Guardaespaldas

Ahí va una de esas preguntas imposibles, estúpidas y cretináceas que, sin embargo, tanto me gustan. Imagina que te toca la lotería. El gordo. Pero no un Gordo cualquiera. Imagina que te toca un Obeso. Mórbido. Una cantidad indecente de millones de euros. Y que, lógicamente, tienes que contratar un servicio de seguridad.

De entre estos fulanos, ¿a quién confiarías tu seguridad personal y la de tu familia? 😀

Leónidas, Rey de los Espartanos
Leónidas, Rey de los Espartanos
Ragnar Lodbrok, Conde vikingo
Ragnar Lodbrok, Conde vikingo
Espartaco, líder de los esclavos libertos
Espartaco, líder de los esclavos libertos

Vamos, vamos. Que, a veces, hay que jugar…

En Twitter, soy @Jesus_Lens

Vikingos

Quiso la casualidad que decidiéramos irnos de viaje a Escandinavia justo antes de que la TNT empezara a emitir “Vikingos”, una serie producida por The History Channel que ahora mismo ha empezado a emitir Antena 3.

Vikingos serie

Y quiso la buena fortuna que pudiéramos ver los primeros seis episodios de la serie antes de viajar a las tierras vikingas y los tres últimos, a la vuelta.

Los muy cinéfilos (o seriéfilos, que para la cuestión es casi lo mismo) somos muy dados a buscar, cuando viajamos, paisajes, personas o situaciones que nos recuerden nuestras películas o series favoritas. Y, desde luego, “Vikingos” y Escandinavia van bien cogidos de la mano. ¡Esos fiordos! ¡Ese Museo del barco vikingo de Oslo! Esos tipos rubios y titánicos de casi dos metros, encantados de haberse conocido… Aunque la serie se haya filmado entre Irlanda y Canadá, los paisajes y el diseño de producción te trasladan a los mares del norte con absoluta fidelidad.

Vikingos ataque

La serie, digámoslo ya, es excepcional. Desde un punto de vista puramente narrativo y, también, desde lo histórico e historicista. Así, mientras los primeros episodios son más dinámicos, repletos de acción, muerte, pillaje y destrucción; los últimos son más oscuros, calmados e introspectivos. El número ocho, en concreto, titulado “El sacrificio”, en el que se muestran los rituales mágicos y religiosos de los vikingos, es inquietante, atractivo, oscuro, místico y, por encima de todo, impresionante.

Desde la ropa a los sistemas de navegación, pasando por los barcos, las costumbres, el orden social, las relaciones sexuales, el papel de la mujer… todo ello está excepcionalmente mostrado y magistralmente narrado, en una de esas series que se paladean a cada fotograma.

El personaje principal es Ragnar Lodbrok, uno de los héroes más famosos de la cultura nórdica, conocido por haber saqueado Inglaterra, Francia y Bretaña y cuyas hazañas están bien documentadas. Cuando le veáis, caeréis rendidos a sus pies. Tipo duro y carismático. Decidido. Cruel. Curioso e inquisitivo. Y su gente, a la altura. Y su esposa… ¡ay, su esposa! Y sus enemigos, claro. ¡Si hasta los niños están bien y resultan creíbles!

Vikingos Ragnar

Pero mi personaje favorito es el inquieto y ambiguo Floki. Un constructor de barcos con conocimientos médicos e ínfulas místicas que a veces parece actuar como un bufón mientras que, en otras ocasiones, es el más cruel de los vikingos. Aliado fiel de Ragnar, cuando se sienta a la mesa de los ingleses no dejará de admirarse por lo bien tallados que están sus muebles y de disfrutar de la cerámica con que fabrican sus platos y vasos… aunque termine rompiéndolos a cabezazos antes de romper a reír desaforadamente. ¡Un crack, Floki!

Vikingos Floki

La primera temporada ha sido un éxito clamoroso. Firmada por Michael Hirst, de quien se recuerda su extraordinaria adaptación de la historia de “Los Tudor”, ya hay una segunda tanda de episodios comprometida. Pero el objetivo de Hirst es llegar hasta las siete temporadas, dado que la historia de los hijos de Lodbrok también resulta interesante, larga y jugosa.

¡Bienvenida esta nueva serie, esta saga de Vikingos que tan buenos ratos promete darnos!

Yo que tú no me la perdería.

Y pronto hablaremos del otro gran estreno del verano: “The Bridge”. Mientras, ve siguiéndola.

Además de seguirnos en Twitter, claro: @Jesus_Lens

El Jueves caníbal

Escribía el otro día un Tuit que fue muy celebrado: «Comer viendo un episodio de «Hannibal» le da a los alimentos un sabor muy especial».

Hannibal

Y es que me está gustando, y mucho, la nueva serie de AXN en la que se actualiza la historia del famoso psiquiatra caníbal, con imágenes tan potentes como esta:

Ojito con los ángeles y sus alitas. Algunos no son lo que parecen ;-)
Ojito con los ángeles y sus alitas. Algunos no son lo que parecen 😉

Hoy, miércoles, ha salido El Jueves. Y como en tantas ocasiones anteriores, ¡lo borda!

El Jueves

Larga vida a Hannibal, The Canibal…

 

Y si te atreves, me sigues en Twitter: @Jesus_Lens 

Semana grande

Esta no es ni la Semana Santa ni la Semana de Pasión. Esta es la Semana Grande, televisivamente hablando. Si ya estamos enganchados a la inquietante y maravillosa «House of Cards»; si «The Following» sigue dándonos alegrías; si «The walking dead» continúa metiéndonos el miedo en el cuerpo y hemos descubierto esa joya llamada «Breaking Bad» (más vale tarde que nunca)… esta semana comienza con un doble estreno, lunes y martes…

19

¡Fiiiiiiirmes!

 

Comienza el espectáculo.

 

En Twitter comentamos @Jesus_Lens

Black Mirror 2

El principal problema de la segunda temporada de Black Mirror es la primera temporada de Black Mirror.

black mirror

Me explico.

Cuando vimos aquel episodio del cerdo, se nos desprendió la mandíbula y nos descubrimos, babeando, con la mirada fija, incrédula, sellada a la pantalla de la televisión.

¿Qué demonios era aquello? ¿Podía ser cierto? Recuerdo que cogí el móvil y empecé a preguntar, a diestro y siniestro.

¿Qué es “Black Mirror”?

Y recibí, como respuesta, un nombre. Brooker. Charlie Brooker.

black mirror cerdo

La primera temporada de “Black Mirror” fueron tres intensos episodios largos, en los que se planteaban tres diferentes escenarios de tecnología ficción, pero muy cercanos en el tiempo y en el espacio y, por lo tanto, brutalmente creíbles. Hasta demasiado, a decir verdad. Por eso, quizá, daban tanto miedo.

¿Miedo?

No. No era miedo, en el sentido terrorífico de la expresión. Era temor. Inquietud. Desasosiego. Por la pregunta que todos nos hacíamos, mientras veíamos esos tres episodios. ¿Y si fuera verdad?

El terror es precisamente eso: que sea posible.

Como no soy persona de spoilers y sé que hay gente que aún no ha visto nada de Black Mirror, no diré nada sobre los argumentos de tres episodios largos, absolutamente independientes y autoconclusivos.

¡Cruzad al otro lado del Espejo Negro, aunque seáis reacios a las series! En realidad, “Black Mirror” es la serie menos serie que he visto nunca.

La soledad, ¿era eso?
La soledad, ¿era eso?

Sí podemos decir que la segunda temporada mantiene el nivel de la primera. Solo que ya no causa la misma sorpresa y perplejidad: los tres episodios que la componen abundan en los argumentos que ya nos dejaron patidifusos en BM-1: el exceso de la tecnología, los abusos de las Redes Sociales y la despersonalización de la vida, la deshumanización de la sociedad.

Tras las elecciones italianas, por ejemplo, el episodio protagonizado por Waldo no solo nos parece posible, sino más que probable. ¿Y el capítulo del Oso Blanco? ¡Por favor! ¡Era cierto! ¡Era siniestro! ¡Era terrible! Es de un refinamiento y una crueldad absolutamente descomunales, una total y legítima manipulación del espectador, que termina el capítulo, nuevamente, entre indignado, anonadado y sobrecogido.

black-mirror-temporada-2

De verdad. Hay que ver “Black Mirror”.

Y luego quedar para hablar de ella.

Pide, a voces, una buena tertulia.

A la vuelta de Semana Santa, lo organizamos.

¿Hace?

Sígueme en Twitter: @Jesus_Lens

 

Y ahora, a ver los 21 de marzo de 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012.