Dar cera, pulir cera

Estoy tiritando, al leer el titular de IDEAL sobre el dictamen del TSJA, que condena a la Junta de Andalucía a pagar 165 millones de euros de indemnización a los promotores del Nevada. Porque la Junta de Andalucía, para esto de pagar, somos usted y yo, estimado lector.

Toda vez que aún queda la posibilidad de interponer de recurso de casación ante el Tribunal Supremo, seguiremos esperando, pero pintan bastos. Disparates como éste, o el del Algarrobico, nos obligan a plantearnos en qué manos estamos y si, en realidad, quienes dictan según qué resoluciones, saben lo que hacen. Que, de acuerdo con los testimonios de los concejales del PP en el Caso Serrallo, debemos concluir que no. Que no tienen ni pícara idea, votando según sople el viento.

 

Pero no quiero dejar pasar esta columna sin hablar de un tema supuestamente menor… excepto para los accidentados en la calle San Juan de los Reyes, diversos transeúntes y motociclistas que dieron con sus huesos en el piso por culpa de la cera vertida durante unas procesiones.

Recuerdo ahora que, apenas habían pasado unos días del final de la Semana Santa cuando, corriendo en el parque Tico Medina con un amigo, escuchamos las cornetas y los tambores de una banda. —Estarán ensayando para el Corpus —comentamos. ¡Craso error!

 

Resulta que, entre el final de la Semana Santa y el final de mayo, hay… ¡setenta permisos solicitados para organizar procesiones o actos religiosos en el Centro de Granada y en el Albaicín! ¡70! ¡En un mes y medio! ¡Joder! Y lo peor de todo es que, como no están bajo el foco mediático, hay cofradías que incumplen las ordenanzas, procesionan con sus tradicionales velones de cera y la cosa termina con la gente ahostiándose por las calles. Literalmente.

 

“Dar cera, pulir cera”, sostenía el señor Miyagi. En Granada, las cofradías, dar cera, lo que se dice dar cera… la dan que da gusto. Lo de pulirla, prefieren dejarlo para el Ayuntamiento. Y si, en el ínterin, la gente se fractura un hombro o el cúbito y el radio, pues pensarán que tampoco es para tanto. Que habrá que darles contenido a los dos hospitales completos…

Este abuso es sencillamente intolerable. No es solo que las cofradías se adueñen de la ciudad, ¡es que la convierten en una letal y vertiginosa pista de patinaje!

 

Jesús Lens

Conversando con Rafael Escuredo

Si yo les digo que hoy va a ser un miércoles negro, ustedes se pondrían en lo peor. Sin embargo, si les digo que será noir, me entienden a las mil maravillas. Porque hay palabras, términos y conceptos que adquieren un significado propio que va más allá de su origen, de su fonética y hasta de su idioma materno.

Hoy será un miércoles noir en el que, a las 20 horas, en el Palacio de Bibataubín, tendremos la ocasión de conversar, largo y tendido, con Rafael Escuredo, autor de la novela “Los santos custodios”, publicada por la editorial Almuzara en su colección Tapa Negra.

 

Les confieso una maldad: los aficionados al noir somos especialmente suspicaces con los autores que, de repente y sin previo aviso, se acercan al género negro. De ahí que la burbuja de presentadoras de televisión que se están pasando al policial nos resulte de lo más inquietante y perturbador.

 

Cuando supe que Rafael Escuredo, uno de los primeros presidentes de la Junta de Andalucía, había publicado “El blanco círculo del miedo”, una novela negra protagonizada por un inspector de policía llamado Sobrado, sospeché. Sin embargo, cuando escuché su conversación con Juan Ramón Biedma en la Semana Negra de Gijón, mis suspicacias se volatilizaron. Porque, desde que Escudero dejara la presidencia de la Junta, en 1984, ha trabajado como abogado. Y les aseguro que, de tramas negras y criminales, tiene mucha y muy completa información.

Leí aquella novela con gusto e interés. Me gustaron los protagonistas, los secundarios, los escenarios, el trasfondo y las líneas argumentales. De ahí que no dudara en hacerme con “Laberinto de mentiras”, su siguiente novela, que trata sobre las mafias chinas y está muy relacionada con “Sociedad negra”, del maestro Andreu Martín.

 

Lo he repetido mil y una veces: la novela negra que me interesa es la que alumbra los rincones oscuros de la sociedad. La que ilumina sus zonas de sombra. La que rasca en la superficie de la realidad para profundizar en el meollo de lo que ocurre en las calles… y en los despachos del poder. Esa novela que confiere profundidad dramática y dimensión literaria a los titulares de periódico que un día nos estremecen, pero que olvidamos al día siguiente.

Y, se preguntarán ustedes: ¿qué hay de “Los santos custodios”? Pues… ¡vengan esta tarde, si quieren saciar su curiosidad!

 

Jesús Lens

El quinto partido

Ya sé que debería hablar de las Primarias. Y, sobre todo, de las Secundarias que se adivinan en el horizonte cercano. Que menudo terremoto ha provocado la arrolladora victoria de Pedro Sánchez en el llamado Aparato.

Sé que debería hablar de la distancia sideral entre avales y votos, un dato enormemente ilustrativo de en qué se ha convertido la política profesional, pero reconozco que hoy tengo la cabeza puesta en la cita de las 21 horas -desde las 20 horas en el Palacio de los Deportes, vestidos de rojo- para el partido entre el CB Granada-Covirán y el Zornotza.

 

El quinto partido. El definitivo. El que nos lleva a la final o nos manda de vacaciones. El que se convierte en pasaporte para un futuro áureo o nos deja, otro año más, en la LEB Plata.

Tengo la cabeza en ese partido, pero reconozco que estoy bastante tranquilo y confiado. Porque lo realmente duro lo hicieron, Pin y sus chicos, el pasado domingo, ganando a domicilio uno de esos partidos decisivos, de los que transforman a los niños en hombres.

 

Hoy, creo que ganaremos bien. Sin agobios. Con solvencia. Ojo: eso no quiere decir que vaya a ser fácil. Ni muchísimo menos. Como salgamos empanaos, perdamos un par de balones y los vascos metan un par de triples al principio del partido, el tinglado se nos puede venir abajo. Pero no va a pasar. Que el CB Granada-Covirán ha jugado con fuego varias veces en lo que va de año y ya estamos enseñados. Y aprendidos.

 

Una sólida defensa, mordiendo atrás y no dejando ni una canasta fácil al rival, facilita que el ataque fluya, que Bowie penetre como cuchillo en mantequilla, que los pívots posteen y que los triples vuelen. Como siempre nos repetía Moreno, nuestro coach, ¡en defensa no se descansa!

Y una cuestión básica: olvidemos a los árbitros. En serio. Puestos a creer en conspiraciones, con Trump tenemos más que de sobra. Los árbitros se van a equivocar. ¡Claro que sí! Y nos irritaremos. Pero no la tomemos con ellos, que flaco favor le hace a los jugadores ver a los espectadores crispados y desencajados.

 

Los árbitros fallan hasta en la final de la Euroliga. Y estamos en la LEB Plata. Así que, apoyemos a nuestros jugadores hasta el último aliento y demostremos que… ¡Sí se puede!

 

Jesús Lens

A Sergio le llevo allí

Me he pasado el fin de semana enganchado, literalmente, al nuevo y extraordinario disco del pianista granadino Sergio Pamies, afincado en Estados Unidos desde 2008.

Foto: Melissa Ashby

Y digo bien, enganchado, porque me he pasado el fin de semana escribiendo compulsivamente y la banda sonora ha sido, en exclusiva, ese “What Brought You Here?” que tanto y tan bien va a dar que hablar.

 

Al escuchar el tema que da título al disco, el que lo abre y lo cierra, dándole un sentido circular a este excitante trabajo de Pamies; me acordé de un joven australiano al que conocí hace unos años en Granada. Todavía instalado en la veintena, el chaval trabajaba para una multinacional francesa, estaba destinado a Lagos, capital de Nigeria, y aprovechaba unos días de vacaciones para volar de Dubai a Barcelona y, de allí, dejarse caer a Granada. —¿Cómo acabaste en Granada? —me preguntó Greg, mientras tomábamos una birra… Si no te acuerdas de esa historia, también la conté en IDEAL, en esta columna.

 

Y justo eso es lo que le preguntan a Sergio, en Estados Unidos, cuando dice que es de Granada. ¿Qué te trajo aquí? La respuesta, en este disco, en forma de música. Música de ida y vuelta que transita por el pasado, cumplimentando visita a maestros como Cole Porter o Bill Evans, y llega al aquí y al ahora de un músico feraz y versátil que compone, toca el piano, arregla temas clásicos y, sobre todo, tiene el don de la alquimia, mezclando los ingredientes más diversos hasta conseguir resultados de lo más estimulante.

Foto: Melissa Ashby

Si ustedes son buenos aficionados a la música, deben conocer el “Borrachito”. En su anterior disco, Sergio Pamies demostró que el Flamenco-jazz es un género en sí mismo. En este nuevo disco, más clásico que el anterior, pero igualmente innovador, también hay guiños a esa fusión que, como la pócima mágica de los tebeos de Asterix, insufla energía y vigor a todo el que la escucha. “El hijo de la portuguesa”, por ejemplo.

 

Además, la cantante granadina Lara Bello también deja su impronta en un disco que los aficionados al jazz estábamos esperando desde hace tiempo y que, por fin, ve la luz.

 

Esperemos que Sergio no tarde mucho tiempo en salir de gira, que en Granada le esperamos con los brazos abiertos, ansiosos por escuchar en vivo y en directo los temas de un disco que pide ponerse, ya, on the road.

 

Jesús Lens

Hoy, todos a la calle

Hoy es un día en que van a pasar muchas cosas. Por ejemplo, y aunque resulte increíble, ¡hoy terminan las primarias del PSOE! Lo que estaba llamado a ser un ejercicio de transparencia y democracia interna ha terminado por convertirse en el harakiri político de un partido que reproduce lo peor de las campañas electorales: menosprecios, insultos, exacerbación del personalismo cesarista y falta de debate sobre programas e ideas. Y todo ello, entre supuestos compañeros.

Aviso de movilizaciones

Hoy, el PSOE tendrá nuevo secretario general. Pero ni Susana, ni Pedro ni Patxi podrán decir que han ganado. Hoy, pierde el PSOE. Porque las heridas que se ha autoinfligido a sí mismo, tardarán en cicatrizar. Sin olvidar que, a la vuelta del almanaque, esperan Pablo y su moción de censura, dispuestos a echar sal y hurgar en la herida…

 

Hoy también estaremos muy pendientes de lo que ocurra en Amorebieta, donde el CB Granada-Covirán tiene un match ball que, estoy seguro, salvará con suficiencia. La misión de Pablo Pin es conseguir que todos los jugadores se sientan concernidos e involucrados en una única misión: salir a la cancha tan motivados como concentrados, apretar los dientes atrás y, con la confianza que da una buena y agresiva defensa, encarar con valentía y decisión el aro rival. Ya verán ustedes como, de esa manera, el martes nos vemos en el Palacio de Deportes.

Pero la gran cita de hoy la tenemos a las 12 del mediodía, entre el Triunfo y Plaza Nueva. Me lo decía hace unos días mi amigo Jorge, extraordinario abogado y mejor persona: la movilización por el tema del TSJA es muy importante, hay muchos sectores implicados y la ciudadanía de Granada va a volver a dar ejemplo, echándose masivamente a la calle, hoy domingo.

 

Hay quien sostiene que lo del TSJA no es tan importante. Pero sí lo es. Por lo jurídico, lo social y lo económico. Pero, sobre todo, por lo moral y por lo simbólico. Por la autoestima.

 

También hay quien dice que Granada empieza a manifestarse por encima de sus posibilidades, tras las movilizaciones por los hospitales y los trenes. Creo que no. Creo que hoy volveremos a ser muchos miles de personas las que nos concentremos para defender lo nuestro. No por provincianismo ni por egoísmo, sino por ser de justicia, lógica, coherencia y sentido común.

 

Jesús Lens