Cines del Sur. Parte 2

Hace exactamente un año, esta misma columna que usted está leyendo era un cúmulo de improperios contra las administraciones que habían matado a Cines del Sur. Aquí la pueden leer. El 24 de marzo de 2016, yo no me creía que la suspensión temporal del festival de cine periférico dirigida por José Sánchez Montes fuese a ser efectivamente temporal.

Así terminaba mi columna: “Para quienes creemos en la diversidad, Cines del Sur era un pasaporte que nos permitía conocer otros mundos y otras realidades. Ahora, esa ventana está cerrada. Otra más. Y con ello seguimos construyendo una Granada cada vez más cateta, más uniforme y más cerrada en la que el aire, enrarecido y pestilente, empieza a ser irrespirable”.

 

Un año después, en el magnífico Salón de Caballeros de la Madraza granadina, la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, presentaba la décima edición de Cines del Sur. Y, con ella, la Rectora de la Universidad, el presidente de la Diputación de Granada y el alcalde de la capital. Y, por supuesto, el alma de Cines del Sur, José Sánchez Montes. Me toca rectificar, felizmente, y agradecer a la todas las partes implicadas el esfuerzo realizado por devolvernos una de las joyas de nuestra agenda cultural.

Lo primero y más importante: Cines del Sur tiene el doble de presupuesto que en su última edición. Lo que permitirá más contenidos, más proyecciones, más espacios en los que disfrutar del imprescindible cine a contracorriente de este certamen. Además, todas las instituciones se suman al proyecto. Con ganas, ilusión y convencimiento, de acuerdo con lo que ayer pudimos escuchar.

 

Importante también: la intención de Cines del Sur es prolongar su actividad a lo largo de todo el año, no agotándose exclusivamente en diez días de junio. Este aspecto, que compartimos quienes hacemos el festival Granada Noir, es clave para que una cita cultural cale en la gente. Comprimir decenas y decenas de convocatorias en una semana y dejar al público huérfano de actividad el resto de los 355 días del año, no tiene sentido en este siglo XXI en el que las tecnologías de la comunicación facilitan tantísimo las cosas.

Maravilloso recuerdo de cuando fui jurado de Cines del Sur

Un festival tiene que ser la celebración final de un ejercicio repleto de actividad que sirva, de verdad, para que la gente disfrute de una oferta cultural de fuerte calado y alto impacto.

 

Jesús Lens