La visita

Confesaré que, cuando vi de qué iba “La visita”, mentalmente la despaché con uno de esos “¡Bah, menuda chorrada!” que tantas veces pueden estar justificados… o no.

La visita póster

Como en el caso que nos ocupa.

Porque el hecho de que haya sido escrita, coproducida y dirigida por el otrora Chico de Oro, M. Night Shyamalan, tampoco era ya aliciente alguno, dados sus últimos y generosos patinazos artísticos en el cine.

Sin embargo, el hecho de que su serie de televisión, “Wayward pines” fuera –moderadamente- interesante, me animó a ir ver a una película de la que no esperaba mucho, la verdad sea dicha.

La visita

Primera y agradable sorpresa: encontrar una muy nutrida presencia de espectadores en la sala, el domingo por la tarde-noche. Jóvenes y menos jóvenes casi abarrotábamos la platea y, en cuanto terminaron los tráilers, los espectadores más ansiosos y nerviosos empezaron a pedir silencio. Se respiraba un ambiente de excitación. Había expectación, como en las grandes citas.

Comienza la película con esos dos hermanos que se aprestan a filmar un documental sobre la visita que van a hacer a unos abuelos lejanos y con los que nunca tuvieron contacto por culpa de un antiguo conflicto familiar que, ahora, ellos quieren contribuir a enterrar, cámara de vídeo en mano.

La visita abuelos

Y, con ellos, la primera sorpresa: molan. La chica jovencita y el niño preadolescente. Ambos. Y mira que eso es difícil, no teniendo más remedio que estar de acuerdo con Hitchcock a la hora de recelar de las películas con animales y niños en su interior.

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Anacleto: Agente Secreto

Efectivamente, Dani el Rojo, que interpreta a El Carnicero en la cinta, tenía razón al definir “Anacleto: agente secreto” como una comedia de acción. Me parece una definición muy ajustada y precisa.

Anacleto Dani el Rojo

Ha querido la casualidad, o más bien la moda, que en los últimos meses hayamos tenido entregas de personajes como Mortadelo y Filemón, Torrente y, ahora, Anacleto, basado en el personaje de Vázquez. La pregunta es si, cada uno en su género, esta serie de parodias del cine de acción no empiezan a ser demasiadas.

Porque es verdad que Imanol Arias, perfectamente caracterizado como Anacleto, fume mucho y viste de elegante smoking, pero poco más conecta a la película con el subversivo espíritu de los cómics de Vázquez. Lo que no es ni bueno, ni malo, sino todo lo contrario: si vas a contar una historia actual que poco o casi nada tiene que ver con el material original, ¿por qué no inventar un personaje nuevo?

Anacleto póster

Pero esta discusión, que seguramente ya mantenían los trogloditas en sus cavernas, mientras los artistas rupestres pintaban bisontes y los puristas les afeaban lo tosco de sus representaciones, nunca lleva a nada, así que centrémonos en la película. En la comedia de acción.

Primero: los actores, muy bien. Excelentes. Todos. Desde los protagonistas hasta el último de los figurantes. Pero los que están especialmente bien son los malos. Que conste en acta. Ese Vázquez y sus “temibles” secuaces, que lo mismo se enfrentan a todo el servicio secreto español que a una estantería.

Anacleto

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