Maestros del Noir norteamericano en el Quais du Polar

La semana pasada, de la mano del Instituto Francés y la Alianza Francesa de Granada, tuve la suerte de participar en uno de los festivales literarios más importantes del mundo: el Quais du Polar que se celebra en Lyon desde hace 15 años.

Granada Noir ha sido el único festival español invitado a la llamada Polar Connection, los encuentros profesionales organizados al calor del festival negro y criminal. Han sido una sucesión de excitantes master class, casi un campamento de entrenamiento para gestores culturales. Les confieso que me sentí como si a un soldado raso le animan a participar en unas maniobras de los Navy SEAL, pero han sido días de experiencias compartidas y enorme aprendizaje que trataremos de adaptar a las próximas ediciones de nuestro festival andaluz.

La semana que viene les hablaré más en profundidad del Quais du Polar, de sus orígenes y del milagro que supone para los amantes de los libros, pero no quiero dejar pasar la oportunidad de compartir con ustedes el contenido de algunas de las charlas más interesantes que he tenido la oportunidad de escuchar.

Para comenzar, Michael Connelly, uno de los maestros del noir contemporáneo, padre de uno de los personajes más famosos del género policiaco estadounidense: Harry Bosch.

Bosch apareció por primera vez en ‘El eco negro’, allá por 1992. Desde entonces, ha protagonizado 19 novelas de Connelly, con la particularidad de que la acción de las historias narradas transcurre aproximadamente en el mismo año de escritura de cada libro, por lo que Bosch se ha convertido en el mejor guía posible de la ciudad de Los Ángeles, donde trabaja como inspector de policía.

Fiel a sus orígenes como periodista, Connelly se documenta perfectamente sobre el tema del que quiere escribir en cada uno de sus libros, contando con las mejores y más fiables fuentes posibles. Realidad ficcionada es como describe a sus novelas: introduce a personajes de ficción en la realidad más escrupulosamente contrastada. De ahí que se esté planteando recuperar a otro de sus personajes: Jack McEvoy, un periodista. Sobre todo, ahora que Trump ha puesto en la diana al gremio en su conjunto, cuestionando su legitimidad y su trabajo.

Durante su conversación en el Quais du Polar, Connelly aprovechó para presentar a su personaje más reciente: Renée Ballard, protagonista de ‘Sesión nocturna’. Se trata de una joven policía del turno de noche, por lo que su trabajo es muy ingrato: asiste a levantamientos de cadáveres y a los primeros trámites de los delitos cometidos durante la noche y, con el amanecer, deja los casos en manos de los detectives más experimentados. Pertenece, por decirlo suavemente, a lo más bajo del servicio. Y, sin embargo…

Nadie conoce como Connelly los intersticios de la sociedad angelina contemporánea y los mecanismos que rigen el día a día de la policía de LA. Sus novelas son, por tanto, una gozada para los amantes del procedural más apegado a la realidad del momento.

Ron Rash y Chris Offuff, otros dos grandes del noir norteamericano, prefieren escribir sobre los ambientes rurales y montañeros de la zona de los Apalaches. Chris Offutt, en concreto, defiende las bondades de Kentucky, lugar en el que transcurre la acción de todas sus narraciones.

Precisamente estos días la editorial Sajalín publica en España ‘Kentucky seco”, una colección de cuentos de Offutt, un tipo dotado de un ácido y corrosivo sentido del humor, más preocupado de que sus vecinos no le peguen un tiro durante sus cacerías en el Kentucky profundo que de participar en saraos literarios. Como bien se encargó de explicar en el Quais du Polar, “amo a la gente, de verdad. Pero a distancia. Les amo a ustedes. A todos y a cada y uno de ustedes. Seguro que son encantadores, pero preferiría estar encerrado en mi habitación del hotel que aquí, rodeado de personas”.

Las carcajadas del público sirvieron para que el otro contertulio, Rash, dijera que a él le pasa lo mismo. Y que, de hecho, cuando imparte cursos de escritura creativa, lo primero que les pregunta a sus alumnos es qué tal llevan la soledad, requisito imprescindible para ser escritor. Muy recomendable ver la película ‘Serena’, basada en su novela más famosa, protagonizada por Bradley Cooper y Jennifer Lawrence, dado que el texto original no es fácil de encontrar. Más reciente es la traducción de ‘Un pie en el paraíso’, debut de Rash en la literatura. ¡El puro sabor de la naturaleza norteamericana más salvaje y montaraz!

A Chris Offutt, además de leerle en Sajalín, podemos seguirle la pista… ¡en la televisión! Ha pasado varios años escribiendo guiones para series tan populares y conocidas como ‘Treme’, ‘Weeds’ o ‘True Blood’.

Y es que los caminos de la literatura negra y criminal contemporánea son cada vez más transmedia y multiformato.

Jesús Lens

El tesoro del Cisne Negro

En esta vida hay tres tipos de lecturas. Las primeras y más habituales son las que, una vez terminadas, caen en el olvido. Poco a poco se van difuminando los personajes, las tramas y los escenarios y, con el paso del tiempo, apenas te queda un recuerdo más o menos vago, más o menos indeterminado.

Junto a ellas están las mucho más escasas lecturas que te sacuden y te electrizan. Las que te cortan la respiración. Libros que te transforman como lector y como persona y cuyos pormenores jamás podrás olvidar.

La tercera modalidad de lecturas son las que, además de resultar memorables, te dan ganas de seguir profundizando en el tema narrado, las que incitan a investigar sobre las vidas de sus personajes, a bucear en la historia de los lugares en los que transcurre la acción. Historias que no se agotan en sí mismas, convirtiéndose en puerta de entrada a dimensiones desconocidas.

Ahora mismo, por ejemplo, tengo abiertas varias pestañas en Google, con información sobre Odyssey Marine Exploration, el pecio de La Mercedes y el Museo Nacional de Arqueología Subacuática.

Pero lo realmente relevante no está en el portátil, sino al lado, sobre el escritorio. Se trata de mi ejemplar de ‘El tesoro del cisne negro’, el cómic de Guillermo Corral y Paco Roca que compré en Subterránea, una de las grandes librerías de Granada.

Ahora que vuelven los contenciosos submarinos a costa del galeón San José y la pugna con Colombia, ¿se acuerdan ustedes de aquella otra rocambolesca historia? Una empresa norteamericana especializada en la búsqueda de tesoros subacuáticos halla los restos del barco Nuestra Señora de las Mercedes, hundido en 1804 durante la Batalla del Cabo de Santa María; y se lleva a Estados Unidos un tesoro conformado por casi 600.000 monedas de oro y plata. El gobierno de España decidió pleitear y, entre el 18 de mayo de 2007 y octubre de 2013, el asunto estuvo vivito y coleando.

El galeón San José, otro conflicto internacional en ciernes

Guillermo Corral, el guionista de ‘El tesoro del cisne negro’, vivió en primera persona todo aquel monumental lío. Consejo de amigo: no dejen de leer el tebeo. Van a descubrir las interioridades de una fascinante historia. Y, en cuanto lo acaben, se encontrarán como yo, organizándose para visitar el tesoro, depositado en el referido museo de Cartagena.

Jesús Lens