MI ÚLTIMA PALABRA

La columna de hoy de IDEAL es como un exabrupto que se grita más que se escribe. Lo sé. Era la intención al redactarlo.

 

 

A mí se me ocurrió que la más indicada, por las muchas acepciones que tiene sería un fuerte, alto, claro y estentóreo…

 

¡JOOOOODER!

¡Es la misma!
¡Es la misma!

Pero seguro que se os ocurren otras mucho más apropiadas…

 

¡La última palabra!
¡La última palabra!

Y, lo dicho, se trata de resumirlo todo en una sola palabra. No valen epitafios compuestos.