Suena el teléfono. Una amiga. Que se casa. Y me invita a su boda. En Dakar. Ríe. Está contenta. Siempre está contenta. Su futuro marido se llama Bemba y es buena gente, me dice ella. Que la tienda lleva unos días cerrada. Pero que pronto volverá a abrir.
No me da tiempo a organizarme para llegar a la boda.
Pero estoy muy contento. Y emocionado.
¡Felicidades, Petite Ndeye!
Jesús Lens
Comentarios
2 respuestas a «Invitación de boda»
¡Olé por nuestra querida amiga Ndeye! Es una noticia que me llena de alegria porque le deseo lo mejor. Pocas personas se pueden conocer con ese encanto y esa sonrisa permanente en una cara que, aparte de que lo parece, denota la bondad y la belleza interna y externa de una gran mujer, hecha a si misma. ¡Enhorabuena y que seas muy feliz!
¿A que sí, Cuate? Esa Ndeye se merece lo mejor del mundo. La verdad que me encantaría estar en la boda, pero bueno. ¡Brindaremos desde aquí!