La columna del viernes de IDEAL, en clave crítico-deportiva.
Estos días andamos en Málaga, jugando un torneo de baloncesto entre amigos de distintas cajas de ahorros, cuyas semifinales tenemos a las 12, contra nuestra bestia negra de Catalaunya. Y, la verdad, cuando suena el despertador a eso de las siete de la mañana, no hacemos sino preguntarnos eso de «pero qué necesidad tengo yo…»
Es lo mismo que se preguntan nuestros dos Álvaros. Uno se ha hecho un esguince y anda poniéndose hielo y cremas varias para poder jugar el próximo partido y el otro, a la espera de que le hagan una artroscopia, ha de vendarse los tobillos con apósitos compresores para poder aguantar medio tiempo sin que los pies se le descoyunten.
Y todo ello, por gusto, por afición. Como cuando nos levantamos los domingos a eso de las ocho de mañana, los amigos de Las Verdes y demás participantes en el Circuito de Fondo de la Diputación, para tomar la salida en carreras de diez o más kilómetros, en lugares como Baza, Almuñécar, Motril o Santa Fe.
Decenas, centenares de personas, atletas populares o baloncestistas aficionados que nos dejamos la piel practicando deporte de forma amateur, pero absolutamente comprometida con nuestros compañeros de equipos, peñas y, sobre todo, con nosotros mismos. Deportistas populares que, yendo más allá del meramente «hacer ejercicio» por mantenernos en forma, nos dejamos la piel en los entrenamientos, las pachangas o las distintas competiciones en que participamos.
Todo ello supone, además, robarle tiempo al tiempo y, sobre todo, al descanso, a la familia, a los amigos u a otras aficiones e inquietudes. Y, como decíamos, por puro gusto, costándonos el dinero en la mayor parte de los casos. Eso sí, cuando competimos, por lo general, peleamos, luchamos y sufrimos como auténticos profesionales.
Por eso resulta tan irritante escuchar que, en tiempos de crisis como los que vivimos, además de cobrar indecentes sueldos mil millonarios, a los jugadores del Real Madrid les van a dar una prima de ciento veinte mil euros si ganan siete partidos de fútbol consecutivos. Uno, que es merengón, veía el partido de Champions entre los suyos y un desconocido equipo bielorruso cuyo presupuesto de la temporada era diez veces menor que el sueldo de Raúl, y, la verdad, deseaba que los madridistas no ganaran.
Si a profesionales de una cosa tan trascendente como es el fútbol hay que motivarles con una prima de veinte millones de las antiguas pesetas para que hagan su trabajo es que algo huele a podrido en el sistema. Una cosa, y también sería muy de discutir, son los incentivos o las primas por conseguir títulos y otra muy distinta, que raya en lo vergonzante, es tener que primar a unos profesionales para que no hagan el ridículo en el desempeño de su trabajo. Precisamente porque nos gusta el deporte, lo practicamos y lo seguimos, ejemplos como los de este Real Madrid nos parecen tan tristes como indignos y lamentables.
Jesús Lens Espinosa de los Monteros.
Comentarios
11 respuestas a «MOTIVACIÓN»
y suman todo lo que ganan los españoles y lo dividen entre todos los españoles y salimos a un paston.
es un espectáculo. son artistas. que me digo, de donde sale todo ese dinero? que hacienda toma nota del bolsillo donde entra PERO del bolsillo de donde sale?
y como artistas que son, paguen a la hacienda el 40% de irpf.
Siempre me ha parecido una vergüenza los honorarios de los futbolistas de los principales equipos.
Parece que le robamos tiempo al tiempo, pero, cuando pasa éste, nos damos cuenta que en realidad, lo ganamos haciendo algo. Tras el trascurso de los años, si miramos hacia atrás, y vemos que no rellenamos ese tiempo, sólo encontramos una época vacía, desinflada, sin nothing inside.
Claro
… y súmale lo que algunos ganan con la publicidad, y viendo jugar a este madrid bien podrían anunciar pastillas contra el aburrimiento y la diarrea (lo dice un madridista)
Buen post. Los jugadores se han convertido en mercenarios, no tienen más pasión ni más ideales que el dinero (como el ejemplo de Robinho). Les regalan coches de alta gama, salen con supermodelos y encima dicen que no están motivados, que la moral está baja… para ir a mear y no echar gota…
No las tenía todas conmigo con esta columna, pero algo que me tenía que sacar. Son cientos de miles de personas que están en peñas o en equipos aicionados y se dejan la piel para que lleguen los desmotivados a pedir primas de 120.000 euros. De pena.
Foces, como dices, Hacienda debe meter ahí el cuchillo a fondo. Clarito, eso es. Le robamos tiempo al tiempo haciendo lo que nos gusta.
Zagalillo, ser madridista cotiza a la baja este año ¿verdad?
Lo del Madrid es, de verdad, una ostia directa a la cara, un insulto, una porquería de actitud para nosotros, vosotros, ellos, todos. Que no hay que recordar que estamos en tiempos de vacas flacas, que no hay que decir cómo sobreviven muchas familias, que es la antítesis del deporte que estos impresentables tengan que ser untados (más) económicamente para darles un toque de atención. Debería haber cláusulas en un contrato profesional de fútbol que restase dinero si no hacen bien su trabajo, qué demonios. Es, de verdad, vergonzoso, cuando me enteré me caí de espaldas. Que conste que en esta opinión no influye para nada en absoluto que sea culé. El fútbol y la asquerosa profesionalización que impera me da asco.
Javi (asqueado)
Ah, me encanta tu artículo, por lo que me toca y porque el mérito está en los populares, en los partidillos domingueros de peñas y amigos, etc. Deporte sin intereses.
Pero no nos quejemos, que entre todos provocamos que esta gente gane tanto dinero. Si no llenáramos los estadios, o no hubiera audiencias millonarias, o no se vendiera tanto el Marca y el As (son los periodicos más vendidos en España con diferencia) sería posible en ese mundo, o no hubiera tanta gilipollas palmero esperándolos a la puerta de estadios u hoteles…. Y tampoco echemos la culpa a quien provoca el espetáculo y recibe el dinero ¿ renunciariamos alguno de nosotros a esos emolumentos ? Lo que sí ocurre, como dice Jesús en su artículo, es que todo está podrido en este mundo de sumas astronómicas y deberíamos de apuntar a quien gana aún mucho más que quienes son protagonistas del espectáculo, que para colmo especulan y no mueven un dedo. Verdades como puños, como te decía esta mañana, Alter.
Cierto, Alter. Una mafia de intermediarios, intereses televisivos, representantes de deportistas… Como dice Javi, esto último que se ha inventado Calderón es el colmo de la repugnancia.
Yo no soy un fanático seguidor deportivo, pero me gusta ver de vez en cuando el futbol o el baloncesto. Sin embargo, la base del deporte está en los cientos de miles de anónimos que nos ponemos unas zapatillas y practicamos nuestros deportes favoritos.
Siempre, siempre, mejor hacer deporte que ver deporte.
Es que los «pobres jugadores» que ganan millones de euros al año, necesitan un psicólogo porque no tienen motivación. ¡Lastimica! Si yo fuera entrenador, en vez de psicólogo, cada lunes después de un domingo desastroso los pondría a cargar carrillos de mezcla campo arriba, campo abajo y nada de entrenar. ¡¡¡A ver si se motivan así!!!
Jajajjaa. Ivanovic, el entrenador del TAU de basket, es así. Ayer nos contaba un colega que lo conoce bien que una vez que perdieron en Málaga, les obligó a hacer el trayecto Málaga-Vitoria en bus… sin pararse ni a mear.
Será por ello que últimamente casi ni veo fútbol por televisión. Quizás por estas desigualdades tan vegonzosas y que afloran en los deportistas de élite (especialmente el fútbol, aunque no dejemos de lado otros deportes), me siento un ser tan ridículo e insignificante: ¡ como ciudadano y persona !
Quisiera citar en el buen sentido y de admiración a Pau Gasol y su campaña pro-Unicef.
Gracias Pau (PAZ).
Gracias a todos. Alfa79