Actores verosímiles

El Facebook, además de para presumir de los atracones que nos hemos pegado durante el fin de semana, puede servir para mantener apasionantes debates literarios, como el promovido por el escritor Francisco Gómez Escribano en su muro, hablando sobre la poca credibilidad de mucha novela negra contemporánea y sus protagonistas políticamente correctos.

Paco Gómez Escribano

Un debate al que se fueron sumando otros escritores como Susana Hernández, Santiago Álvarez, María José Moreno, Jordi Ledesma, Carlos Bassas y David Llorente, que fue el encargado de introducir el concepto de verosimilitud.

Decía David que un George Samsa que se despierta convertido en un escarabajo, no es creíble. Pero tal y como lo cuenta Kafka es verosímil. De ahí que sigamos imantados a una historia ¿increíble? ¿irracional? ¿imposible? que, sin embargo, gracias al talento del narrador, el lector acepta seguir leyendo.

Escarabajo kafka

En IDEAL, me pregunto hoy: ¿es exportable esta teoría al mundo de la política? Los equipos de estrategia, marketing y comunicación de los partidos se vuelcan, cada cuatro años, en tratar de hacer verosímiles un puñado de increíbles promesas electorales que, camufladas bajo la apariencia de un programa, suelen terminar demostrándose más falsas que la falsa moneda.

Y, sin embargo, Show must go on! Lo importante no es proponer un programa electoral creíble, posible y razonable. Lo importante es darle verosimilitud a un montón de promesas que, al final, quedarán en su mayor parte incumplidas. Y ahí, el candidato que ha de colocárselas al electorado desempeña un papel trascendental. De ahí la importancia de los debates en la campaña y toda su parafernalia gestual. En un debate no se confrontan ideas. En un debate se trata de resultar creíble de cara al espectador, para que el discurso resulte verosímil.

MADRID 13 06 2016 POLITICA Debate a cuatro en la campana electoral del 26J Mariano Rajoy PP Pedro Sanchez PSOE Pablo Iglesias Podemos y Albert Rivera Ciudadanos FOTO JOSE LUIS ROCA
MADRID 13 06 2016 POLITICA Debate a cuatro en la campana electoral del 26J Mariano Rajoy PP Pedro Sanchez PSOE Pablo Iglesias Podemos y Albert Rivera Ciudadanos FOTO JOSE LUIS ROCA

El problema al que hemos llegado en España, con el bochorno de los bloqueos, los vetos y demás, es que, al tinglado, empiezan a vérsele demasiado las costuras. Ya no hay quien se crea todo esto y la arquitectura se desmorona. Y ahí está, esa creciente e incontestable abstención, como prueba.

Lo peor de unas terceras elecciones no es que haya que votar el 18 o el 25 de diciembre. El gran problema es que todo lo que digan los Rajoy, Sánchez, Rivera e Iglesias, además de increíble, nos parecerá absolutamente inverosímil. De ahí que el cambio de protagonistas en los roles principales de esta película empiece a ser una imperiosa necesidad del guion.

Jesús Lens

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¿Dónde andaba, la juventud?

Dos ausencias notables, y muy comentadas, en la manifestación del pasado sábado que exigía el restablecimiento de las conexiones ferroviarias en Granada. A ellas me refiero en mi columna de hoy en IDEAL. Por un lado, nadie del PP. Al menos, nadie orgánico. Una postura difícil de comprender y, más aún, de defender. Es como lo de la semana pasada, con los del PP tirándoles los EREs y a Griñán al PSOE a la cara y éstos, parapetados tras el rostro de cemento de Rita y de Luis sé fuerte.

IDEAL

¡Qué bien se lo pasan, unos y otros, removiendo el estercolero de la corrupción, en vez de callar… y poner las medidas necesarias dentro de sus partidos para que la palabra “política” deje de oler de tan mal. Y luego dirán que la abstención creciente, el desapego y la desmotivación son producto del desinterés de la peña…

Y ahí quería yo llegar. Al desinterés. Porque la otra clamorosa ausencia en la manifestación fue la de los jóvenes. Era más difícil encontrar a una persona de veinte años desfilando el pasado sábado que a un lince corriendo en libertad por Sierra Morena. Y sobre ello habla, también, Javier Barrera en su Blog Cableados, en esta entrada.

Granada Noir por el tren a Granada

¿Dónde estaban los jóvenes, en Granada, en vez de en la manifestación? ¿Qué tenían más importante que hacer? Porque digo yo que, enterados de la movida, estaban; que el trabajo en Redes ha sido impecable.

Lo mismo es que el tema les resbalaba y les dejaba indiferentes, algo que me resulta inconcebible. ¿Cómo les va a dar igual a los jóvenes vivir en una ciudad cuyos aviones, o no llegan, o son prohibitivos; y que tampoco tiene tren? Se dice que el tren es caro. Que no lo usan. Que prefieren el autobús o los coches compartidos. ¿Y? ¿Es esa razón para no hacer suya una causa que beneficia a la ciudad en su conjunto?

Luego está la versión apocalíptica acerca de una juventud indolente y apática, egoísta y poco comprometida, que solo se preocupa por lo suyo y a la que no puedes sacar más allá del Botellón, la fiesta y el fútbol. Tristes tópicos e injustas generalizaciones que, además, no nos llevan a ningún sitio.

Con Blanca Espigares y Antonio Cambril. Foto: José Hernández.
Con Blanca Espigares y Antonio Cambril. Foto: José Hernández.

Cuando empecemos a preguntarnos por las causas de la desconexión de una mayoría de la juventud con las cuestiones de la vida diaria de Granada, tendremos mucho ganado. Mientras sigamos despachando el tema con los tópicos de siempre, mal vamos.

Jesús Lens

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Con Alhambra en Córdova

Juan Jesús García hacía ayer una excepcional crónica de la clausura de los Conciertos de las 2, promovidos por Cervezas Alhambra en diversas ciudades  españolas, Granada entre ellas, por supuesto. Y a este magno evento dedico mi columna de hoy en IDEAL.

Conciertos Especiales Cervezas Alhambra

La velada musical que la empresa cervecera nos regaló en el Palacio de los Córdova fue uno de esos lujos que difícilmente olvidaremos, con algunos de los mejores grupos y artistas de Granada en formatos y registros muy diferentes a los suyos habituales.

Lean, lean la crónica de Juanje para hacerse una idea. Pero yo hoy, de lo que quiero hablar no es tanto de la música cuanto del acto en su conjunto, de ese puñado de horas mágicas que pudimos compartir en un enclave exquisito y privilegiado.

Entrar al Palacio de los Córdova y encontrar un Paseo de la Fama dedicado a los grandes nombres del pop-rock local ya te predisponía a disfrutar tanto del contenido como del continente de la velada, con el Carmen vestido de gala para la ocasión: ¡hasta tres escenarios diferentes, en uno de los cuáles, el agua era la gran protagonista!

El cielo rabiosamente azul, el sol pegando fuerte y la Alhambra como centinela invitaban a que la cerveza corriera generosamente. Y corrió. ¡Vaya si corrió! Esa cerveza cuyo primer trago sigue siendo uno de esos grandes placeres sencillos de la vida…

Soleá Morente Cervezas Alhambra

El caso es que la combinación de música y cerveza en un enclave tan singular hacía que los encuentros, saludos y corrillos resultaran de lo más frescos y estimulantes. ¿Cuántas ideas, nuevos proyectos e inusitadas iniciativas se habrán alumbrado a lo largo de la tarde del viernes 16 de septiembre, en Granada? Juraría que un buen número de ellas.

No les voy a contar, por la parte que me toca, con cuánta gente tuve la ocasión de echar un rato, como decimos coloquialmente, entre concierto y concierto. Hablando de Granada Noir, de música, de literatura, de cine, de arte y de periodismo. Entre otras cosas.

Conciertos Cervezas Alhambra Los Planetas

Cuando se acercaba el ocaso y la música ya había dejado de sonar, seguían multiplicándose los encuentros. A esas horas, aunque todavía quedara claridad mental, ya resultaba algo más difícil modular las palabras. Una mezcla de ronquera y pastosa lengua de trapo invitaban a ir dando por concluida una jornada memorable que multiplicará por cien sus efectos creativos, algo que siempre resulta en beneficio de todos.

Jesús Lens

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Viejuno gamberro, no grafitero

¿Grafitero? ¡Por favor! ¿Qué grafitero ni grafitero? Lo de este individuo no es un grafiti. Ni una pintada. Es un pintarrajo. Una bazofia. Un mojón. Y con este grado de indignación afronto mi columna de hoy, en IDEAL.

Pintadas Granada

Me refiero a la “obra” del detenido hace un par de días por estar “decorando” un muro de la calle Cetti Meriem. Que tiene tela la cosa. El dibujo quiere ser una especie de serpiente malhumorada, pintada con un único color: el marrón. Veo el dibujo y no pienso que podría pintarlo un niño, ni mucho menos. Resulta tan patético que un niño pequeño no osaría enseñársela ni a su mejor amigo. Un chavalito, al ver el resultado de su ejercicio, rompería el folio en cuestión y volvería a empezar.

Pero el menda detenido en Cetti Meriem, no. Imagino que el “artista” estaría puesto hasta los ojos para no abochornarse por el ridículo que estaba haciendo, más allá de vulnerar la ordenanza municipal de convivencia. O estaba ciego perdido… o tiene trastornadas sus facultades mentales.

Porque, y es un detalle importante, el supuesto grafitero no es precisamente un adolescente. Ni siquiera un joven artista, frustrado e impotente. Resulta que el julay tiene la friolera de… ¡52 años! Y se dedicó, la tarde-noche del jueves, a ir dejando sus churros por varios puntos de la ciudad, desde la calle Elvira a la Gran Vía.

La pregunta es: ¿por qué la policía llama “grafitero” a lo que no es sino un gamberro, anacrónico, desubicado y pasado de vueltas? Un grafitero es un artista. Nos podrán gustar más o menos las obras confeccionadas con spray. Y, por supuesto, es necesario consensuar dónde ejecutarlas. Pero llamar grafitero a cualquiera que va manchando paredes con un spray, además de conferirle un aura que no tiene, emborrona aún más la imagen pública de un colectivo de artistas que se merecen un respeto y una consideración.

El niño de las pinturas

El lenguaje no es inocente. Ni es neutro. Tenemos que ser rigurosos con su utilización. El caso del grafitero serpenteante no tiene mayor trascendencia ni pasa de anécdota, pero es un síntoma de la criminalización que, a través de las palabras, hacemos de colectivos y manifestaciones artísticas que, por lo general, muestran un necesario e imprescindible carácter crítico, combativo y reivindicativo con la sociedad.

granadagraffiti

A quienes nos gustan los grafitis, actuaciones como la del cincuentón de marras nos resultan doblemente hirientes. ¡No le llamen grafitero, por favor!

Jesús Lens

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¡Todos a la calle!

Corre por las Redes una invitación a tomar las calles, mañana sábado y el próximo 16 de octubre, que más parece una regañina o una imprecación que una convocatoria en condiciones para animar a la gente a manifestarse por las cuestiones de la desconexión ferroviaria y la fusión hospitalaria. Y a esta cuestión dedico mi columna de hoy en IDEAL, una de esas columnas llamadas a no hacer amigos, precisamente. O, por ser positivos, a poner a pruebe determinadas amistades…

XXX. FOTO: ALFREDO AGUILAR
XXX. FOTO: ALFREDO AGUILAR

Escrita en el tono de “no eres granaíno si no…”, a mí, personalmente, me está irritando sobremanera. La cosa está en que tienes que ir a lo del tren, sobre todo, si eres votante del PP. Y tienes que ir a lo del hospital, sobre todo, si eres votante del PSOE. Imagino, además, que tendrás que hacerte un selfie para dejar constancia de que has estado allí. Porque si no, no serás un buen granadino, comprometido con los intereses de la ciudad.

Y a mí, ese tonillo infestado de moralina culpabilizadora… ¿les he dicho ya que me está tocando la moral? Sobre todo, porque lo mezcla y lo confunde todo. A ver. ¿En qué consiste eso de manifestarse contra la fusión hospitalaria? ¿Me lo explican, después de quince años de faraónica inversión en el PTS? ¿No resulta de lo más llamativo que en dicha manifestación vayan de la mano algunos médicos… y los comerciantes del barrio de los Doctores? ¿Seguro que hablamos únicamente de recortes en sanidad y de mala gestión y planificación, o estamos más en clave de perjuicios personales, económicos y laborales? Porque solo falta que a esta concentración se sume el Gremio de los Gorrillas, indignados porque ya nadie tiene prisa por aparcar cerca del antiguo Clínico.

Fusión hospitales Granada

Que la sanidad granadina está pasando por un momento complicado es un hecho constatado. Y que hay muchas cosas que cambiar y mejorar, también. Pero en estas concentraciones en contra de la fusión hospitalaria percibo intereses que no priorizan, precisamente, la mejor atención a enfermos y pacientes.

En lo del tren sí parece que estamos todos de acuerdo. Aunque me hace mucha gracia lo de que tienes que ir, sobre todo, si eres votante del PP. ¡Como si el PSOE, desde los gobiernos de Zapatero hacia atrás, no tuviera responsabilidad alguna en la lamentable situación de las conexiones ferroviarias granadinas!

Fusión hospitalaria concentraciones

Sí. Hay que moverse. Hay que manifestarse y reivindicar. Pero si la vía para movilizar a la gente pasa por espolear a las masas con argumentos tan cuestionables, mal vamos.

Jesús Lens

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