¡MENOS MAL QUE VOLVEMOS AL SENEGAL!

No se si os habéis fijado en el Cartel que hay en la Margen Derecha de este Blog, desde hace unas semanas. Es el mismo que aparece aquí abajo. Y que avanzaba lo que ahora confirmamos: vuelvo a África. Al África negra y profunda. De nuevo a Senegal, donde estuve hace dos años y medio, con un grupo de amigos, en un viaje revelador.  (Más información e imágenes de aquel viaje, AQUÍ)

Me pierdo unos días por esos mundos que tanto que me gustan. Porque, como explicábamos AQUÍ, de declaro enfermo de África. Todavía.

Sí. Lo contaremos. A la vuelta, supongo. Salvo que encontremos un buen cíber. Y pasamos por Casablanca, un puñado de horas. Y volvemos para la Navidad. Si los pilotos y los controladores así lo quieren. Y la suerte y la fuerza nos acompañan, claro.

¿A qué voy? Esencialmente, a disfrutar todo lo posible de ESTAS actividades. Y de ESTE programa.

Hablamos. Y portaos bien estos días…

Jesús Africanito Lens

MIENTRAS TANTO

Mi amiga Alicia me enviaba ayer este poema, de su amigo Paco Pérez, cuyo Blog «La vida es insomnio» hay que segir, sí o también.

Y se lo quiero dedicar, este miércoles, a mi querida amiga Nerea Riesco, a la que me encantaría acompañar esta tarde en la presentación de su Poemario, en Sevilla.

¡Salud!

MIENTRAS TANTO

Quizá las cosas

tengan que ser así de escasas,

quizá la felicidad

sólo pueda ser disfrutada

con cuentagotas,

quizá sea necesario no tenerse

para que el amor arda,

quizá no haya veneno que mate

más despacio que la rutina.

Y el tiempo mientras tanto,

eso es la vida.

Quizá las cosas se rebelen,

la felicidad se me atragante,

el amor se convierta en ceniza

y el veneno me deje indemne,

pero el tiempo mientras tanto,

eso es la vida

BOARDWALK EMPIRE

Hace unos días estuve haciendo ESTO.

Entre otras cosas, revisé cientos de papeles sepultados entre otros cientos de papeles. Como lo de Wikileaks, pero a nivel personal.

Fui desechando, tirando, rompiendo y escondiendo distintas cosas. Y de repente me encontré con un recortico diminuto en que se anunciaba que Martin Scorsese sucumbía a la televisión y se embarcaba en el rodaje de una serie llamada “Boardwalk Empire”, sobre la mafia y el tráfico de alcohol en los años 20 del pasado siglo, en Atlantic City.

Imagino que cuando se hizo el anuncio, yo ya estaría enganchado a algunas de las series de televisión de las que venimos hablando en esta página de un tiempo a esta parte, pero seguro que aún no tendría el grado de adicción que tengo ahora.

Porque ahora, el nombre de Martin Scorsese me impresiona, claro. Pero más aún me impresiona el de la otra parte que está detrás de “Boardwalk Empire”: Terence Winter.

Ahora pueden pasar dos cosas: que sepas de quién hablo o que no.

Y es que el mundo catódico del siglo XXI se divide en dos clases de personas: los que conocen el nombre de tipos como Terence Winter, David Simon, David Chase o Aaron Sorkin y los que no.

En concreto, Terence Winter estaba detrás de “Los Soprano”, una de las series que revolucionó el panorama televisivo del siglo XXI. Y, por eso, su presencia en esta nueva epopeya mafiosa, aunque la acción se traslade a los años 20, nos resultaba de lo más estimulante. A priori.

Una vez visto el piloto de “Boardwalk Empire”, dirigido por el propio Scorsese, ¿qué tenemos que decir?

Pues, en una palabra: que… ¡mola!

Me gustó, mucho, ese primer episodio. Y me gustó, mucho, el protagonismo del personaje de Enoch “Nucky” Johnson, interpretado por un extraordinario Steve Buscemi. Un personaje cuya carga de estrés, ansiedad y responsabilidad no le augura nada bueno, por mucho que vista unos trajes tan impecables como imposibles.

Me gustaron los secundarios. Y secundarias. Aunque a veces me perdiera en un complicado quién es quién, qué hace y por qué. Imagino que, a medida que pasen los episodios, nos iremos familiarizando con todos ellos.

Y me gustó el diseño de producción, la fotografía y la recreación de ese Atlantic City, con sus luces y sus sombras, las salas de fiesta y el puerto. Y las sacudidas de extrema violencia, súbita, seca y áspera.

Vamos que de “Boarwalk Empire” me gustaron hasta los andares.

Y juraría que, de aquí en adelante, me va a seguir gustando. Así que, como dice un gran filósofo… ¡Ya veremos!

Jesús Empírico Lens.

EN LA MUERTE DE MORENTE

Pocas cosas originales o sabias podremos decir en este momento, cuando se ha confirmado la muerte de Enrique Morente. Yo recuerdo un día, paseando por el Albaycín, que Enrique pasó conduciendo su coche. O en Salobreña, aquel Nuevas Tendencias, donde vi un trozo del Omega en directo… Omega. Y Morente. Siempre en el recuerdo. Muchos se vosotros tendréis anécdotas, historias compartidas… A mí me queda el Omega. Nada más. Y nada menos. Como enlazamos un poco más abajo.

Un abrazo.

Porque este proyecto ya nunca verá la luz. Como tantos otros, personales, profesionales, íntimos, artísticos, vitales… que la muerte ha segado de golpe.