El final del verano, llegó

Y, en este caso, lo hizo de forma abrupta y radical. De hecho, esta pareja no tuvo ocasión de sufrir el síndrome postvacacional. Y todo, por no hacer caso al ministro Soria y quedarse en España, practicando turismo nacional. ¡Con bien que se está en España, viendo caer cabras del campanario o alanceando toros y vaquillas, ¿qué necesidad tenían estos chavales de ir a otros lares, a otros mares? ¡Dónde se ponga una buena medusa mediterránera…!

Bienvenidos, a los que vais volviendo. Se os echaba de menos, carajo.

 

Y pensad que, siempre, la cosa podría ser peor… 

 

Jesús autoayudante Lens