MI ÚLTIMA PALABRA

La columna de hoy de IDEAL es como un exabrupto que se grita más que se escribe. Lo sé. Era la intención al redactarlo.

 

Me acordaba de ello al leer una propuesta de un amigo Feisbuquero: si el mundo se acabara ya, ahora mismo, en este instante, y sólo pudieras decir una palabra, sólo una, ¿cuál sería? Imagina que es 21-12-12, que la profecía maya se cumple y Kukulkán, el Elegido, no consigue cumplir con su destino.

 

A mí se me ocurrió que la más indicada, por las muchas acepciones que tiene sería un fuerte, alto, claro y estentóreo…

 

¡JOOOOODER!

¡Es la misma!
¡Es la misma!

Pero seguro que se os ocurren otras mucho más apropiadas…

 

¡La última palabra!
¡La última palabra!

Y, lo dicho, se trata de resumirlo todo en una sola palabra. No valen epitafios compuestos.