Vuelve «Boardwalk Empire»

La primera temporada de «Boardwalk Empire» me gustó. Pero la segunda me encantó. Y ahora, cuando la tercera está a punto de llegar a las pantallas (españolas), nos merendamos con una estupenda noticia.

La primera pecaba de esteticismo. La segunda se dejaba de milongas e iba a lo mollar. A lo sangriento. A lo desmesurado y a lo brutal. No podía ser de otra manera, con los padres de «Casino» y «Uno de los nuestros» por un lado y uno de los creadores de «Los Soprano» por otro.

La mezcla entre Martin Scorsese y Terence Winter se ha demostrado explosiva.

Y la HBO sigue apostando por ella.

¡Enhorabuena!

BBC Parte dos. Black Mirror

Hablábamos aquí de las buenas series que nos está trayendo la BBC. Lo mejor de este año, para mi gusto, es esta «Black Mirror» que comentamos ahora y que estrena Cuatro en abierto. ¡Favor de verla y comentarla!

Mucho más sorpresiva, inquietante y anticipatoria fue la radical “Black Mirror”, tres episodios de hora y media de duración, independientes entre sí, pero unidos por el nexo de presentar una distopía sobre la hipotética sociedad británica (y global) del futuro más inmediato.

El primer episodio arranca con el secuestro de una de las más queridas, admiradas y reverenciadas mujeres de la Familia Real Británica. Una de esas jovencitas modernas y comprometidas cuyos índices de popularidad eran altísimos entre sus conciudadanos. Lo curioso del caso es que los secuestradores no piden un rescate al uso, sino que exigen que el Primer Ministro británico comparezca, en riguroso vivo y directo frente a la televisión… para copular, en primera persona y en idéntico vivo y directo… con un cerdo.

A partir de ahí, el caos. Y la (decreciente) influencia de los medios de comunicación en la sociedad. Y la (creciente) importancia de las redes sociales e Internet como vehículos para la transmisión inmediata de información, datos y opiniones y, sobre todo, para tomar el pulso a lo que la gente piensa, quiere y opina en cada momento.

De los tres episodios de “Black Mirror”, el primero es el más impactante y se puede ver como una película independiente dado que ni el argumento ni los personajes vuelven a aparecer en los siguientes. Un episodio de visión obligatoria para periodistas y cualquier persona con interés por la comunicación de un futuro que, nos gustará más o menos, pero que ya es presente.

El segundo episodio es muy, pero que muy angustioso; con una lectura extrema de la telerrealidad y los concursos de aspirantes a Estrella; la gente pedaleando para conseguir puntos y alimentos y la denuncia de una sociedad banal, estratificada, aborregada, abúlica y repugnante.

Y el tercero, igualmente angustioso, nos muestra cómo sería nuestra vida si nuestra memoria fuera perfecta y tuviéramos acceso ilimitado a repasar, ver y proyectar cada uno de los segundos que componen los minutos que componen las horas que suman los 365 días de cada año. 366 si es bisiesto.

Series diferentes entre sí y diferentes a las habituales tramas históricas o a las comedias de situación. Series anticipatorias y especulativas. Ciencia ficción y terror muy apegados a la realidad. Espléndidos guiones, repartos magistrales con actores desconocidos y una capacidad de observación y análisis de la realidad circundante que elevan a las novísimas series producidas por la BBC a lo más alto de la Edad Dorada de la Televisión universal.

Jesús Lens

Veamos ahora más aPostados. Los 26 anteriores de este intenso agosto, desde aquí.

Y, también, veamos qué blogueamos los 27 de agosto de 2008, 2009, 2010 y 2011

BBC. Parte I

Además de ser un acrónimo muy utilizado entre los profesionales del vídeo y la fotografía (Bodas, Bautizos y Comuniones), la BBC pasa por ser una televisión modélica, famosa por sus rigurosos e independientes programas informativos y por haber producido muchas de las series icónicas que han contribuido a fijar en nuestras retinas la esencial forma de ser, conducirse y comportarse de los hijos de la Gran Bretaña.

De un tiempo a esta parte, la BBC también está detrás de series de rabiosa actualidad, de terror y ciencia ficción especulativa sobre el destino y la deriva de nuestras sociedades. Series de una factura impecable, técnicamente perfectas, que hacen la competencia a las mismísimas HBO y AMC norteamericanas.

Algunas de sus características fundamentales de las Series BBC:

– Repartos corales encabezados por actores jóvenes, pero sobradamente desconocidos. Y profesionales. Muy profesionales.

– Episodios largos. En algunos casos, de hora y media de duración, aquellos famosos noventa minutos que contribuyeron a hacer grande la industria de Hollywood.

– Temporadas cortas. Incluso ultracortas. Cortísimas. Como, por ejemplo, temporadas de tres episodios, sin ir más lejos.

Veamos algunos ejemplos concretos de estas Series BBC que tan buenos ratos nos están dando. La primera y más conocida, que saltó de los canales especializados y por satélite a los generalistas fue “Sherlock”, una actualización del personaje de Conan Doyle, que vive y resuelve sus casos en el Londres del siglo XXI, ayudado por un Watson, veterano de las guerras de Oriente Medio y que gestiona un Blog en que va contando los casos que resuelven él y su impertinente y genial amigo. Aparecen Adler, el policía amigo y admirador de Sherlock y, por supuesto, su némesis y archivillano, Moriarty. Guiones densos y prolijos, réplicas y contrarréplicas espetadas a la velocidad del rayo, móviles de última generación y el Ojo de Londres formando parte del skyline de la capital inglesa, pero siempre manteniendo vivo y vigente el espíritu, el ambiente y el aroma originales de las tramas y los personajes.

Una de terror, zombis y ciencia ficción de lo más entretenido es “The fades”, con protagonistas postadolescentes, enamoradizos, freaks y raritos que se enfrentan a seres maléficos, espectros y muertos no migrados con ansia de venganza y regeneración. Una serie corta repleta de asco y de humor en la que nadie es tan bueno (o tan malo) como aparenta. Porque todos, a fin de cuentas, tienen sus razones. Una serie que también insiste en lo complicado que debe ser tener poderes paranormales y sobrenaturales. Ser un Elegido, a fin de cuentas, no es una elección individual, sino una imposición de un destino caprichoso y, a veces, muy cachondo.

Continuará.

Jesús Lens

¿Vemos los anteriores 25 aPostados, ya, de este agosto que toca a su fin?

¿Y en 2008, 2009, 2010 y 2011? ¿Qué bloqueamos tal día como hoy?

De cafés, bares, películas y tronos… ¡os espero!

Hoy es el día. ¡Ha llegado! Hoy tenemos un exigente y excitante programa doble que nos permitirá disfrutar, a las 18 horas, en la Sala de Exposiciones de CajaGRANADA en Puerta Real de la complicidad y la compañía de Jesús Conde y Manolo Villar, hablando de “Café-Bar Cinema”.

Yo prometo estar muy discreto. Porque si me quieren ver y oír, ¡ays!, el domingo a las 19.30 horas, en Canal Sur 2, estaremos con Jesús Vigorra, en su programa literario “El público lee”. Y ahí sí tendremos oportunidad de explayarnos…

Pero volvamos a hoy. Entre las 19 y las 20 horas estaremos en la Caseta de Firmas de la Feria del Libro, en el corazón de Puerta Real. ¡Pásense por allí y echemos unas palabrillas, unas risas y, si tenéis algún ejemplar de “Café-Bar Cinema” por dedicar, firmar o regalar; ¡es el momento!

Y no se crean ustedes que la cosa termina ahí. ¡Ni mucho menos! A las 21 horas, en la Biblioteca de Andalucía, unimos en la misma mesa a los editores de los libros del ciclo “Juego de Tronos” con los responsables de Canal + que exhiben la serie.

Una ocasión excelente de saber más sobre las interioridades de lo que se ha dado en llamar, el Fenómeno Juego de Tronos y que, si no estáis en Granada, podéis seguir a través de Internet.

La página web de la Feria del Libro de Granada tiene una pestaña a través de la que se acceder al streaming de una Mesa Redonda que, también, nos traerá clips con material inédito y espectacular de la serie, preparada ex profeso por los amigos de Canal +.

Y, a través Twitter, podéis dejar preguntas con el hashtag #jdtengranada . Seis de ellas serán contestadas por los participantes en la Mesa de hoy.

Como veis, un viernes intenso tras el que pienso recluirme debajo de una piedra, por los siglos de los siglos y hasta más y mejor ver… ¡en Salobreña!

¡Os espero!

Jesús estresado & ilusionado Lens

Homeland

Se la esperaba con ganas. Con muchas ganas. ¡La serie del año! Premiada en Estados Unidos, bendecida y alabada por crítica y público, por fin ha desembarcado “Homeland” en nuestras pantallas y… ¡ha colmado nuestras más altas expectativas!

Al menos, con su primer episodio, denso, intenso y cargado de contenidos.

El punto de partida es tan sencillo como atractivo: un sargento del ejército norteamericano, desaparecido y dado por muerto en Oriente Medio, es súbitamente encontrado por un grupo de Marines y devuelto a casa, en loor de multitudes, incienso a santidad y madera de héroe; recibido por el mismísimo Vicepresidente de los Estados Unidos.

Pero ocho años son muchos años.

Por ejemplo, para la familia del héroe desaparecido en combate, esposa joven y fogosa y dos hijos en edad difícil. ¿Cómo encajará en casa, de vuelta, el marido desaparecido?

Pero es que, además, no es oro todo lo que reluce y la historia del héroe reencontrado puede tener más agujeros que el casco del Titanic, después de chocar con el iceberg. Y para tratar de descubrirlos, nada mejor que una analista de inteligencia tirando a neurótica, amante del jazz y sacada del campo de operaciones por su franca inestabilidad mental y decidida falta de disciplina. Una conspiranoica nata, vamos.

La duda sobre la honestidad del héroe o su posible conversión al islamismo radical y terrorista late desde el primer minuto de la serie y será el hilo conductor de una trama que promete ser absolutamente adictiva.

El guion, basado en una serie anterior de procedencia israelí, es modélico y las interpretaciones de los actores, absolutamente ajustadas y perfectas. ¡Hasta los niños están bien!

Deseando ver el resto de “Homeland”, con fundadas esperanzas de que estará a la altura de este sensacional primer episodio -y a la espera del regreso de “Mad Men” y de «Juego de tronos»- convenimos con los yanquis en que, efectivamente, estamos ante una de las grandes series de un año que, por desgracia, nos ha traído demasiadas decepciones catódicas.

Jesús Lens

PD I.- Visto el segundo episodio, la cosa me sigue gustando.

PD II.- ¿Y el 18 de abril de 2008, 2009, 2010 y 2011?