La cuestión siria: indignidad

El 26 de agosto de 2013, leíamos el siguiente titular en El País: «Obama da los últimos pasos hacia una intervención militar en Siria». Lean, lean y fíjense cuánta contundencia… para nada.

Obama, anunciando la inminente intervención en Siria, en 2013, por televisión...
Obama, anunciando la inminente intervención en Siria, en 2013, por televisión…

Dos años después nos hemos olvidado de que Bachar el Asad era un asesino sin escrúpulos que utilizó armas químicas contra sus propios ciudadanos. Porque entonces «llegó» el Estado Islámico y todo cambió. Hezbolá, Irán y el chiísmo radical ya no parecían ser la peor pesadilla para Estados Unidos. Ahora, Obama se apoya en estos regímenes para combatir al Estado Islámico cuando precisamente fue el régimen de Washington el que alentó a las facciones más integristas de Arabia Saudí de las que nació el EI… para combatir el chiísmo.

Dos años después, se vuelve a hablar de intervención en Siria. Pero de un tenor muy diferente. Dos años después…

El País Siria

¿Y, mientras, en Europa? Pues eso. Que habrá que hablar con Al Asad, que se nos está llenando el patio de atrás, AHORA, de incómodos refugiados. Y algo habrá que hacer, AHORA, no sea que muera otro niño en la playa frente a una cámara de fotos y se vuelva a liar la cosa, con la gente pidiendo que se haga algo. AHORA. O mañana, ya si eso…

Lean, lean el acertado y preclaro análisis que hace un experto hoy, en El País, dos años después de aquel otro titular: Larga vida a Al Asad.

- ¿Qué soy un qué, me decíais? Repetid, anda, que no lo he oído bien...
– ¿Qué soy un qué, me decíais? Repetid, anda, que no lo he oído bien…

Qué inquietantes, oportunistas y dolorosas resultan la geoestrategia y la política internacionales…

Jesús Lens

Twitter Lens

Afrika

Disfruto de cualquier viaje. Todos ellos me gustan y me aportan. Pero los hay que resultan especiales, diferentes y extraordinariamente memorables.

Un viaje a África suele ser de estos últimos.

Afrika cómic

Desde que volví de Botswana y Zimbabwe ando todavía un poco trastornado. No me resisto a que el viaje haya terminado. Y, por eso, para prolongarlo, he estado escuchando a Hugh Masekela, Lady Smith Black Mambazo o el recopilatorio de “African Blues” que suena ahora mismo.

También he estado leyendo a Javier Reverte y sus últimas aventuras por África o al sudafricano Deon Meyer y sus novelas policíacas, por ejemplo.

Pero hoy quiero hacer referencia a un cómic singular que no sé desde cuándo tengo en las estanterías de mi biblioteca. Se titula “Afrika” y lo firma Hermann.

Afrika portada

No tenía referencias sobre ninguno de los dos. Hasta ahora. Leo que Hermann es el nombre artístico de Hermann Huppen, un historietista belga cuya obra más famosa es “Comanche” y, después, una larga serie postapocalíptica titulada “Jeremiah” y otra medieval: “Las torres de Bois Maury”.

“Afrika” es un álbum de 2007, publicado en España por Planeta de Agostini y no consta que pertenezca a serie ninguna.

¿Qué cuenta?

Una historia de brutalidad y supervivencia con el mundo de los parques nacionales africanos como telón de fondo y la caza furtiva como temas principales.

Afrika río

El protagonista es Darío Ferrer. Ya desde las primeras viñetas lo encontramos indignado, iracundo y muy airado: los furtivos han matado a un rinoceronte para robarle ese cuerno por el que se pagan millonadas en determinados países asiáticos. Porque es bueno para la virilidad (como si no conocieran la Viagra), pero también porque se dice que cura el cáncer, el SIDA… ¡Leyendas urbanas que, sin embargo, tienen al rinoceronte al borde de la extinción!

Menos mal que Hermann ya ha dibujado diferentes viñetas que muestran la grandeza de la vida natura en los parques africanos: animales en escorzos, vegetación, paisajes…

Afrika Hermann

A Darío Ferrer le espera otra sorpresa al llegar a su campamento: tiene que servir de cicerone a una periodista. ¡Con lo poco que le gustan al hombre las relaciones públicas, que es de un hosco terrible! Y ahí lo tenemos, llevando a una joven fotógrafa de arriba para abajo. Hasta que ven algo que no deberían haber visto. Y, entonces, la acción se precipita.

El cómic se lee a una velocidad de vértigo y toca algunos de los temas más candentes de la actualidad africana. No vamos a decir que el guion sea un prodigio de profundidad, pero sí que te arrastran la fuerza arrolladora y la pasión de Darío, aunque a veces no estés de acuerdo con sus puntos de vista. Y eso es bueno.

Afrika guion

No sé qué nos podrán decir especialistas como Rash, Colin o mi querido coautor, Fran; Alejo, Cassasola…  ¿Conocéis a este Hermann y esta obra en concreto? ¿Nos recomendáis algo más de él? ¿Y sobre cómic africano o que transcurra en África, más allá de “Tintín en el Congo”?

Gracias, chatos.

Jesús Lens

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