EN LA MUERTE DE MORENTE

Pocas cosas originales o sabias podremos decir en este momento, cuando se ha confirmado la muerte de Enrique Morente. Yo recuerdo un día, paseando por el Albaycín, que Enrique pasó conduciendo su coche. O en Salobreña, aquel Nuevas Tendencias, donde vi un trozo del Omega en directo… Omega. Y Morente. Siempre en el recuerdo. Muchos se vosotros tendréis anécdotas, historias compartidas… A mí me queda el Omega. Nada más. Y nada menos. Como enlazamos un poco más abajo.

Un abrazo.

Porque este proyecto ya nunca verá la luz. Como tantos otros, personales, profesionales, íntimos, artísticos, vitales… que la muerte ha segado de golpe.