Paul Morand (1888-1976) Diplomático y escritor francés.
Noel Clarasó (1905-1985) Escritor español.
Benjamin Disraeli (1766-1848) Estadista ingles.
Noel Clarasó (1905-1985) Escritor español.
En fin, que no es momento ni lugar para hacer este tipo de consideraciones y si para alabar las bondades de una ciudad vital y vitalista como es Sarajevo, mestiza y pluricultural, aunque la minoria serbia sera mas minoria que nunca.
Lo siento por las Enies, pero en un rato debemos coger un tren y estas notas son muy apresuradas, que vinimos a imprimir el resguardo de nuestro hotel en Budapest, que obtuvimos a traves de Viajes Occidente ya que la casualidad ha querido que Alonso, Hamilton & Co. esten en la capital de Hungria a la vez que nosotros, lo que hace mision imposible encontrar hotel por alla.
Amo Sarajevo. Amo una ciudad que, tras anios de guerra, celebra festivamente la vida, todo el mundo en la calle, llenando los cafes, las tabernas y los bares. Imagino que el invierno, ademas, sera terrible asi que hy que aprovechar estas fechas.
Las chicas musulmanas se visten con panuelos multicolores, que combinan con gusto exquisito. Se abrzan a las catolicas, ortodoxas, ateas o agnosticas e indiferentes con total normalidad y no es raro verlas en Terranova, tienda de ropa fashion de la capital de Bosnia Herzegovina, comprando ropa juntas.
Puedes o no beber cerveza. En la mayoria de los bares la hay. En otros no. No pasa nada. Y los mojitos, caipirinhas y Margaritas, ricos ricos. Pero los bocados de las balas y los morteros aun son visibles. Y el esqueleto de la biblioteca de Sarajevo es un mudo testigo, muy elocuente, de la terrible carniceria que se desarrollo en estas mismas calles hace un puniado de anios. Imposible sustraerse a ello.
Por eso he comprado un Boli-bala, como recuerdo de Sarajevo. un boligrafo hecho con el recubrimiento de dos balas. Los instrumentos de matar y destruir quemaron dos millones de libros y documentos irremplazables. Ahora, las balas sirven para fabricar instrumentos de cultura y transmision de conocimientos.
Pero de todo ello hablaremos mas largo y tendido a la vuelta.
Ahora debemos reseniar que estamos cansados. Van a ser 24 dias consecutivos de viaje, sin apenas descansar. Viajando en trenes cutres muchas veces, por la noche, para aprovechar el tiempo y, reconozcamos que, tambien, para ahorrar algo de dinero en alojamientos. Pero el cansancio se deja sentir y, sobre todo mi Sacai, anhela volver al Zaidin. A mi me da pena no poder seguir hacia Montenegro, Kosovo, Macedonia y Grecia, pero el tiempo es limitado. Por desgracia. Me iria un par de dias a Dubrovnik y la costa dalmata, descansaria, leeria y seguiria otro mes de viaje.
Hoy y manana estamos en Zagreb. La lluvia no nos permite ir a los lagos de Plitvice manana, como era nuestra intencion. La idea era pasar alli el dia y tomar el tren nocturno que, en 10 horas, nos dejaria al amanecer en Sarajevo. De todas formas tomaremos ese tren, para amortizar una noche de viaje, aunque lleguemos molidos. Pero merece la pena. Al final no alquilamos coche y lo hacemos todo en tren. Es mas facil y nos ahorramos bastantes centenares de kilometros porque volver de Belgrado a Liujbliana y trasponer de alli a Budapest era una locura.
La idea es, pues, pasar hoy y manana en Croacia; dos o tres dias en Sarajevo y otros tantos en Belgrado (Serbia) -ahora tan tristemente de moda- para llegar a la capital de Hungria el sabado, volar a Madrid el domingo por la tarde y un ultimo viaje de Madrid a Granada el domingo tarde noche, en bus.
Y el lunes…
Bueno, el lunes da igual.
Hemos estado en el Museo Drazen Petrovic, pero estaba cerrado. Lo siento por nuestras camisetas, amigos Pepe y Alvaro. Desde fuera vimos los trofeos, nos hicimos unas fotos y cuando empezo a jarrear, salimos a toda velocidad en busca de un buen refugio.
No hemos visto ni una senial de aquella guerra que vapuleo toda esta zona, aunque durante el trayecto en tren, hermosisimo, entre Lujbliana y Zagreb, remotando inmensos bosques de coniferas y atravesando rios montaniosos entre jirones de niebla, no podia evitar imaginar toda la zona llena de soldados, voluntarios, guerreros, etc. Que pena.
Ahora es una zona tranquila, pero la gente no habla mucho que digamos. Complicada la interaccion con el personal, me temo. En fin, que nos queda una semana de estancia por los Balcanes y que, en la medida de lo posible, lo seguiremos contando.
A ver como se nos da la noche a bordo del expreso a Sarajevo, una ciudad que tengo muchas ganas de conocer, con una terrible e inmensa historia a sus espaldas. Muchos paisajes, muchas vivencias, muchas ciudades, muchos trenes y mucha Europa, que en estas tierras y paisajes se ha escrito buena parte de nuestra historia. En fin, que seguimos en ruta.
Un abrazo, buena gente.
Vale. La Semana Negra 2008 ha terminado. Estamos en madrid, apunto de comenzar nuestro periplo por los Balcanes, en apenas un puñado de horas. Nos pueden seguir, desde la margen derecha de esta pantalla y si la cosa funciona, a través del Twitter. Pero les confieso que ya estamos pensando en… Semana Negra 2009.
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PD.- ¿Leyeron la columna del viernes pasado en IDEAL? Iba sobre malos que molan. No dejen de leer la de este viernes, por otra parte. Saludos cordiales a todos. Y todas. Claro. Y clara.
No sé si una imagen vale mil palabras, pero, desde luego, lo que esperamos todos los participantes en dicha exposición es que nuestras fotografías sean lo suficientemente estimulantes como para provocar sensaciones, reacciones, conversaciones, pensamientos, diálogo y discusión. Nada más. Y nada menos.
Nos vamos, pues, a un festival de teatro que ha cumplido veinte años y que reúne a compañías de África, América Latina y España en el singular pueblo de Agüimes. Un encuentro multicultural en que Antonio Lozano consigue que personas de los orígenes más distintos y las procedencias más dispares se relacionen, se comuniquen, charlen, rían e intercambien experiencias. Un encuentro en que los diferentes colores, religiones, razas e idiomas no importan. Lo que importa y lo que más se aprecia es la voluntad de compartir un puñado de días y noches cuajados de creatividad, libertad y talento.
Y, después, partimos hacia Gijón y su Semana Negra, cita ineludible desde hace varios veranos donde el destino ha querido que presentemos a dos excepcionales autores argentinos que han revolucionado la novela negra y criminal del siglo XXI: Carlos Salem y Leonardo Oyola, cuyas obras, distintas, mestizas, rotundas y potentes son finalistas de los premios literarios más importantes de la Semana.
Y, por todo ello, este año no podremos bajar, ni una vez, al delicioso Parque del Majuelo de Almuñécar, a disfrutar de sus mágicas noches de jazz. Y eso que el cartel de este año resulta especialmente atractivo y variado. De estar aquí, no me perdería al trío de Avishai Cohen, que nos maravillara hace unos años en el Festival del Jazz de Granada, ni la presumiblemente marchosa noche africana, con Richard Bona, Lokua Kanza y Gerald Toto.
Y, además de para escuchar al resto de estrellas de este vigésimo primera edición de Jazz en la Costa, movería cielo y tierra para ver en vivo al grupo de Sergio Pamies y su actuación junto al armonicista Antonio Serrano. De entre los discos escuchados estos meses, la fusión del jazz con el flamenco del “Entre amigos” de Pamies ha sido de lo más excitante. Desde su súbito arranque, con la voz de El Coloraíto, hasta sus homenajes a Chick Corea y Wayne Shorter, estamos ante un disco repleto de matices, lecturas y sensaciones, que se disfruta desde la primera escucha, pero que crece y crece a medida que se va oyendo, una y otra vez.
Días de julio en que el destino nos lleva al Sur. Y luego, al Norte. Y más adelante, al Este. Pero ésta es ya otra historia… que no sé cuándo contaremos. Porque desde este momento, este Blog se queda en stand by. Lo que, con motivo precisamente de irnos a patear el mundo, podríamos definir como…
Jesús Lens Espinosa de los Monteros.
Etiquetas: vacaciones, destino, semana negra, festival del sur, senegal, viaje, africa, balcanes