Un jueves muy literario

Si a usted le gustan los libros, hoy está de enhorabuena… o no. Porque esta tarde le va a toca elegir entre las múltiples y variadas propuestas que presenta la compleja agenda cultural granadina.

Hoy se entregan, por ejemplo, los premios de relatos de IDEAL, un acto siempre emocionante en el que Eduardo Castro disertará sobre las bondades de la narración, en el salón del actos de la ONCE.

Igualmente, esta tarde se presenta el libro de relatos ‘El año de la Ballena’, del excelente periodista José A. Cano, en OVNI Bazar Bizarro. Y en La Tertulia, lectura pública de ‘Ellas cuentan’.

Además, en el Centro Lorca, Cristina Morales, galardonada con el Premio Herralde, presenta su novela ‘Lectura fácil’, excelentemente acogida por la crítica y por el público lector más exigente.

Y, por fin, lo nuestro. Que yo he venido a hablar de ‘mi’ libro en esta columna y a pique estoy de quedarme sin espacio. Porque esta tarde, a las 20 horas, en la Biblioteca de Andalucía y de manos del Centro Andaluz de las Letras, tenemos a uno de los grandes de la literatura española contemporánea: Félix J. Palma, con el que conversaré largo y tendido sobre su novela más reciente, ‘El abrazo del monstruo’, publicada por Destino y de la que escribí AQUÍ, en Ideal, hace unos meses.

Además, AQUÍ tenéis la entrevista que le hice a Félix, durante su paso por el festival GRAVITE.

Entiendo que este pandemónium de presentaciones, lecturas y conferencias invite más a saltar a ese agujero negro cuya colosal fotografía se presentó ayer en sociedad que a decidirse por alguno de los eventos detallados. Porque, faltaría más, todos coinciden más o menos a la misma hora: entre 7 y 8 de tarde.

Llega la Semana Santa y, con ella, la campaña electoral. Toca comprimir las actividades culturales en los pocos días que quedan hasta que Sauron absorba toda nuestra atención y energía. Aprovechen hoy, por tanto, para darse un baño de literatura de la buena, que en el horizonte más inmediato ya asoma la otra literatura. La baratuna.

Llegan los cuentacuentos de la política con sus fantásticos programas electorales. Nos inundarán con mensajes distópicos -arderéis en el infierno si votáis a esos- a la vez que nos prometerán la Arcadia feliz si les votamos a ellos. Bastante más agradable será sumergirse en las páginas de un buen libro.

Jesús Lens

Mafias de la marihuana

El lunes fue un día complicado para los suscriptores de IDEAL que recibimos alertas con las noticias de última hora. Primero fue un nuevo y fatal accidente laboral, en la planta de reciclaje de Alhendín, donde un trabajador murió atropellado por un bulldozer. Poco después, otro aviso nos alertaba de que un hombre había acuchillado a un compañero de estudios en una escuela de hostelería de Maracena. Y, a última hora de la tarde, el tiroteo de La Zubia.

Un coche que se acerca, una ventanilla bajada, una pistola, cuatro disparos, un cadáver tendido sobre el parque de juego infantil de La Encina y un herido desangrándose, asistido por un médico y varios agentes de policía.

El aficionado al noir que llevo dentro me anima a escribir sobre las similitudes entre la Granada de la marihuana, el Chicago de los años 20 y el contrabando de licor. Sería demasiado peliculero y exagerado, pero no es menos cierto que las mafias de la droga campan a sus anchas en nuestra provincia, como las crónicas de Sucesos de este periódico vienen contando de forma minuciosa en los últimos años.

La marihuana es una droga que provoca simpatía entre una buena cantidad de gente. Tiene buena prensa y existe toda una iconografía a su alrededor que la hace divertida y enrollada, maja y sugestiva.

Mientras que el arte ha procurado mostrar las diferentes caras de drogas como la heroína, el LSD, la cocaína, el crack y todos sus derivados, incluyendo las más amargas, lesivas y jodidas para los consumidores; así a bote pronto no recuerdo una sola novela, película, disco o canción en que se cuestionen las bondades de una droga tan cercana y familiar… que la llamamos ‘maría’ con total naturalidad.

El lado oscuro de la marihuana, sin embargo, su reverso amargo y tenebroso, existe. En Granada, lo estamos viviendo, lo estamos sufriendo un día sí y otro también, entre alijos, tiroteos, vendettas y cortes de luz. Todo ello sin olvidar que la falta de horizontes o expectativas laborales de cada vez más gente joven es el mejor abono posible para el cultivo intensivo de cáñamo. Una situación complicada… de la que apenas se habla en la precampaña electoral.

Jesús Lens

Granada Sport Park

Tarde de un sábado cualquiera. 18 horas. Subo por la calle Xauen, en el corazón del Zaidín. Cruzo la Avda. Dílar y continúo por la calle Ebro hasta desembocar en… un erial. Un erial de tierra y asfalto que acumula charcos los pocos días en que llueve y polvo durante el resto del año.

Me encamino a mi cita bimestral con el CB Granada-Covirán y no dejo de pensarlo mientras veo a los coches aparcar en batería, en mitad del desolado solar: ¿por qué no se hace nada en este rincón olvidado de la ciudad?

Que el entorno de Los Cármenes y del Palacio de los Deportes esté como está es una auténtica pena, por lo que me alegro de que haya un plan para darle vida. Para adecentarlo. Para hacer algo con él. Es un desperdicio, un despropósito, la cantidad de espacio urbano dedicado a… la nada.

Se acaba de presentar ‘Granada Sport Park’, un proyecto presupuestado en más de 20 millones de euros y que permitirá una remodelación completa del área, aunque empezando por el propio estadio de fútbol, paradójicamente. Se prevé la construcción de un cine dedicado al deporte con sillas móviles, una pista de carreras, una zona de crossfit, un fitness park y un skatepark. Además, zona de ocio. Bares, restaurantes, cafeterías…

Como no podía ser de otra manera, en cuanto el proyecto se ha hecho público, han comenzado las críticas. Unas aluden a las fiestas del Zaidín y al Zaidín Rock, que se celebran en esa zona. Como si fuera razonable mantener en el abandono más miserable miles y miles de metros cuadrados por cuatro días de fiesta al año.

La otra crítica es más razonable y nos obligará a estar muy encima de un proyecto que supone la privatización, de facto, del uso y disfrute de una zona muy apetitosa de Granada. Teniendo en cuenta el precedente de lo ocurrido medio kilómetro más arriba, entre los desmanes del Serrallo Plaza y los cambios de uso del menguante pabellón Mulhacén, da vértigo pensar en qué puede desembocar esta aventura.

Bienvenida sea una necesaria intervención urbanística en el área deportiva de Granada… siempre que se haga con cabeza, transparencia y en beneficio de la ciudadanía.

Jesús Lens

Pase, pese, pise, pose, puse

Mucho se ha hablado sobre el ya mítico ‘Haz que pase’ del PSOE. Para sus contrincantes, quien debe pasar -a la historia- es el mismísimo protagonista del cartel electoral, Pedro Sánchez. Otros analistas han visto una llamada a la abstención en el mensaje, en clave pasota.

¿Qué tal si vamos un poco más allá? Porque yo encuentro que en el ‘Haz que pase’ está resumido el manual de campaña del PSOE, dada la variedad de posibilidades que ofrece la palabra ‘pase’, a nada que juguemos con su primera vocal.

‘Haz que pese’. Tiene doble sentido, a su vez, referido al candidato socialista. Que te pese no votarle y que, gracias a tu voto, tenga peso en el gobierno, en el concierto nacional e internacional.

‘Haz que pise’. Con doble sentido, también. Pisando fuerte. A sus rivales internos -e internas- y a sus rivales en las urnas. Pisar para aplastar. Pisar para pasar por encima. Pisar para llegar a lo alto. Apisonar.

‘Haz que pose’. Mandamiento número uno en las campañas electorales contemporáneas. Posar. Llámenle postureo si quieren, pero vivir no es necesario, posar sí. Antes se estilaba lo de retratarse con críos, haciéndoles cucamonas a los bebés. Eso ya no se lleva. De hecho, estaría mal visto que un candidato sobara la testa, el pelo, la cara de un infante. Ahora se posa mejor acariciándole el morrillo a una vaca, imagen que emite dos mensajes: respeto por el animal -aunque en tu fuero interno lo veas convertido en chuletones- y apoyo a la España vaciada.

Vamos a tener mucha pose animal en esta campaña. Y vegetal, que los veganos cada vez tienen más peso, por mucho que se alimenten de hierbas. Y la vaca será necesariamente la estrella. Posar junto a una cabra puede transmitir idea de locura y no les digo nada hacerlo junto a un cerdo, un burro o un toro empitonador. La vaca, el ternero y el corderito, sin embargo, resultan muy amigables. Estrategia de campaña: ¡haz que pose!

‘Haz que puse’. El mensaje más complicado de desentrañar. Busca reverdecer tiempos pasados, cuando el candidato puso en marcha el haz de luz que iluminó el pozo ciego de la corrupción, sacando al PP del poder.

Jesús Lens

El Dramático

Escribes una broma en tu timeline de Twitter, ironizas en tu muro de Facebook, buscas una imagen divertida para Instagram… y lo más probable es que aparezca él, el Dramático, para arruinarte la fiesta.

Si lo haces en forma de pregunta sarcástica, peor: el Dramático dará una respuesta tan cargada de intensidad emocional que te fastidiará el invento. ¡A ver quién es el valiente que se anima a seguir bromeando después de que el Dramático haya sentenciado, transido de angustia existencial!

Existen muchas modalidades de Dramático. El aguafiestas es el más habitual, como les digo, pero no es necesariamente el peor. La incógnita con el arruina-chanzas es que nunca sabes si mete la cuña circunspecta por convencimiento, a modo de imperativo categórico; o por despiste, incapaz de entender cuándo se habla en serio y cuándo se está bromeando, ironizando o utilizando el sarcasmo.

Sortear los estragos de esta modalidad de Dramático es, sin embargo, relativamente sencillo: se le explica lo del sentido del humor, se le anima a relajarse, se le añade un 😉 con intención de rebajar la intensidad emocional y ánimo de restablecer la complicidad… y la vida sigue.

El Dramático escéptico, el equidistante por tremebundo, es más complicado de sobrellevar. Ocurre, por ejemplo, con las tragedias. Cuando se estrella un avión. Cuando hay un terremoto. Cuando muere algún famoso.

Muestras tu solidaridad, compartes tu dolor, exteriorizas tu pesar… ¡y el Dramático te acusará de frívolo postureo, dado que cada día hay cientos de tragedias sobre las que no manifiestas empatía alguna! Si cometes el error de entrar al trapo en conversaciones de esa índole, la discusión se eternizará y acabará desembocando en la maldad intrínseca del capitalismo y en los procesos democráticos que auparon al nazismo al poder. Es un hecho inexorable y, por lo tanto, mejor no perder el tiempo.

Igual que no conviene rodearse de frívolos cuenta chistes para los que todo es una broma infinita, tampoco es recomendable dejarse acompañar por los Dramáticos para los que el vaso, medio vacío o medio lleno, siempre está emponzoñado. Por lo general, no aportan nada al debate, más allá de su pesadumbre y su sentido trágico de la vida.

Y, lo que es peor: terminan arruinándote el día.

Jesús Lens