África y los Niños soldado en el cine contemporáneo

Hoy es el Día del Libro. Y quiere la casualidad que la efeméride coincida con un acto que venimos anunciando desde hace días y que me permite publicar en IDEAL el reportaje que podrás leer más abajo.

 

Esta tarde, a las 20 horas, se estrena en el Palacio de los Condes de Gabia, organizado por el área de Cultura de Diputación de Granada, el cortometraje “Aquel no era yo”, del director Esteban Crespo, único representante español en la gala de los Oscar de este año, recientemente celebrada en Los Ángeles.

 cine africano aquel no era yo corto

La proyección del corto irá seguida de un coloquio abierto con el público en el que participamos el Diputado de Cultura y Patrimonio, José Torrente; el director del Festival Cines del Sur, José Sánchez-Montes y un servidor.

 

De cara al estreno del corto, que cuenta una historia de niños soldado y de cooperantes españoles en África, en mi condición autor del libro “Cineasta blanco, Corazón negro. Aventuras y desventuras cinematográficas del continente africano”, publicado por la editorial ALMED y que tenéis a vuestra disposición a golpe de click a través del mail jesus.lens@gmail.com ; aprovecho la tribuna que me brinda IDEAL para reflexionar sobre cómo ha tratado el cine más reciente al continente africano y, en concreto, a esa figura del niño soldado.

Hace pocos días se hacía pública la noticia de que Javier Bardem y Charlize Theron se pondrán este verano a las órdenes de Sean Penn para filmar una película en África, «The last face», basada en la historia de un médico de guerra que ve comprometida su relación de pareja con otra doctora, implicada en labores humanitarias en África, el continente más sufrido y vapuleado de la tierra.

 Cine africano sean penn

Sin que haya trascendido aún nada más sobre el guion de Erin Dignam para la nueva cinta de Penn, que regresa a la dirección tras siete años de silencio tras las cámaras, ya estamos expectantes ante una película que vuelve su mirada hacia esas vidas al límite que tan características resultan en el cine de Sean Penn. Además y de esta forma, el propio Javier Bardem vuelve a África, tras haber producido una película documental sobre el Sahara.

El cine español, de un tiempo a esta parte, está filmando películas que miran al Sur. A ese Sur que, cercano geográficamente, sin embargo se encuentra a años luz de distancia, cultural y emocionalmente. Un Sur con el que tanto tenemos que ver y que tanto tiene que ver con nosotros. Un Sur cuyas necesidades más apremiantes podemos conocer a través del cine, el mejor instrumento para hacer visibles realidades habitualmente muy difíciles de descubrir.

La granadina Chus Gutiérrez y Gerardo Olivares, por ejemplo, nos han hablado de la inmigración en dos extraordinarias películas: “Retorno a Hansala” y “14 kilómetros”, respectivamente. “Wilaya”, de Pedro Pérez-Rosado, se une a “Hijos de las nubes” en el redescubrimiento cinematográfico del pasado colonial español en el Sahara y Santiago Zannou acompañó a su padre de vuelta a Benín, a ajustar cuentas con un pasado que había quedado pendiente, cuarenta años antes, cuando partió a través de “La puerta de no retorno”.

 cine africano retorno a hansala

En “Diamantes Negros”, por su parte, Miguel Alcantud pone el acento en un tema muy de actualidad: la contratación de niños de países subdesarrollados por parte de clubes de fútbol de países del primer mundo. Niños a los que se les muestra un mundo de lujo, fastos y oropel que, después, dista mucho de ser cierto.

 cine africano diamantes negros

Los niños. Esos niños a los que la pobreza, la violencia y la guerra arrebatan su infancia -y en muchos casos su vida -son los protagonistas del cortometraje “Aquel no era yo”, de Esteban Crespo, que hoy se presenta al público en Granada. Tal y como podemos leer en la web de la película; “El proyecto nació por el deseo de mostrar la dureza de la realidad de los niños y niñas soldado y lo que muy pocas veces vemos, sus secuelas. Y por otro lado, por el deseo de homenajear la labor altruista y llena de ideales de las personas que arriesgan su vida por mejorar la de los demás”. Una web extraordinaria http://aquelnoerayo.com/ en la que, además de todos los datos sobre el cortometraje, hay otra mucha información sobre el drama de los niños soldado en todo el mundo, las secuelas que su participación en conflictos armados conlleva y sobre cómo se les puede ayudar.

 cine africano aquel no era yo

Precisamente sobre este tema versa la impresionante película “Ezra”, dirigida en 2007 por el nigeriano Newton I. Aduaka y que, estrenada en Granada, en el imprescindible festival Cines del Sur, conmovió a todos los espectadores que llenaban el Teatro Isabel la Católica, además de llevarse uno de los premios del certamen.

Ezra es un joven que combatió en la devastadora guerra civil de Sierra Leona y que, una vez terminado el conflicto, trata de normalizar su vida, lo que le resulta extremadamente complicado por las secuelas que padece. Entre ellas, una potente amnesia que le impide recordar episodios de su pasado más reciente. Así, sus días se reparten entre un centro de rehabilitación psicológica en el que tratan de ayudarle a recomponer su fracturada psique, y un tribunal de reconciliación nacional promovido por la ONU con el fin de cerrar las heridas abiertas por la sangría y la violencia que asolaron aquella parte de África. Será durante el juicio que Ezra se enfrente nada menos que a su propia hermana, quién le acusa de haber asesinado a sus padres.

 Cine africano ezra

La película, durísima, es un potente alegato a favor del reconocimiento de la verdad, cueste lo que cueste. Habla Aduaka, el director de la cinta, sobre lo que supuso conocer a los niños soldado: “lo que más me impresionó fue que no eran conscientes de que estaban siendo explotados por los mercenarios, por los políticos; creían que luchaban por la libertad de su país”.

Y precisamente sobre todo ello habla otra extraordinaria película, en este caso canadiense: “Rebelde”, escrita y dirigida por Kim Nguyen, estrenada en el Festival de Berlín, nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa en 2012 y acreedora de los más importantes galardones del cine canadiense de aquel mismo año.

 Cine africano rebelde

Filmada en la República Democrática del Congo, “Rebelde” cuenta la historia de Komona, una niña que, a los doce años, fue secuestrada en una razzia llevada a cabo en su poblado y adiestrada para convertirse en niña soldado. El impacto y la dureza de la película, no en vano, al principio de la cinta vemos cómo Komona es obligada a asesinar a sus propios padres; están mitigados por un cierto hálito poético y onírico que impregna a la cinta de una pátina de optimismo: aun en las situaciones más duras y complicadas, siempre, queda espacio para la esperanza, el perdón y el amor.

Cine africano rebelde sub

Creo sinceramente que “Rebelde” es una película que habrá gustado a Newton I. Aduaka, el combativo director nigeriano del que hablamos hace un momento y que se muestra muy crítico con un cierto “revisionismo de la historia africana” realizado a través de películas producidas y dirigidas por cineastas occidentales. En estas cintas, los protagonistas suelen ser blancos cuyo punto de vista apenas araña la superficie que late bajo muchos de los conflictos africanos y que, más que en cuestiones políticas o ideológicas, están basados en razones puramente económicas, como la extracción del petróleo, la búsqueda de diamantes o, más recientemente, el control del coltan, un mineral necesario para el funcionamiento de los teléfonos móviles y cuyas reservas se concentran, en un 90%, en el centro de África.

 Cine africano ezra aduaka

Un buen ejemplo de este tipo de cine sería “Diamante de sangre”, una película de gran presupuesto filmada por Edward Zwick en 2006 y que, protagonizada por una megaestrella del calibre de Leonardo DiCaprio, habla tanto de las joyas sangrientas a las que se refiere su título como del drama de los niños soldado.

 Cine africano diamante de sangre

Dejando al margen la calidad de una película con momentos brillantes y otros demasiado previsibles, lo cierto es que el estreno y el éxito de “Diamante de sangre” sirvió para poner el foco de atención sobre una realidad hasta entonces muy poco conocida: el sufrimiento, la violencia, el dolor y la muerte que suponen para miles de personas la extracción de determinados diamantes que, después, lucen primorosamente encastados en joyas de insultante valor.

La película contribuyó a que se desarrollara en todo el mundo una potente campaña en contra de este tipo de tráfico y permitió que muchas personas de concienciaran acerca del problema, de forma que las grandes firmas de la joyería internacional se vieron forzadas a acreditar que los diamantes que usaban en sus piezas no eran diamantes sangrientos.

 Cine africano diamante sangriento

Y es que el cine es más, mucho más, que un simple entretenimiento. El trabajo de directores como los citados así lo demuestra y, por eso, disfrutar del estreno de “Aquel no era yo”, en pantalla grande, supone una ocasión extraordinaria de acercarnos a esas otras realidades que, siendo incómodas, no podemos ni debemos dejar de conocer.

Jesús Lens

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Las Shelfies y el fomento de la lectura

Hoy publico una columna en IDEAL que NO habla de cofradías, corrupción, insultos y ataques más o menos fingidos, más o menos justificados. Porque, aunque no lo parezca, hay otras realidades, solo supuestamente banales…

Ahora que tenemos una burbuja de Selfies que amenaza con desbordar las redes sociales con los caretos de todos nuestros contactos, es hora de pasar página e ir un paso más allá en cuanto a tendencias virales. Sobre todo, porque la que vamos a comentar está llamada a incrementar los niveles de lectura de este país. ¡Qué tiemblen los coreanos y los finlandeses en el próximo PISA! Vamos a arrollarlos.

 Shelfie

Antes de explicarme, un inciso: ¡favor de no copiar la moda de los Bieber, Cyrus & co. de hacerse una Selfie recién despiertos y aún en la cama! Esas caras hinchadas y legañosas, retozando entre las sábanas, dan bastante grima.

Pero vayamos a lo que empieza a petarlo: las Shelfies. Si Selfie (hacerse una foto a uno mismo para publicarla en las redes con el fin de cosechar el mayor número posible de Me Gusta y de Retweets) es un anglicismo que no tardará en ser admitido por la RAE, proveniente de la palabra “Self”; una Shelfie es hacerle una foto a una estantería. Y tratar de hacerla viral, claro.

 Shelfie gafas

El término también proviene del inglés. Shelf. Balda, estante o anaquel. ¿Quién no tiene en su casa una repisa favorita, en la que acumula algunos de sus tesoros más preciados? ¡Pues venga! ¡A lucirla! ¡A presumir! ¡A molar!

La Red se está llenando con ejércitos de Cliks, figuritas de Lego pacientemente armados, colecciones de búhos provenientes de los cinco continentes y, por supuesto, con decenas de diferentes botellas de cerveza, atesoradas a lo largo de los años. Hay quién no lo puede evitar y coloca a sus gatos en las baldas de sus estanterías favoritas. ¿Qué sería de las redes sociales sin el Poder el Imperio Gatuno? ¡Hasta una Shelfie estoy viendo ahora mismo, realizada con motivos ciclistas, incluida la bicicleta, entera, colgada en la pared, junto al casco!

 Shelfie bicicleta

Llegados a este punto, el lector ya habrá anticipado el porqué nos vamos a convertir en potencia lectora de primer orden: como las Shelfies que más molan son las Selfies hechas frente a una estantería y a todos nos gusta parecer intelectuales… ¡pues a comprar cómics, novelas, poesías y ensayo se ha dicho! Porque yo me sé de más de una y de más de dos personas que, con la excusa de que leen en digital, no tienen un perro libro en su casa. ¡Es que ni un recetario de cocina, oiga!

 Shelfie gatuno

“Yo he pensado que a mí también me interesaría ser intelectual. Como no tengo nada que perder…”, sostenía uno de los personajes de “Amanece que no es poco”, película reverencial que hay que ver, cada año, dos o tres veces como mínimo. Efectivamente, ser intelectual no tiene más que ventajas. Así que… ¡todos a las librerías, a llenar nuestras casas, muros y blogs de shelfies, a la vez guapas e ilustradas! Y, si de paso, nos da por leer uno o dos libros… bueno, eso ya sería la leche.

Jesús Lens

Días de Radio

Parafraseo el título de la película de Woody Allen porque estoy muy contento de una nueva faceta que, desde ahora, voy a desarrollar con más fuerza: la radio.

 dias de radio

Aunque hace tiempo que vengo colaborando en el medio, hablando de cine, primero en Happy FM y ahora en ES Radio, de la mano de Brígida Gallego Coín y de José Miguel, los lunes por la mañana, entre las 12 y las 14 horas, donde aprovechamos para comentar las películas que proyectamos en el Teatro CajaGRANADA; desde hoy inicio una colaboración fija en la Voz de Granada, con Alfonso Salazar, en su programa La Plaza Humana.

Los programas los grabaremos los lunes por la tarde y se emitirán los martes por la noche, a partir de las 22 horas.

Además, también colaboraré en el Magazine matutino de La Voz de Granada, los viernes, para repasar la cartelera y hablar de ese cine que tanto nos gusta y nos cautiva. El de estreno, el de casa, las series de las que todo el mundo habla…

 La voz de Granada

¿Nos escuchamos?

Además de leernos. Y de vernos. Por ejemplo, este miércoles, que te recuerdo que tienes una cita I-NE-LU-DI-BLE…

¿Vale?

Jesús Lens

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Yo no era aquél

¿Te acuerdas de esta convocatoria? Quizá ya no. La tuvimos que suspender por el luto oficial por la muerte de Suárez.

Ahora, una vez pasada la Semana Santa, la retomamos. El miércoles de la semana que viene.

 Aquel no era yo

El día 23, ¡Día del Libro!

Veremos el corto español nominado al Óscar y tendremos oportunidad de mantener un coloquio que, a buen seguro, resultará enriquecedor.

¿Nos acompañáis?

Jesús Lens

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Lektu

Hoy, 15 de abril, es un día histórico para el mundo del libro.

¡HIS-TÓ-RI-CO!

Porque desde las doce del mediodía, Lektu es un hecho y ya está en marcha. Pincha, pincha en www.lektu.com y asómate a la primera librería digital con sentido para el lector. Un lector al que se respeta, se mima y se quiere. Un al que no se trata como potencial delincuente y en el que se confía a pies juntillas. Un lector, en fin, que para comprar un libro digital no ha de tener conocimientos de ingeniería informática.

Un lector como tú.

 Lektu

Lektu nace para dar respuesta a quiénes sostenemos que hay mercado para un producto de calidad en la Red, al que resulte fácil y sencillo acceder y que se vende por un precio muy razonable.

No sé si estarás leyendo esto o, directamente, ya estarás navegando por la plataforma de Lektu, a la que ya se han adherido varias editoriales. Entre otras, Gigamesh, con su producto estrella: la saga de Juego de Tronos.

 Lektu Juego de Tronos

Lektu, como plataforma para la edición digital, tiene una serie de ventajas, más allá de las por todo el mundo conocidas: economía de medios, distribución planetaria, ahorro de costes en la edición y la distribución, facilidad para el acceso del posible lector, portabilidad lectora, etcétera, etcétera.

Las dos grandes ventajas de Lektu es que se basa en dos pilares fundacionales: la confianza en el lector y la transparencia en la gestión.

Confianza en el lector, que comprará los libros y que, una vez siendo de su propiedad, hará un uso sensato de ellos, exactamente igual que hace con los de papel. ¿O conoces tú a mucha gente que fotocopie los libros que compra y se los pase a cien amigos para que los lean? Libros sin DRM y que, una vez comprados, puedes disfrutar en los múltiples dispositivos que todos tenemos: ordenador, Tablet, e reader, etc. Sin restricciones.

Y transparencia a la hora de distribuir los porcentajes obtenidos con la venta de cada libro. Un reparto en el que el autor será el gran beneficiado del ahorro de costes que supone la edición y distribución digitales.

Presentación de Lektu en la nueva librería Gigamesh de Barcelona
Presentación de Lektu en la nueva librería Gigamesh de Barcelona

Y llegados a este punto, vamos a dejarnos de literatura y vamos a centrarnos en la LITERATURA, pura y dura. Entra en Lektu, regístrate y empieza a comprar la mejor literatura de género fantástico y terrorífico, de ciencia ficción y, por supuesto, de género negro. Ahí, además, vamos a tener mucho de qué hablar.

Pero, de momento, disfruta de Lektu. ¡Súbete al tren del futuro lector, que te espera en el andén, con las calderas bien cargadas de combustible para hacer posible una maravillosa experiencia lectora!

Jesús Lens

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