripstein: «Yo tengo unos 4.000 seguidores en el mundo entero que no son imbéciles, a los cuales respeto profundamente. El público es brillante, pero la masa es monstruosa». Apelando a ese público serio y comprometido: ¿por qué no promovemos, desde Cines del Sur, una plataforma de intercambio y descarga de películas alternativas que, por un precio asequible o, a través de una suscripción mensual, nos permita conocer, disfrutar y difundir unas películas que, siendo patrimonio de la humanidad, son más difíciles de encontrar que los tesoros arqueológicos que buscaba el mismísimo Indiana Jones?

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

MILLENIUM I & LA CHICA QUE SOÑABA…

Ha llegado. El 18J. Ayer hablábamos de ello en IDEAL, como pueden leer si siguen el enlace. Demos una vuelta más de tuerca a Larsson. ¿Piensan que estamos emparanoiados? Pues no somos los únicos: parece que se han vendido 200.000 ejemplares, en un sólo día, de la tercera entrega de Millenium. 200.000. Impresionante.

Después de leer «Los hombres que no amaban a las mujeres» y comprar mi ejemplar de «La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina», guardé éste en el anaquel de los Libros en espera de lectura, como oro en paño. Aún quedaban varios meses para que la editorial Destino, en un calculado y medido ejercicio de marketing, pusiera a la venta la tercera y última parte de la saga Millenium y, como soy un ansioso, no quería quedarme en ascuas.

 

Fui leyendo un libro detrás otro, dejando siempre a Larsson en la estantería, reservándolo para un momento especial, sabiendo que podía prolongar el placer de la espera hasta el mismo mes de junio ya que no sería hasta el 18 de ese que «La reina en el palacio de las corrientes de aire» fuese publicado, con el fin de inundar las playas y los aeropuertos veraniegos.

 

Además, sabía que una vez empezara la segunda parte de Millenium, tendría que dejar a un lado buena parte de las cosas que habitualmente me gusta hacer. Y es que las novelas de Larsson enganchan como pocos libros son capaces de hacerlo. Cuando estás sumergido en su lectura no te importa olvidarte de amigos, eventos, citas, estrenos cinematográficos… lo que sea. Lo único importante: leer. Seguir leyendo.

 

Y por eso no quise ir a ver el estreno de «Millenium I» al cine. No vi un trailer y ni tan siquiera las fotos de los reportajes de los periódicos. No quería que los rostros de los actores me condicionasen la lectura. Yo quería que mis Mikael y Lisbeth siguieran siendo míos y sólo míos, la imagen que de ellos me he trazado.

 

De hecho, había pensado no ver la película hasta haber terminado de leer el desenlace de la trilogía, tal y como me sugirió una Amiga generalmente cabal y sensata. Pero hay ocasiones en que los mejores propósitos chocan de frente con la realidad y se hacen felizmente añicos. Así que el viernes fui a ver Millenium, la película. Y el resultado… ni fú ni fá, la verdad. No es que sea decepcionante, pero tampoco arrebatadora. El actor que interpreta a Mikael es feo de narices, la antítesis del Brad Pitt que, dicen, puede ser el periodista en la versión que Tarantino quiere filmar, dicen, de Millenium. Lisbeth sí que está conseguida. Aguerrida, pequeñita y peleona.

 

La historia que cuenta la película es, únicamente, la de la localización de la desaparecida Harriet. De toda la trama económico financiera… ni una palabra. Y, quizá, fue la parte del libro que más me gustó. Así que… una película del montón, que sin desmerecer totalmente el original literario del que parte, tampoco le hace la justicia que nos hubiera gustado a los lectores.

 

Además, adelanta alguno de los aspectos esenciales de la segunda novela, por lo que me alegré infinitamente de no verla hasta haber terminado de leer ésta. Una segunda parte de la trilogía que, para mi gusto, es más floja que la primera. O, siendo justos, menos atractiva, menos adictiva.

 

Primero, porque sólo hay una trama principal, aunque aparezca desdoblada y llena de meandros. Y, segundo, porque las relaciones de los personajes son más frías y, por tanto, la química entre Mikael y Lisbeth se ha desvanecido.

 

Pero, aún así, las setecientas y pico páginas de «La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina» caen a una velocidad vertiginosa. No se leen. Se devoran, confirmándose que el fenómeno Larsson que glosáramos en IDEAL sigue vigente, por mucho que la crítica especializada considere que estamos ante literatura de bajo nivel. Una discusión que deberíamos abrir a la discusión pública, ¿no o parece?

 

Vamos a darle una pensada a qué llamamos alta literatura y baja literatura y, en unos días, nos metemos en harina, ¿de acuerdo?

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

Adicto a Larrson.