La corrupción deportiva

En El Rincón Oscuro de hoy vamos a hablar de un tema de actualidad… en las páginas deportivas. Y es que se ha destapado una trama de corrupción que, a través de las apuestas deportivas, afecta a jugadores de tenis de primera línea mundial. El goteo casi diario de información nos va mostrando un submundo turbio y oscuro que contrasta con la luminosidad y la belleza del deporte de la raqueta. Según hemos podido saber, las mafias italiana y rusa controlarían hasta a veintiocho tenistas, de los que dieciséis estarían en el Top 50 del mundo.

Corrupción Deportiva tenis

Lo más llamativo es que todas las autoridades daban por sabido que había partidos amañados en torneos de segundo orden. La sorpresa ha sido constatar que hasta partidos de torneos como Wimbledon o Roland Garros han podido ser fraudulentos. ¿Pero cómo prohibir las apuestas, cuando algunos de los mayores patrocinadores del deporte contemporáneo son precisamente casas de apuestas a través de Internet?

El del tongo ha sido uno de los argumentos habituales en las historias de boxeo con trasfondo negro y criminal. Sobre todo en el cine, que el de las doce cuerdas es un deporte muy cinematográfico. Uno de los títulos más conocidos sobre esta modalidad de corrupción es “Más dura será la caída” (1956), la última película interpretada por un Humphrey Bogart muy afectado por el cáncer de esófago que terminaría por matarle al año siguiente.

Corrupción Deportiva más durá será la caída

Cuando el filme fue estrenado, los medios de comunicación insistieron en que el guion contaba la historia real del italiano Primo Carnera, un púgil de los años 40 vinculado a la mafia italiana y del que se rumoreó que compró varias peleas en su ascenso al título. De hecho, Carnera demandó a la productora Columbia Pictures por la película, pero los jueces desestimaron la demanda.

En “El buscavidas” y, años más tarde en “El color del dinero”, Paul Newman demostraba cómo se podía pervertir el billar para ganar ingentes cantidades de dinero. Tal y como decía el personaje interpretado por Tom Cruise: puedes quedar eliminado en la primera ronda del Campeonato Mundial y forrarte en la sala de entrenamiento. Sin embargo y en general, el mundo del deporte había quedado bastante alejado del radar del género policíaco… hasta hace relativamente poco tiempo.

Corrupción Deportiva El color del dinero

El escritor norteamericano Harlan Coben tiene una serie de novelas policíacas protagonizadas por el personaje Myron Bolitar, un antiguo jugador de baloncesto universitario al que una desgraciada lesión impidió convertirse en profesional y llegar a la NBA. Y ahí lo tenemos en “Motivo de ruptura”, convertido en agente de un prometedor jugador de fútbol americano con aspiraciones de alcanzar la NFL y al que todo parece irle bien… hasta que una antigua novia dada por muerta aparece en escena, lo que obligará a Bolitar a convertirse, también, en detective privado.

A partir de ahí, profesionales del tenis, del golf y del propio baloncesto irán requiriendo los servicios de Bolitar cuando sus carreras se tuerzan por motivos extradeportivos. Porque es un tipo fiable que conoce los entresijos del deporte profesional y a los tipos que pululan entre bambalinas. Una excelente serie de novelas para los amantes del Noir que, además, sean buenos aficionados al deporte.

Corrupción Deportiva Tiempo muerto

En España, Eugenio Fuentes tiene otra serie de historias policíacas protagonizadas por Ricardo Cupido, un detective privado aficionado al ciclismo y que, en la novela “Contrarreloj”, ha de investigar un caso que acontece durante el Tour de Francia. ¿Y cómo no recordar “El delantero centro fue asesinado al atardecer”, del mítico y añorado Manuel Vázquez Montalbán?

Pero el gran thriller sobre el mundo de la corrupción en el deporte es un espídido documental del año 2013 dirigido por Alex Gibney y titulado “La mentira de Lance Armstrong”. El director, amigo del ciclista, comenzó a filmar en 2009 su regreso a la competición, pero fue percibiendo síntomas de que las acusaciones de dopaje contra él podían ser ciertas. Y cambió el objeto de su trabajo: cuatro años después, la filmación e investigación concluyeron el día en que el ciclista fue desposeído de sus siete maillots amarillos de ganador del Tour. Un trabajo sobresaliente.

Corrupción Deportiva La mentira de Lance Armstrong

Terminamos esta sudada y esforzada entrega de El Rincón Oscuro con una pregunta: ¿sobré qué mayúsculo escándalo balompédico están trabajando Ben Affleck y Matt Damon para su próxima película? Busquen información sobre un tal Chuck Blazer y tendrán la respuesta. Que sea o no sorpresiva ya depende de su capacidad de asombro.

Jesús Lens

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Terrazas al aire libre

Hoy, en IDEAL, hablamos de esas terrazas que, al ritmo que vamos, van a ser fijas en nuestro día a día: Yo no sé lo que opinará usted sobre el cambio climático, pero hay un hecho irrefutable que podría ayudar a convencernos de que el tiempo se ha vuelto efectivamente loco: este año hay bares, cafeterías y restaurantes que mantienen a pleno rendimiento sus terrazas al aire libre hasta en lo más ¿crudo? del ¿crudo? invierno.

Terrazas calle navas

Los cafés y las tostadas de la mañana, las cañas y los arroces de mediodía, los gintónic vespertinos y hasta las tapas nocturnas parecen saber mucho mejor al aire libre. Y ahí radica el quid de este artículo. En la palabra libre. Porque el aire puede serlo, pero el suelo en que se asientan las terrazas, no. ¿A quién pertenece el espacio que ocupan las extensiones de nuestros establecimientos hosteleros? En principio, a todos nosotros. A usted y a mí. A los chaveas que quieren patear balones. A los mayores que buscan una recacha de sol.

Por supuesto, el Ayuntamiento tiene potestad para gestionar ese espacio público y cederlo a empresarios particulares a cambio de una tasa, para que lo exploten de acuerdo a unas condiciones. Y ahí es donde radica el problema: en los abusos.

¿Abusa el Ayuntamiento al ceder demasiado espacio público para las terrazas? Un paseo por lugares emblemáticos como Bib-Rambla, la Romanilla y otras calles y plazas del centro de Granada hace pensar que sí: en ocasiones hay que sortear mesas y sillas para caminar, teniendo que estar ojo avizor para no chocar con los camareros que vuelan con sus comandas.

Terrazas Bib Rambla

Y luego está la picaresca de determinados locales que, pagando la tasa correspondiente a unos determinados metros cuadrados, terminan ocupando más espacio del convenido cuando tienen amplia demanda de mesas y sillas.

Que el sector de la hostelería es básico en nuestra economía no escapa a nadie. Pero es necesario que las terrazas convivan pacíficamente con los espacios públicos de la ciudad, integrándose en ellos en vez de invadirlos, como tantas veces ocurre.

Y luego está la cuestión estética. ¡Un poquito de buen gusto con las sombrillas, las mesas y las sillas, por favor! Que sobre gustos y colores sí que hay escrito. Y mucho. Granada es una ciudad que atrae a turistas y viajeros de todo el mundo por su belleza.

Un poquito de por favor, por favor...
Un poquito de por favor, por favor…

Y, al igual que echamos pestes por la suciedad, la basura o las pintadas, deberíamos ser consecuentes con la contaminación visual, exigiendo una mínima consideración a quienes siembran las calles de mobiliario urbano para uso privativo.

Jesús Lens

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