ALMED Y HASTA DONDE EL CINE NOS LLEVE

A ver. En las librerías Picasso y Atántida de Granada, en «Negra y Criminal» de Barcelona y en Estudio en Escarlata de Madrid podéis comprar nuestro libro, «Hasta donde el cine nos lleve», de cuya exitosa presentación en Villena (Alicante), pronto hablaremos.

 

Pero, además, si pedís el libro a nuestra editorial, la granadina editorial Almed, os lo mandan sin gastos de envío, tal y como se señala en el enlace referenciado.

El mail es almed@almed.net y fijaos qué chula ha quedado la home de la web de la editorial Almed… nos encanta a Fran y a mí esa luna azul.

 

En serio, anímense a comprar el libro, que a la peña le está gustando bastante, sirve para recordar películas vistas y para que te den ganas de ver otras. Y para viajar con la imaginación, desde el sofá de casa y desde la tumbona de la playa. Y si alguien se lleva el libro a la cama, que nos cuente qué sueños de provoca su lectura.

 

De verdad, lo pasarán bien leyéndolo. Palabrita de Niño Jesús 😉

 

Jesús Lens, autobombeando sin descanso.

DE LIBROS, PRESENTACIONES Y AMIGOS

Ustedes ya lo conocen. La niña literaria de nuestros ojos: «Hasta donde el cine nos lleve».

Hoy jueves, a las 20 horas, Fran y yo la ponemos de largo en Villena (Alicante), de la mano del escritor, periodista y cinéfilo Mariano Sánchez Soler, tal y como mi querido partenaire literario anuncia en su imprescindible Blog.

¡Os esperamos!
¡Os esperamos!

Y como testigo de excepción, mi cuate, Pepe, que no dudó ni un segundo en embarcarse en este bolo, que nos lleva hoy a Alicante en un viaje relámpago, que nos devolverá mañana a Salobreña, pasando por Águilas y parando en Granada, brevemente.

¡La fama cuesta!
¡La fama cuesta!

Aunque algo estresante, mola esta vida en la carretera. A fin de cuentas, si hablamos de un libro de viajes y películas, ¿qué mejor forma de presentarlo por esos mundos que tirando de carretera y manta?

Para ambientar, añadimos fotos de la presentación en Semana Negra, tomadas del fantástico Post que Fran publicó hace unos días…

Jesús Lens, on the road.    

No es necesario irse a África para tener experiencias nuevas

Amigos, hoy una entrada chauvinista y egocéntrica total. Os dejo el enlace con la estupenda entrevista que María Fernández-Nogueras me ha hecho para mi querido IDEAL. Según fuentes bien informadas, en vez de titularla como reza ahí arriba, pensaron ponerle «También puedes conocer a alguien fascinante en el Alsina de Granada a Almuñécar», pero optaron por la referencia africana.

Un servidor, con el libro debajo del brazo. Foto: Alfredo Aguilar
Un servidor, con el libro debajo del brazo. Foto: Alfredo Aguilar

Al grano.

 

¿Habéis comprado ya el libro? ¿Lo vais leyendo? ¿qué os parece? Contadme, contadme. Y a ver qué os parece la entrevista. Desde luego, la encantadora María se lo curró pero que bien currado, una hora de charla implacable. La pobre.

Malandrines, ¿lo habéis comprado ya? Contadme, contadme
Malandrines, ¿lo habéis comprado ya? Contadme, contadme

Además, este sábado estaremos en directo, a partir de las 13.30, en Canal Sur Radio, hablando de viajes y películas. Y si andan por el Levante peninsular, el próximo jueves, a las 20 horas, en el alicantino pueblo de Villena, mi querido Fran y yo tendremos el privilegio de presentar «Hasta donde el cine nos lleve» de la mano del maravilloso escritor -y cómplice en esta aventura- Mariano Sánchez Soler.

 

Jesús Lens, orgulloso, feliz y contento, con su bebé fílmico-literario bajo el brazo.      

HASTA DONDE EL CINE NOS LLEVE

Comprar IDEAL y encontrarse este artículo de Manuel Villar Raso en sus páginas de opinión, me hace dar un brinco de alegría y, también, sentir un pellizco en las tripas. De orgullo, de satisfacción y de felicidad. Qué bueno es tener buenos amigos.

 

Viajar es ver y sentir, ir en busca del sueño y de lo inesperado, recuperar la pasión de la aventura y el anhelo de eternidad. Hay muchos géneros de viajes. Surgen en las tertulias, en los libros, en las revistas. La literatura ha cultivado el género de viajes desde la Odisea de Homero, hace cientos de años, hasta Javier Reverte y Kapuscinski; pero modernamente pocos géneros lo hacen con mayor soltura que el cine, del que este libro de la editorial granadina Almed nos deja ejemplos memorables. En él, Jesús Lens y Francisco Ortiz nos descubren hermosos paisajes, aventuras sin límite y emociones a raudales, tanto en los espacios vacíos de Kubrick, en la prehistoria, como en  los dibujos animados y en películas tan intemporales como El viaje del emperador, una hermosa película, sencilla y tierna, que es una lección fílmica de cómo los animales pueden ser tan humanos como los hombres.

¿Lo tenéis ya? Esa luna...
¿Lo tenéis ya? Esa luna...

El viaje es un puro experimento que nos impulsa a no permanecer encerrados en nuestras casas y a viajar por la Argentina, por la India y Hong Kong, a hacer largas distancias que engloban el mundo entero y a buscar, tanto en secuencias intimistas como en las secuencias impresionantes de la antigua Roma, historias trágicas y emocionantes, personajes arquetípicos, tramas y aventuras que unen civilizaciones y nos llevan por continentes e islas misteriosas en un fabuloso cóctel, sencillamente de la mano de deliciosas películas y aventuras que espolean nuestras ganas de soñar tanto o más como lo hace la mejor literatura.

Porque Hasta donde el cine nos lleve recorre la Edad Media con soberbios viajes y nos descubre personajes que acaban enganchando al espectador y lo convierten en viajero; luego pasa al descubrimiento de  América con películas tan poderosas como Apocalipto y La aventura equinocial de Lope de Aguirre de Werner Herzog, en busca del mítico El Dorado, y que visualmente son tan hermosas y descriptivas como las historias que podemos encontrar en los escritores latinoamericanos. Y de América, Jesús Lens y Francisco Ortiz pasean su extraordinaria visión cinéfila por la India y por el África de Tarzán, que ha hecho correr ríos de tinta, con historias sobre este continente, como las de Burton y Speke, repletas de emoción, unas basadas en hechos reales y otras en recreaciones literarias, tan hermosas como Memorias de África, con evocaciones y atardeceres inolvidables, filmadas de manera incomparable.

Y sin olvidarse del universo del Western, del nomadismo, de la acción y de la conquista, Hasta donde el cine nos lleve, penetra en el siglo XX, en el que unas fronteras caen y otras se levantan, siempre popularizando el viaje y democratizándolo, a pesar de que las distancias en este mundo nuestro son cada vez más cortas y complicadas. Surgen así las películas bélicas de las dos grandes guerras y del Vietnam, que han sacudido nuestro mundo, algunas verdaderas obras maestras, con las que la aventura auténtica sigue volviendo a la cartelera, y así sucesivamente hasta el siglo XXI.

«Cuando nos arrebatan la aventura, la soñamos», dice Borges y de ahí que continuamente aparezcan grandes obras maestras como El cielo protector de Bertolucci, basado en la novela de Paul Bowles, y numerosos filmes en los que  quizá no importen tanto los viajes como la manera con que su desarrollo afecta al viajero, al encontrar en ellos su propia identidad, ya sea individual o colectiva. Porque buena parte de las películas premiadas con el Oscar en los últimos años están basadas  en viajes y epopeyas, que definen de maravilla el devenir vital de la población de nuestro mundo y  Jesús Lens y Francisco Ortiz también se detienen en ellas.

Su atracción por lo gótico y el thriller no puede dejar de  descender a los infiernos, a viajes que no son del gusto de todos, pero en los que aparecen personajes inquietantes, que atrapan la atención del espectador durante dos horas, como No es un país para viejos. Estamos, en consecuencia, ante un libro inquietante, ante un gran proyecto, que no sólo analiza las aventuras más representativas de nuestro tiempo y que no deja indiferente a nadie que lo lea, en viajes que se abren hacia un futuro cuyas metas son difíciles de predecir, como reconocen sus autores.

AGÜIMES – SEMANA NEGRA: LIGERO DE EQUIPAJE

Créeme: de todo lo que llevas en el petate, cuando sales de viaje, te sobran tres cuartas partes. Y más. Como decía Rodolfo, viajo ligero de equipaje. ¡Y tanto! Pero a ti no te interesa, ahora, saber de mis cuitas con la maleta perdida por IBERIA el pasado viernes y aparecida el miércoles en Canarias. Ya te contaré, con pelos y señales. Ni, posiblemente, tengas ganas de que te repita todas esas cosas que ya hemos escrito sobre Semana Negra, como en esta columna, por ejemplo. Así que vamos a hablar de uno de los protagonistas de esa columna. Porque si es Jueves y esto es Semana Negra, hoy hay que hablar de poesía. Hay que hablar de Ángel González y Luis García Montero.

 

Acabo de estar en la rueda de presentación de «Mañana no será lo que Dios quiera», uno de los libros que más ganas tengo de leer y que, en Granada, tuve varias veces en las manos, pidiéndome a gritos ser comprado. Pero, ¿sabes?, soy un poco fetichista. Y, aunque los dos seamos granadinos, donde se ha forjado un conato de amistad entre Luis y yo ha sido, paradójicamente, en Gijón. Así que, esperé a estar en Semana Negra para comprarlo y pedirle que me lo dedique. Y ha querido la casualidad que la presentación del libro dedicado a la vida del gran Angel González (¿le recuerdas, declamando poesía en la Carpa del Encuentro? Mira. Mira y escucha) coincida con una de las tres que, esta tarde, me toca hacer a mí.

 

¡Un auténtico jueves de pasión literaria! Presento la novela de Oscar Urra que tanto me gustó, «A timba abierta», y presento a Carlos Salem y su fantástica «Pero sigo siendo el Rey», Además, Frankie y yo ponemos de largo, en estas tierras, nuestro libro, «Hasta donde el cine nos lleve» Nos presenta Fernando Marías y… ¿lo has leído ya? 😉 ¿Qué te pareció? Como puedes ver, una velada intensa y apasionante. Así que me fui a la rueda de prensa, en el Don Manuel, y me encontré con un Luis García Montero rejuvenecido, más delgado y mucho más optimista que el que saludé hace unos meses, en la presentación en Granada de «La renta del dolor».

 

Un fuerte y sincero abrazo, una gran sonrisa y una promesa de, después, compartir charla y tragos me dejaron el segundo mejor sabor de boca de la mañana. En la rueda de prensa, Luis se mostró íntimo, cercano y cariñoso, relatando diversas anécdotas de la infancia y juventud de Angel González, explicando el origen del título de la novela, el tan maravillosamente profético: «Mañana no será lo que Dios quiera». Desde que escuché el título por primera vez me enganchó esa fórmula de no resignación ante los avatares de la vida, de insumisión ante los futuros escritos y los caminos marcados, de lucha por labrarse un camino propio. Venciendo las dificultades y las complicaciones, avanzando paso a paso, sin prisas, sin pausas, con decisión. Porque una vez que te has fijado un objetivo, un objetivo que merece la pena, hay que recordar y poner en práctica la célebre consigna anarquista… «¡Sin Dios ni Amo!» y la Guevarista «Hasta la victoria siempre».

 

Para mí, personas como Ángel o Luis son modelos a imitar. Personas con talento que cultivan el intelecto, de gran sensibilidad, que trabajan a destajo, pero que también son unos grandes hedonistas que sacan lo mejor de la vida. Amigos de sus amigos, habladores sin fin, bebedores sin fondo, fumadores insaciables. ¡Ay! Se aprende tanto, tanto, cuando uno sale de su nido y descubre nuevos horizontes… Personas grandes, amigos buenos. La mejor sombra bajo la que cobijarse.

 

Se me termina el tiempo. Me gustaría hablarte un poco más de Agüimes, del maravilloso Festival del Sur-Tres continentes. Contarte de los Tangorditos, que hoy actúan en el pueblo granadino de Peligros y que si puedes, no deberías perderte. Del monólogo de Alberto García o de la Danza Vertical, uno de los espectáculos más visuales, sugerentes y excitantes que imaginarse puedan. Seguir hablándote de esas noches sin fin en Alcatraz… Pero ya habrá tiempo. Todo el tiempo del mundo.

 

Ahora me voy a jugar un partido de volley. Estaba convocado por Marisa, pero no las tenía todas conmigo. Sin embargo, Raúl Argemí me retó anoche en público. Así que, me he comprado unas zapatillas y unos pantalones de deporte y allá voy. Créeme. No será ni lo que Dios ni el destino quieran. Vencer o morir. Jajajaja. Y mañana, otro de los platos fuertes; preestreno en exclusiva de la que, posiblemente, será la gran película del 2009, con permiso de «Up» y Pixar: «Enemigos públicos», de Michael Mann, con Johnny Depp. Tengo un pase doble para el pre-estreno y a quién a más cañas me invite, se vendrá conmigo. 

 

Pero todo eso será mañana. Esta tarde tengo tres presentaciones. Bien preparadas, claro. Pero los nervios, ahí están. Cruza los dedos y acuérdate de un amigo que, a partir de ahora, espera ser capaz de contarte todo lo que vaya pasando estos días. Hasta el domingo. Y más allá.

 

Jesús Lens. Insumiso.