La hija de Borat me representa

Es triste decirlo, o quizá no, pero Borat y su hija me representan más y mejor que toda esa panoplia de beautiful people que, en pleno estado de alarma, cierre perimetral y toque de queda; se juntó en el Casino de Madrid para homenajearse a sí misma. El magno y dorado salón cumpliría con todas las medidas sanitarias, pero esos rostros sin mascarilla y esos cuerpos sin respetar la distancia social son buena prueba de que castizos y descastados vivimos en universos paralelos cada vez más distantes.

De ahí que me sienta más y mejor representado por Borat y su hija Tutar,  embarcados en un nuevo y delirante viaje por los Estados Unidos de este surrealista 2020.

¿Se acuerdan de la que se armó en 2006 con la primera película protagonizada por el personaje creado por el humorista británico Sacha Baron Cohen? Pues si ven su secuela, recientemente estrenada en Amazon Prime Video, van a flipar. Da lo mismo lo que les hayan contado o lo que hayan podido leer en la prensa. Verla es toda una experiencia.

Borat es un personaje al que podríamos describir como nauseabundo. Es machista hasta el delirio, negacionista del Holocausto y profundamente racista. Con ese aval y autoerigido como el segundo periodista más importante de Kazajistán, se embarcó en una gira por los Estados Unidos para demostrar que no hay tanta diferencia entre lo que piensa y opina él y lo que piensan y opinan amplias capas de la población norteamericana.

Y así llegamos a la subsecuente secuela de aquel delirio, estrenada mundialmente unos días antes de las elecciones estadounidenses. Además de los asuntos ya mencionados, Borat, que en esta ocasión viaja acompañado de su hija quinceañera; pisa callos en los ambientes antiabortistas, entre las mujeres conservadoras y en los reductos negacionistas y conspiranoicos más conspicuos.

Borat 2 está filmada durante la pandemia y el espectador duda si lo que ve en pantalla ocurrió realmente o está todo dramatizado y pactado; si responde a un guion previo. Hasta que llega la celebrada y comentadísima secuencia de Rudy Giuliani, el abogado de Trump, que no deja lugar a las dudas ni a la interpretación. ¿O sí?

Vean ‘Borat 2’. Si no tienen Amazon, suscríbanse gratis durante el mes de prueba. No les voy a decir que pasará a la historia por sus méritos artísticos y cinematográficos, pero como documento de lo que está pasando en el mundo, resulta impagable.

Jesús Lens