Juro que este diálogo es totalmente cierto.
Conforme lo escuché, el domingo, en mi quiosco, me paré y lo escribí en la BlackBerry para no olvidar ni un matiz, ni una coma.
Llega el cliente y coge un periódico. Mi quiosquero, que es un tipo estupendo, le saluda con alborozo, como en él es habitual. A fin de cuentas, a primera hora todos vamos dormidos y medio zombies.
Atentos:
– ¡Paquito! ¿Que dices?
– Lo que cantan las perdices.
– ¿Perdices? ¡Si ya no cantan! ¿No ves que ya no hay?
– Y a mí que me importa.
Paga el periódico, pide una bolsa por si llueve y el malafollá sigue su camino, como si nada.
¡Wellcome to Granada!
@jesus_lens
Comentarios
6 respuestas a «Malafollá granaína»
Realmente claro ejemplo de nuestra malafollá,que casi nadie,por no decir nadie que no sea de aqui,la entiende.
Si, pero no dices de donde emana…
Bueno… Yo diría que eso no es – mala follá – es mas bien mala educación, que de eso tambien hay mucha
así os va a los Sanitex
Si es la frontera que separa la mala follá de la mala educación es muy liviana!!!!
Yo creo que al malafollá se le quiere, «….es que es así», de ahí que el propio quiosquero le salude amigablemente: «Paquito, ¿qué dices?, como si quisiera provocar que esa malafollá brotara. Al maleducado se le ignora, el trato es el justo, no se le provoca nada, lo único que uno quiere es que se vaya pronto.