Tendemos a pensar que tenemos, siempre, todo el tiempo por delante. Pero no es así. Hay cosas que, o hacemos ahora, o ya no haremos nunca. Por ejemplo, el cambio climático hace estragos. Así, las célebres nieves del Kilimanjaro tienen sus horas contadas. Pero es que, además, una feroz sequía se está cebando con Kenia.
Como las cosas sigan así, los safaris del futuro serán como éstos que nos muestra Andreas Smetana en ESTA campaña para World Wildlife Foundation, premiada por el World Press Photo.
Los fondos marinos serán así:
Las zonas verdes presentarán este aspecto:
¿Está en nuestra mano hacer algo para cambiarlo?
Jesús Lens, inquietado por el tiempo que se nos va…
Comentarios
4 respuestas a «EL TIEMPO SE ACABA»
Claro que sí. No todo depende de los gobiernos y de las políticas globales contra el cambio climàtico. Es responsabilidad de todos. De cada uno de nosotros depende en una pequeña medida ahorrar todos los días un poquito de energía, de agua, de cobustible… Todos sumamos y si no tenemos cociencia de ello es que no estamos haciendo bien las cosas. Tenemos que colaborar y participar, cada uno en la media que pueda. La suma de todos serà un gran logro.
Andi que no chato. Pero es tan, tan difícil cambiar los hábitos adquiridos…
Ayer leía en no sé qué periódico que, según los testigos de hielo de la Antártida, hace 120.000 años allí había habido mucha más temperatura que en la actualidad. Otro decía que el cambio climático era debido al metano de las vacas. Por la geografía sabemos que en el Sahara había unos cocodrilos muy especializados y grandes bosque con pinturas rupestres espléndidas. Por la antropología, sabemos que el número de habitantes va creciendo de forma exponencial –no, no voy a exponer la teoría de Malthus- pero es cierto que el hombre es depredador por naturaleza y en los últimos tiempos hemos pasado de 6.000 millones en 1999 a los probables 9.100 en el años 2050. Si, sé que la alimentación no es tema de producción sino de distribución, pero no es lo mismo lo que “destruyen” 500 millones de personas que lo que hacemos los actuales 6.500 millones. (por cierto, ya no se oye “nada” de la capa de ozono).
En la semana pasada los grandes gurús de las todopoderosas universidades americanas, verdaderas fabricantes, para nuestra envida, de Nobeles, no sabéan a qué achacar la desaparición de sus mamut lanudos: había sido antes de choque del meteorito, antes de la llegada del hombre, no había habido alteración vegetal ni climática… no ha encontrado causa plausible…
Me gustan los fósiles y me he encontrado algunos marinos en cimas de más de 1.400 metros, con con edades entre 140 y 60 millones de años y nosotros los sapiens-sapiens con apenas 40.000 años ¿Seguro que las teorías de Hipátia no está aún en uso (por cierto, Jesús, para mi gusto es una grandísima película, vamos peliculón).
Voy aparar a que pienso que la tierra tiene su propia “velocidad” de cambio en su casi infinito tiempo geológico, que es independiente, o no es tan dependiente, de lo que los humanos hagamos. Además, ¿Con que fuerza moral podemos prohibirles a los países en desarrollo su cuota de emisiones, aunque se las compremos? ¿No será que tendremos que cambiar nuestra vida y adaptarla a la tierra en vez que de la tierra se adapte a nosotros?
Muy largo, perdón.
Como dices, con su mera presencia, esos miles de millones de seres humanos estamos alterándolo todo.
De esta mañana: «El Ártico amenza con fundirse por primera vez en 15 millones de años»
Efectivamente, o nos adaptamos a la Tierra o en esta especia de guerra declarada que tenemos contra ellas, nos barrerá de su faz.
Al final, Roland Emerich va a tener razón con su cine colosalista y milenarista, de catásrofes.
PD.- A mí tb me gustó Ágora, pero podría ser mejor.