Ernesto Aurignac Quintet presenta «Anunnakis» en el Teatro CAJAGRANADA

El Teatro CAJAGRANADA acoge el primer concierto de la gira de presentación del disco “Anunnakis”, el más reciente trabajo discográfico del saxofonista y compositor malagueño Ernesto Aurignac, del que ya hemos hablado muchas veces, por ejemplo AQUÍ. Y es que hablamos del mejor saxofonista de España, hoy por hoy. Y punto.

Ernesto Aurignac Saxo Foto Cristian Gálvez

Para esta gira, Ernesto Aurignac estará acompañado por los mismos músicos que han participado en la grabación del disco: Jaume Llombart a la guitarra, José Carra al piano, Dee Jay Foster al contrabajo y Joâo Lopes Pereira a la batería.

Las entradas, a 10 euros nada más, se pueden comprar a través de ESTE ENLACE.

Tras su celebrado disco de debut “Uno”, compuesto para formato de Big Band, Ernesto Aurignac grabó “Anunnakis”, un disco muy especial tanto por el nombre como por el propio diseño del mismo, exquisita obra de Arkaitz del Río. Tal y como señala el músico: “El título del disco viene en relación a inquietudes y pensamientos que genera mi cerebro desde hace muchos años y que tienen que ver con el Universo, los planetas, las galaxias, las dimensiones, los sonidos, la vida y las teorías extraterrestres y terrestres. Todos los temas que he compuesto para Anunnakis tienen un reflejo de sonidos que imagina mi cabeza a partir de estas inquietudes cósmicas”.

La música de Ernesto Aurignac es única, personal y absolutamente reconocible. Además, sus virtudes como intérprete le sitúan en lo más alto del escalafón nacional, habiéndose convertido en uno de los grandes referentes del jazz español contemporáneo, como se acredita con su inclusión en la lista de los mejores músicos del año que hizo pública la revista El Cultural a final de 2015.

Con uno de los directos más poderosos del jazz del siglo XXI, los conciertos de Ernesto Aurignac, siempre intensos y vibrantes, se convierten en una celebración de la música que consigue involucrar a unos espectadores que, al finalizar la actuación, siempre se van con la sensación de haber disfrutado de un momento único, mágico y especial.

Nacido en Málaga, en 1982, Ernesto Aurignac se licenció en saxofón clásico a muy temprana edad en el Conservatorio Superior de Málaga. Más tarde, decide instalarse en Barcelona donde estudia jazz, armonía moderna e improvisación de forma autodidacta.

Ernesto Aurignac ha actuado a lo largo y ancho de toda la geografía española cosechando siempre éxitos de crítica y público. También ha actuado en New York, Finlandia, Polonia, Ecuador, Francia, Chile, Australia, Rusia, Alemania, Portugal, Inglaterra, Canadá y México.

Actualmente imparte clases en seminarios de jazz nacionales e internacionales como profesor de saxofón, iniciación al jazz, combos y armonía moderna y ha compartido elenco de profesores con músicos de la talla de George Garzone, Seamus Blake, Dave Kikoski, Peter Berstein, Bob Gullotti, John Lockwood o Steve Grossman.

Ernesto Aurignac

Ha trabajado en multitud de formaciones con músicos de la talla de Chano Domínguez,2 Perico Sambeat, Gilad Hekselman, Eric Alexander, Albert Bover, Javier Colina, Marc Miralta, Alain Perez, Albert Sanz, Anders Christensen, Alexi Tuomarila, Mike Mossman, Massa Kamaguchi, Deejay Foster, Andre Sumelius, David Mengual, Ramón Prats, Enrique Oliver, Julián Sánchez, Toni Belenguer, Bobby Martínez, Jaume Llombart, Jesús Santandreu, Pablo Martin, entre otros, y con figuras del flamenco como Gerardo Nuñez, Antonio Rey, el Rubio de Pruna, el Piraña, Jesus Mendez, Sandra Carrasco, Cepillo, La Tremendita, La Genara e Israel Fernández.

En la actualidad reside en Málaga y forma parte del elenco de músicos del espectáculo “Flamenco Hoy”del cineasta Carlos Saura, bajo la dirección musical de Chano Domínguez. También es fundador y vicepresidente de la Asociación de Jazz de Málaga, director de la AJM Bigband y profesor de saxofón, armonía y combos del Centro de Artes y Música Moderna ‘Maestro Puyana’ (CAMM).

Steve Jobs

“En el principio ya existía la Palabra;

y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios”.

 

Juan 1:1

 

Que la primera película del año 2016, estrenada el 1 de enero, sea una obra maestra, es un arma de doble filo. Por un lado, me gustaría pensar que va a marcar la tónica y el paso del año cinéfilo. Por otro… las comparaciones serán inevitables.

Steve Jobs

Y, desde luego, cualquier comparación con esa joya que es “Steve Jobs”, hará palidecer a la película comparada. Porque “Steve Jobs” es prodigiosa, desde el primer minuto hasta el último, desde el primer fotograma hasta el final de los títulos de crédito.

Esto no quiere decir que tenga que gustarte, obligatoriamente.

Porque hablamos de una película basada en la palabra. Y eso, en el cine, hay a quien no le gusta.

Steve Jobs Sorkin

Pero empecemos por el principio. Y el principio es una película bastante decepcionante titulada “Jobs” e interpretada por Ashton Kutcher. Se trata de un biopic más o menos convencional sobre una persona que fue cualquier cosa… menos convencional. Una persona, además, a la que hemos visto muchas veces, en vivo y en directo. Porque sus presentaciones de productos Apple se convertían en fenómenos mediáticos interplanetarios y su célebre discurso en la Universidad de Stanford tiene millones y millones de visitas en el YouTube. Hablamos de Steve Jobs, un tipo que provocaba sentimientos cuasirreligiosos entre el público.

Y entonces comenzaron a filtrarse noticias sobre un nuevo proyecto basado en la figura de uno de los grandes gurús contemporáneo. Y un nombre empezó a sonar con insistencia: Aaron Sorkin.

Steve Jobs Boyle

El cine del siglo XXI se basa en el poder de las estrellas -como casi siempre-, en una importancia menguante de los directores –con sus excepciones- y en la importancia creciente de las franquicias y los blockbusters. Y, en esa ecuación, figuras como el guionista o técnicos como el director de fotografía, están prácticamente desaparecidas.

Con algunas excepciones. Como Aaron Sorkin, por ejemplo. Y no solo porque haya ganado el Oscar por “La red social” o haya estado nominado por “Moneyball”, sino porque es el responsable, creador y showrunner de una de las grandes series de la historia de la televisión: “El Ala Oeste de la Casa Blanca”.

Steve Jobs Fotograma

Un tipo, además, que tiene las cosas claras. Por ejemplo cuando, al hablar de su proyecto sobre Steve Jobs, señalaba: “Para ser honesto, una de las dudas que tenía al aceptar el guion era que sería como escribir sobre The Beatles, hay mucha gente por ahí que sabe mucho sobre él, eso puede ser peligroso, puede decepcionar. Francamente, puedo ir a un estadio de béisbol, y varias personas sabrán tanto de Steve Jobs como yo”.

¿Y qué hizo para no decepcionar?

Escribir un guion valiente y audaz, centrado exclusivamente en tres momentos muy concretos en la vida de Jobs: la presentación del Macintosh, la presentación del NeXT y la presentación del iMac. Más concretamente, el guion cuenta los minutos previos a cada una de esas presentaciones. Porque las presentaciones en sí podemos verlas en Internet.

Y esos minutos previos a cada presentación son frenéticos, estimulantes, caóticos, medidos, locos, excitantes… porque antes de cada presentación, Jobs aprovecha para resolver asuntos pendientes. Con sus más íntimos y director colaboradores, por ejemplo. Y con su hija. Y con la madre de ella. Y esas conversaciones, vertiginosas, repletas de réplicas y contrarréplicas; sirven para contarnos toda una vida. Y más de una, en realidad. Y hablo de Jobs como si fuera él mismo quién apareciera e pantalla. Porque la interpretación de Michael Fassbender es tan prodigiosa que nunca tienes la sensación de estar viendo a un actor actuando en pantalla.

Steve Jobs Film

Y para ilustrar esas conversaciones, el director Danny Boyle imprime a “Steve Jobs” un ritmo endiablado y prodigioso, con tomas realizadas en prodigiosos escorzos o en ángulos imposibles. Travellings fastuosos que acompañan a los personajes mientras caminan, suben en ascensores, pasean por la terraza o bajan a los sótanos de los edificios en los que se van a celebrar cada una de las presentaciones, y que fue uno de los rasgos definitorios del estilo del Ala Oeste, que hizo escuela.

Se me ha ido la mano con esta reseña. Pero es que “Steve Jobs” es una de esas películas que provocan. Provocan ganas de hablar sobre ella, de volverla a ver y de repasar los discursos y las intervenciones de Jobs… y, sobre todo, provocan ganas de recomendarla.

Así que… ¡vayan, vayan a ver “Steve Jobs” y comentamos!

Jesús Lens

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Western Inmortal

Aunque esta semana se estrena “Los odiosos ocho”, la última película del Oeste de Tarantino, lo cierto es que ya apenas se filman westerns.

Western Libro Lens

El cine del Oeste, que en los años 40 y 50 del pasado siglo vivió años de gloria, ya no interesa a los productores de Hollywood… ni de ningún otro sitio. Y, sin embargo, el western es el género cinematográfico por excelencia, como la exposición “La ilusión del Lejano Oeste”, actualmente programada en el Museo Thyssen-Bornemisza, se ha encargado de recordar.

Western Inmortal ilusión lejano oeste

La figura de John Wayne recortada sobre el horizonte, unos vaqueros cabalgando hacia el desierto, el café hirviendo en una hoguera al amanecer, las baladas country, los saloones y el whisky a granel, los Colts del 45 y los Remington de repetición, las diligencias, los trenes y los atracos con un pañuelo cubriendo el rostro…

El western es uno de los géneros cinematográficos que más imágenes icónicas ha aportado a la cultura popular del siglo XX y AulaCine CAJAGRANADA recupera algunos de ellos en su nuevo ciclo, que abarca los meses de enero, febrero y marzo.

Western Inmortal Presentación

El objetivo del ciclo es invitar al espectador a reflexionar sobre la evolución del western, basado en una temática, argumentos e imaginería repletos de convenciones y lugares comunes que, a partir de los años 60 del pasado siglo, cambió radicalmente gracias a unos directores y a una serie de películas que cuestionaron todos los estereotipos sobre los que se había erigido el género.

Así, el ciclo programado por CAJAGRANADA comienza con tres obras maestras del western clásico, de directores como John Ford y Howard Hawks, las tres protagonizadas por John Wayne. “Centauros del desierto” y “Río Bravo” están en las listas de esas películas imprescindibles de la historia del cine, más allá de géneros o épocas.

Western Inmortal

La tercera, “El hombre que mató a Liberty Valance”, otra obra maestra de Ford, marca el final del período clásico del western. Filmada completamente  a propósito en blanco y negro, supone el tránsito entre el viejo Oeste en el que los asuntos se dirimían a tiros, cuyo mejor representante es Wayne, y los nuevos aires que venían del Este, personificados en ese abogado, torpe con las armas, que es James Stewart.

Western Inmortal Liverty Valance

A partir de ahí, el western ya no fue igual. Tras su memorable Trilogía del Dólar, filmada en Almería, el director Sergio leone reflexiona sobre el final de una época en una de sus grandes obras maestras: “Hasta que llegó su hora”, especialmente famosa por la interpretación de un sorprendente Henry Fonda.

Western Inmortal hasta que llegó su hora

Sam Packinpah, por su parte, nos habla sobre el paso del tiempo, la amistad y la traición y, de nuevo, el final de una época; en esa joya que es “Grupo Salvaje”, una de las cumbres de la historia del cine. Y, ya en las postrimerías del siglo XX, Clint Eastwood compone el personaje de William Munny es “Sin perdón”, un ajuste de cuentas con el universo del western que certifica su defunción, al desmontar todos los mitos sobre los que el género está construido.

Western Inmortal Sin perdón

Ya en el siglo XXI, hay directores que vuelven su mirada, nostálgica y también justiciera, sobre ese western que ya no existe. Películas en las que cobra importancia el papel de la mujer en el Lejano Oeste (“Valor de ley”) o la lucha por el abolicionismo propugnada por ese Tarantino empeñado en el revanchismo histórico a través del cine.

Western Inmortal Películas

¡Un ciclo excepcional!

Las películas del ciclo Western Inmortal

19 de enero: Centauros del desierto. John Ford. 1956

26 de enero: Río Bravo. Howard Hawks. 1959

2 de febrero: El hombre que mató a Liberty Valance. John Ford. 1962

9 de febrero: Hasta que llegó su hora. Sergio Leone. 1968

16 de febrero: Grupo Salvaje. Sam Peckinpah. 1969

23 de febrero: Sin Perdón. Clint Eastwood. 1992

1 de marzo: Valor de ley. Joel & Ethan Coen. 2010

8 de marzo: Django desencadenado. Quentin Tarantino. 2012

Como lo haría Manolo

Para Manuel Villar Raso. 

In Memoriam.

 

 

Mi artículo de hoy en IDEAL es muy, muy especial:

Es inevitable, una vez que han pasado las Navidades y volvemos a la rutina, replantearnos esos propósitos de Año Nuevo tan fantásticos que nos hicimos bajo los efectos del cava, el turrón, los asados y los polvorones. Es hora de adaptarlos a la realidad de un 2016 que tiene pinta de ir a ser apasionante.

Otra vez.

La ancestral sabiduría china tiene una maldición que aparenta ser lo contrario: “Te deseo que vivas tiempos interesantes”. ¡Qué empacho, a estas alturas de siglo XXI, de tiempos interesantes, cambios disruptivos, citas con la historia, refundaciones, adaptaciones y reinvenciones!

Como lo haría Manolo

Hace unos días iba corriendo junto a la vera del Genil, escuchando el murmullo del río y pensando en todas estas cuestiones, cuando creí verle venir, en la distancia. Empecé a aflojar el ritmo para saludarle, pero caí en la cuenta de que no. De que no podía ser él. Porque nos dejó hace ya unas semanas. Y me pasé el resto de mi trote mañanero rememorando algunos de los grandes momentos que tuve la suerte de compartir con Manuel Villar Raso.

Manolo fue uno de los tipos más vitalistas que he conocido. Cuando no estaba planeando un viaje, estaba trabajando en una novela, traduciendo poemas, escribiendo artículos, caminando por la Sierra y, siempre, absolutamente siempre; leyendo.

Como lo haría Manolo Villar

Me encantaba hablar con él y que me pusiera al día de las novedades del panorama literario más actual. Discutíamos mucho, que a veces no compartíamos el mismo criterio, pero sus argumentos siempre eran apasionantes. Tampoco había película de estreno que se le escapara, por ejemplo. Si he conocido a una persona a la que se adaptara como un guante la definición de Hombre Sabio, ése era Manolo.

Pero lo más importante, lo que más me gustaba de él, era su actitud ante la vida. Su insaciable curiosidad. Sus ansias por descubrir cosas nuevas. Y su capacidad de emocionarse. Nunca olvidaré un viaje que compartimos por Turquía. Estábamos en Esmirna y circulábamos en una furgoneta por una avenida que corría paralela al mar. Teníamos prisa, pero Manolo obligó al chófer a cambiar el sentido de la marcha y conseguir que nos asomáramos, aunque fuera brevemente, al puerto.

– ¡El puerto de Esmirna! -rugió con su característica y recia voz castellana. -¿Os acordáis del cuento de Hemingway, sobre el incendio del puerto de Esmirna?

No. No me acordaba. De hecho, en aquel momento yo no sabía nada sobre todo aquello. Pero Manolo consiguió transmitirme esa pasión que le caracterizaba. Y, a la vuelta del viaje, en Granada, lo primero que hice fue leer el cuento. Una maravilla, por cierto.

Manolo, pionero, aventurero y aglutinador
Manolo, pionero, aventurero y aglutinador

Así pues, y de cara a los próximos meses, mi propósito es afrontarlos como lo haría Manolo: con curiosidad, fuerza y pasión. Con hambre, con ganas, con decisión. Y, en la medida de lo posible, llamando a las cosas por su nombre. Se irrite quien se irrite. Pero, siempre, absolutamente siempre, con una sonrisa en el rostro y sin un mal gesto.

Jesús Lens

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La información como objeto del delito

Hoy, en El Rincón Oscuro, hablamos de un tema espinoso: el tráfico de datos e información.

En un momento de “Citizenfour”, uno de los personajes secundarios exclama: “¡Esto parece una historia de John le Carré!”. Lo que no tendría nada de particular si no fuera porque “Citizenfour” es un documental protagonizado en primera persona por ese archifamoso John Snowden que, actualmente, sigue reclamado por los Estados Unidos para ser juzgado por espionaje.

Citizenfour cartel

La comparación entre la historia de Snowden y una novela de le Carré no es baladí. De hecho, el documental dirigido por Laura Poitras podría ser considerado como uno de los mejores thrillers de los últimos tiempos. Todo comenzó en enero de 2013, cuando la realizadora, una documentalista seria, rigurosa y muy conocida por su compromiso político, comenzó a recibir correos electrónicos encriptados de alguien que, haciéndose llamar Citizenfour, decía tener pruebas sobre un programa ilegal de espionaje, puesto en marcha por la NSA (Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos) y por otras agencias de inteligencia.

En verano de ese mismo año, la realizadora concreta una reunión con su anónimo informante en un hotel de Hong Kong. Y allí comparece, junto a dos reputados periodistas del prestigioso diario The Guardian. Y se encuentran, por fin, con Snowden. El resto es historia y se puede consultar en las hemerotecas de todos los periódicos del mundo.

Citizenfour Snowden

Impresiona “Citizenfour” y el desarrollo de unos hechos que, hace apenas un par de años, conmovieron al mundo. Y cuyas consecuencias, todavía hoy, siguen levantando una enorme polvareda.

Creo que no desvelamos ningún secreto en este Rincón Oscuro si decimos que la información es uno de los bienes más preciados del siglo XXI. Y no me refiero a esos dossieres, a esa información confidencial que hicieron famoso a John Edgar Hoover. Me refiero a la información más aparentemente banal sobre lo que usted, yo y millones de personas como nosotros hacemos cada día.

Información basada en lo que publicamos en Facebook y Twitter, en lo que Me Gusta y en lo que retuiteamos. Información basada en lo que compramos on line y pagamos con nuestras tarjetas de crédito; en las palabras que usamos en los buscadores de Internet, en las noticias de los periódicos digitales que leemos, comentamos y compartimos, en los gadgets y wereables que usamos haciendo deporte… Y es que las cookies han dejado de ser unas apetecibles galletitas para convertirse en las puertas de acceso que abrimos a nuestro Yo más analizable, mensurable… y comerciable.

CitizenFour Greenwald

La gestión del Big Data, que se ha dado en llamar. La acumulación de ingentes cantidades de información, su análisis para encontrar patrones de repetición y su posterior utilización. Por ejemplo, para predecir tendencias de consumo. Porque las más avanzadas tecnologías de la comunicación y la información pueden hacer usos del Big Data que ahora mismo no somos capaces ni siquiera de imaginar.

De ahí que la información, así a lo grande, a lo bruto y a lo bestia, empiece a ser una mercancía más codiciada que el oro, los diamantes, los billetes de 500 euros… o la mismísima cocaína. Un oscuro objeto del deseo que, por lo tanto, atrae tanto a los grandes empresarios de las multinacionales, a los partidos políticos y a los propios gobiernos de los estados como a   delincuentes, estafadores y timadores de todo pelaje.

Citizenfour quotes

Y ahí entra el Noir, por supuesto. Lo hemos visto en un documental como “Citizenfour”, pero el acceso ilegal a la información y su filtración más o menos interesada a la opinión pública también están en el meollo narrativo de la nueva temporada de la serie “Homeland”, en la última (y muy decepcionante) película de Michael Mann, “Blackhat” o en la cinta sobre Wikileaks y Julian Assange, la muy atractiva “El quinto poder”.

Citizenfour parabólicas

Así, no resulta casual que la última entrega de James Bond ponga en cuestión la utilidad de los súperagentes al servicio de Su Majestad en un siglo XXI en el que el espionaje no se parece en nada al de hace unos años. De hecho, la siniestra organización Spectra, la archienemiga de 007, ha cambiado de objetivos y ahora practica una modalidad de terrorismo posmoderno que le hace trenzar extrañas y sorprendentes alianzas…

Citizenfour cárcel

Tengamos claro, pues, que la información será la gran protagonista de mucho del mejor Noir que está por venir.

Jesús Lens

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