Media Maratón Albayzín Alhambra

¿Quién habrá sido el genio que ha diseñado el nuevo trazado de la Media Maratón de Granada? ¿Quién ha sido el ideólogo?  Porque la sarta de improperios e imprecaciones que le soltaremos, el próximo domingo 30 de abril, será digna de escucharse. Sobre todo, cuando estemos echando el bofe en las exigentes cuestas del Albaicín o sudando el goterón, camino de la Alhambra. Y de ello hablo en IDEAL. (AQUÍ, las clasificaciones de la Media Maratón de Granada 2017)

Este año, la carrera granadina, además de cambiar de fecha, también ha cambiado su recorrido, endureciéndose hasta límites insospechados. Y, por todo ello, al ideoso diseñador de este nuevo trazado, solo podemos decirle un par de cosas: ¡GRACIAS y ENHORABUENA! Sí. Te vamos a maldecir mientras culebreamos por las cuestas. Es ley de vida. Pero, al terminar el recorrido, cuando estemos brindando con una cerveza helada, lo haremos a tu salud. También. Porque, con este trazado, la Media Maratón de Granada promete dejarnos estampas y momentos para el recuerdo. (AQUÍ toda la información)

¡Ya era hora de que la carrera por excelencia de la ciudad de Granada transitara por algunas de las zonas más emblemáticas de la capital nazarí! Que el recorrido de los últimos años estaba trazado como si la prueba fuera un engorro y hubiera que llevarla por la periferia, para no molestar.

El recorrido antiguo

Sé que a alguna gente, encontrarse cortadas las calles de la ciudad durante un par de horas, un domingo por la mañana temprano, le ocasiona infinidad de trastornos. ¡Qué le vamos a hacer! Vivir en sociedad supone ser tolerantes y echarle paciencia a esos acontecimientos que, alterando nuestra vida cotidiana y pareciéndonos absurdos e irrelevantes, a otros, sin embargo, les apasionan.

 

Enhorabuena, insisto, a la concejalía de deportes del Ayuntamiento de Granada porque, ahora sí, podré decirles a mis amigos corredores de toda España que se apunten, sin dudarlo, a la GRAN-MEMA 2017 y que vengan a compartir ese fin de semana con nosotros. Seguramente no harán el mejor tiempo de su vida (con el anterior trazado también era muy complicado hacer buenas marcas) pero disfrutarán de uno de los recorridos más hermosos e inolvidables del mundo, como bien reza el lema de la Carrera de las Dos Colinas en la que se inspira esta nueva Media Maratón de Granada. Por cierto, ¿se acuerdan de cuando propuse que la carrera pasara a denominarse Media Maratón de la Malafollá granaína? 😉

20150531.- X Edicion de la Carrera de las Fuerzas Armadas, Carrera Las Dos Colinas. Tramo Paseo de los Tristes. FOTO: FERMÍN RODRÍGUEZ

Así las cosas y a falta de poco más de dos meses para la carrera, la pregunta es… ¿cómo llevan ustedes los entrenamientos?

 

Jesús Lens

Ítrabo: dura, pero bonita

Es duro encontrarte solo, en mitad de una vaguada, muy cansado tras doce exigentes kilómetros de trail de montaña… sabiendo que todavía te quedan diez más para llegar a meta.

Ítrabo

A la vez, es precioso hallarte solo, corriendo por una estrecha vereda con la vertiginosa montaña a la derecha y el profundo valle a la izquierda, con unas impresionantes vistas de Ítrabo y Molvízar y, al fondo, el mar.

Duro. Muy duro el trail de Ítrabo. Precioso recorrido, sin embargo. Y es que ambas cosas suelen ir aparejadas. La belleza y la dureza. Al menos, hablando de la montaña: cuanto más cuesta alcanzar un objetivo, más impresión provoca la recompensa que te depara al conquistarlo.

Ayer recorrí solo buena parte del muy duro trail de Ítrabo. En la cola, por supuesto. Tras un problemilla de salud que me asaltó hace diez días, estuve dudando hasta el último momento si ir a correr o quedarme en casa. Finalmente decidí bajar a la costa granadina en el convencimiento de que haría el mini trail, sin exigirme demasiado.

Ítrabo río

Pero la cabra tira para el monte y, cuando apareció el desvío que separaba la ruta larga de la corta… me tiré por la larga. Que era la que ascendía a lo alto de la montaña, por trochas y veredas. La que recorría una preciosa acequia y nos regalaba kilómetros y kilómetros de estrecha senda casi cubierta de vegetación.

El día había amanecido nublado, pero a la hora de la salida había despejado. En lo alto de la sierra, sin embargo, viendo pasar los jirones de niebla mientras solo se escuchaba el ulular de viento y el grito altivo de alguna rapaz que sobrevolaba el valle, sentí momentos de zozobra. Sobre todo, cuando comenzó a tronar. A lo lejos.

Lo sé. Soy muy peliculero, pero bajar por una cañada en dirección al pueblo, viendo en lontananza cómo el humo de las chimeneas asciende hacia el cielo mientras escuchas el ladrido de un perro que responde al disparo de algún cazador… ¡es muy de western!

Ítrabo miradores

Lo bueno que tiene correr el último, sin prisas, una carrera dura, larga y hermosa como la de Ítrabo, es que te permite detenerte en los miradores y disfrutar de un paisaje espectacular. Y charlar tranquilamente con los amables voluntarios que, salpicados por todo el camino, te impulsan con su ánimo. ¡Volveremos!

Jesús Lens

1 Twitter Lens

Elogio a las fuentes

Les contaba ayer que el domingo pasado salí a correr con destino a Pinos Genil. Al llegar a la plaza del pueblo, antes de las 12, las fresquitas terrazas de los bares, restaurantes y tabernas aledañas al Genil estaban vacías. Que no saben ustedes lo duro que es ir sudando la gota gorda, tras más de 10 kilómetros de carrera, y encontrarse a la gente con sus tercios de Alhambra Especial. Sobre todo, porque antes de tomarte el tuyo… ¡aún te queda la vuelta! Y a ello dedico mi columna de IDEAL, en un día muy oportuno ya que batiremos los récords de temperatura del año.

Alhambra Especial

Menos mal que, junto a Los Cazadores, está la fuente. Y es que, digámoslo ya, esas fuentes nos dan la vida. En ocasiones, literalmente. En el trayecto de ida, no había parado a beber. Así, cuando me faltaban un par de kilómetros para Pinos, empecé a tener sed. No les cuento el alivio que supuso cruzar el puente sobre el Genil, parar unos instantes para coger resuello, beber y remojarme la cabeza.

No me entretuve mucho, que empezaba a picar el sol. La vuelta, aunque es hacia abajo, no tardó en hacérseme cuesta arriba. Llevaba tiempo sin hacer tiradas largas y el calor ya se dejaba sentir. Por eso, cuando llegué a la siguiente fuente que tengo ubicada en el recorrido, me sentí como el viajero del desierto que encuentra un oasis. Había un excursionista, pensando si beber. Cuando vio cómo me abalancé sobre el caño, despejó todas sus dudas.

Camino fuente de la bicha

Tampoco me entretuve demasiado tiempo, a sabiendas de que apenas tres kilómetros después me esperaba mi fuente favorita. Esa Fuente de la Bicha que forma parte de mi vida atlética desde tiempos inmemoriales.

La imagen del agua brotando de la roca madre para caer a través de un sencillo caño metálico es una de las estampas que, como corredor, más he agradecido y disfrutado durante años y años. Agua pura que surge de las entrañas de la tierra y que, decenas de veces, sediento y deshidratado, me ha permitido afrontar los últimos kilómetros de carrera, evitándome males mayores.

Fuente de la Bicha

Y es que, entre las cosas buenas de correr, está el recordar que los auténticos placeres de la vida son mucho más sencillos de lo que nos empeñamos en creer. Y que, por encima de lujos, riquezas y caprichos, nada satisface tanto como un trago de agua fresca cuando el calor aprieta y estás muerto de sed.

Jesús Lens

Twitter Lens

Kilómetros para la reflexión

La culpa la tuvieron, a partes iguales, la portada de IDEAL y mi amigo Fiti. Porque estaba desayunando cuando la Ultra Trail de Sierra Nevada me entró por el ojo. Y de eso hablo en mi columna de IDEAL de hoy.

Hablamos de una de las pruebas atléticas más duras del mundo. Y Fiti ha participado en ella, terminándola en su modalidad de 62 kilómetros. Que se necesita ser animal. La cosa es que, cuando le quedaban 20 kms. para culminar la hazaña, nos mandó un WhatsApp a las Cabras Locas, diciendo que tenía ampollas en los pies y que estaba hecho pedazos. No tardaron en llegarle mensajes de ánimo de todos nosotros.

Ultra Trail Sierra Nevada Alberto Fidalgo

Por la tarde, Fiti nos confesó que había pensado en abandonar, pero que sentir el empuje de los colegas, amigos y familiares, le animó a seguir. Y a convertirse en Finisher de una prueba que es una auténtica salvajada, tras doce horas de brutal carrera por la montaña.

Ultra Trail recorrido

Hoy me tocaba salir a correr, que llevaba unos días parado, entre el trabajo y la literatura. Y ahí estaba, con el café y la tostada, leyendo la información sobre la Ultra Trail. Y me dije a mí mismo que, como mínimo, tenía que hacer 20 kilómetros. Que menos, era un insulto, una vergüenza.

Así que puse rumbo a Pinos Genil. ¡Qué gusto, a eso de las 10.30 am, encontrar a tanta gente paseando, trotando o montando en bicicleta, tranquila y relajada! Estoy convencido de que si la gente se moviera más, habría menos maldad en el mundo.

Cuando voy a Pinos, me gusta tirar por la margen derecha del Genil, por los senderillos junto a la autovía, que el sonido del agua corriendo y saltando sobre las piedras es una delicia. Pero me encontré el camino descuidado, lleno de zarzas y malas hierbas, todo seco. Que lo peor no es terminar con piernas y brazos como un mapa, por los arañazos, sino que la zona volverá a arder. No sé a qué autoridad compete el mantenimiento de ese recorrido, pero tal y como está, es un claro riesgo y una bomba incendiara en potencia.

Y luego está lo muy cerda que es la gente: cualquier zona accesible del río a la que se pueda llegar en coche, está llena de basura, latas, bolsas y botellas rotas.

Pero qué cerda es alguna gente, en Granada o en las Pedrizas
Pero qué cerda es alguna gente, en Granada o en las Pedrizas

¿Y la vuelta? Mañana les cuento los 11 kms. restantes.

Jesús Lens

Twitter Lens

   

La calidez de Montefrío

Se lo decía a María José: tengo que volver a Montefrío, más despacio y sin las prisas del trail de ayer domingo. Como también me gustaría volver a Zújar, Fornes, Huétor Santillán o Nevada, los pueblos de Granada a los que ya hemos ido a correr este año. Y de ello hablo en mi columna de IDEAL de hoy.

Montefrío Trail

Me gustaría volver porque antes de la carrera, las Cabras Locas estamos concentradas en el desafío que siempre supone enfrentarse a los muy exigentes y duros veintipico de kilómetros de la prueba.

Y a la vuelta llego tan derrengado que a duras penas puedo comerme los estupendos arroces con que nos suelen agasajar al finalizar la carrera. No les digo ya, hacer turismo…

Aun así, hoy sí que nos dimos una vuelta por ese precioso pueblo, elegido por National Geographic como uno de los más bonitos del mundo. Visitamos su singular iglesia circular, el monasterio y rematamos la visita con un helado de brevas y brandy donde el Choque.

Montefrío Jesús Lens

Pero quiero volver, insisto. Por conocer mejor el patrimonio y recorrer ese entorno tan de western que rodea Cold Mountain. Y por sus quesos de cabra. Aunque de eso hablamos luego. Además, quiero que Paco me enseñe la colección de informaciones que IDEAL ha publicado sobre su pueblo en los últimos veinte años, y que atesora como oro en paño.

Y es que Paquete me alegró la mañana, cuando peor lo estaba pasando en el trail, con sus ánimos y su alegría. Que siempre da gusto encontrar a gente animosa y entusiasta mientras tú echas los higadillos: a base de buen humor, los kilómetros pasan más rápido. Y el calor parece apretar menos. Que lo de programar una carrera de montaña tan dura como esta, un 12 de junio, no es la mejor idea: si nos pilla un calor como el del pasado jueves, reventamos.

Enhorabuena a la organización, eso sí, que se desvivió por llevar agua hasta el punto más recóndito del recorrido, con gente corriendo monte arriba a toda mecha, cargada con pesadas garrafas. Y felicidades, también, por colaborar con Jorge Abarca y su lucha por dar visibilidad a la ELA: en tres minutos, nos arrancó las lágrimas a todos.

Montefrío Jorge Abarca

Termino con una duda: había queso de regalo. El mío es de Cabra-Vaca. ¿Ha sido el mismo para todos los corredores… o debo tomarlo como una indirecta?

Jesús Lens

Twitter Lens