TALLERES

¿Cómo andamos de ganas de hacer cosas? O, mejor dicho, de aprender a hacerlas.

Hoy voy a ser un poquito chauvinista, al animaros a consultar la oferta de talleres que el Centro Cultural CajaGRANADA ofrece para estos primeros meses del año. (Consultar AQUÍ)

Los hay de todos los tipos y colores: técnicos y artísticos; para mayores y para niños; para gente de letras y para gente de ciencias…

Hay uno en concreto, que me fascina: periodismo cultural.

Mañana, cuando leáis mi columna de IDEAL, a más de uno le va a sonar muy rara. No hay tal. El caso es que, como leeréis, he tenido ocasión de repasar siete años de columnismo. Que se dice pronto. No es que crea, es que estoy convencido de que a través del periodismo se puede hacer una extraordinaria literatura.

Pero es que, además, hay una faceta del periodismo, la cultural, que resulta especialmente atractiva. Y mi compi de IDEAL, Juan Luis Tapia, los miércoles por la tarde, de 5 a 8, va a impartir un taller sobre ello. Un Taller que promete animado, divertido y muy, muy práctico.

Si tenéis tiempo, ni lo dudéis. Aprenderéis mucho. Y aprenderéis del mejor. AQUÍ, toda la información sobre el mismo, que arranca la semana que viene y para el que aún quedan algunas plazas.

Jesús tallerista Lens.

CUBA LINDA

Lo bueno de conocer gente nueva es que te permite hablar con ella de cosas que, con otros, ya puedes tratar, a pique de que llamen cansino, pesado, repetido, aburrido y pelma sin remedio.

Estos días hablamos de Cuba, de mis queridos Lorenzo y Rebeca, estos Príncipes de Santa Clara.

Y de Lola y el Mejunje, por supuesto.

Hablamos del Barrio, de Pechoemulo, de “Que en vez de infierno encuentres gloria”. Hablamos de Santa Clara.

Hablamos, claro, de Cuba Linda.

Y cuando hablamos e Cuba Linda, hay que escuchar el piano de Bebo. Y al Cigala. Que a los niños, antes de darles leche, hay que darles cariño.

Cuba Linda, de mi vida,

Cuba Linda, siempre te recordaré.

Y el «Chan chan», por favor. ¡¡¡¡El «Chan chan»!!!!!

Brindemos. Por los amigos de siempre. Y por las nuevas amistades.

Y así pasan los días, y yo desesperando, y tú,,,, tu contestando Quizás, quizás, quizás 😉

¡Salud!

Jesús Cubanísimo Lens.

MÚSICA MAESTRO

Hace unos días fui con mi Cuate Pepe al Instituto Jaroso de Cuevas de Almanzora, invitado por el Ministerio de Cultura, a dar una charla a los alumnos de secundaria. Sobre libros. Y películas. Y viajes. Ya sabéis…

Después de pegarles a los pobres un chapón de tres cuartos de hora, llegó el turno de las preguntas. Mi amigo Eloy, el coordinador de la charla y responsable último de que estuviera allí, había pedido a los alumnos que pensaran en algunas cuestiones y los muchachos se lanzaron a tumba abierta.

Alguien preguntó por las bandas sonoras. Que qué pensaba sobre las bandas sonoras.

Le vine a decir que, cuando la música se hace demasiado evidente y empalagosa, puede llegar a perjudicar a la película. Que el cine es un todo, la suma de las partes, y que ninguna debe sobresalir por encima de las demás, para no aplastar o asfixiar el metraje.

Pero que luego, claro, hay películas que no se podrían ni entender ni concebir sin la música. Sin esa banda sonora que trasciende lo puramente cinematográfico para convertirse en iconos de la cultura popular. Como la música de 007, por ejemplo. ¿Qué sería de James Bond sin esa sintonía suya, única, personal e intransferible?

Y “Memorias de África”, claro. Aún recuerdo cuando mis padres fueron a verla al cine y, al volver a casa, parecían quererse un poquito más que antes de irse. Esa banda sonora, que te transporta a las verdes colinas de África, a la sabana, a las extensiones del Serengeti, a esa joya llamada Masai Mara…

Ayer murió John Barry.

Me hubiera gustado escribir sobre él más en caliente. Pero no pudo ser, Cuate. Ahí va mi sentido homenaje a una de esas personas cuya obra nos alegra la vida y hace que, cuando las luces de una sala de cine se apagan, volvamos a ser niños inocentes, crédulos e ilusionados.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.