Carvalho en Granada

Esta tarde, a las 19 horas, Carvalho se presenta en Granada. Será en la Feria del Libro y, para mí, es uno de los acontecimientos literarios del año. Y, si me apuran y me permiten la exageración, de lo que llevamos de milenio.

Cuando se hizo público que Carlos Zanón iba a escribir una nueva novela protagonizada por el mítico Pepe Carvalho, el detective creado por Manuel Vázquez Montalbán, corrieron ríos de tinta y cientos de puristas se abrieron las carnes al grito de ¡herejía y abominación! ¡Penitencciaccitte!

Una de las razones por las que la mayoría de las narrativas superan en popularidad a la literatura es por el enorme conservadurismo del que hacen gala los sesudos guardianes de las esencias. En el cine, los personajes mueren y resucitan con pasmosa naturalidad y el Joker puede ser lo mismo Jack Nicholson que Jared Letto, Joaquin Phoenix o mi favorito, Heath Ledger.

Fotografía de Anna Elias Tf. 00 34 600427541

Hace una semana comentábamos el lujazo que ha sido leer los tres tomos de la serie Millenium, dibujados por la granadina Belén Ortega, en los que actualiza a los míticos personajes de Larsson (leer AQUÍ), y para septiembre se anuncia la llegada de un videojuego sobre ‘Blacksad’, con los personajes de Canales y Guarnido. Los músicos hacen mil y una versiones de temas de otros músicos, llevándolos a su terreno… ¡y todos felices!

Pero se anuncia que el mejor escritor español del siglo XXI va a escribir una novela protagonizada por Carvalho y tiembla el misterio. ¡Cómo puede ser! ¡Es intolerable! ¡Menuda profanación!

Después, cuando salió el Carvalho de Zanón y nos lanzamos todos a leerlo, indignados incluidos, se acallaron esas voces. Se trata de una novela tan magistral, tan extraordinaria, tan soberbia; que nadie en su sano juicio pudo ponerle un pero.

Hoy viene Carlos Zanón a Granada y la primera cuestión que le voy a plantear en nuestra conversación es si sintió algo parecido al miedo reverencial al afrontar el reto de llevar a Carvalho a su terreno. A su campo. ¡Hasta la parte gastronómica es importante, como recordábamos en esta entrega de Gourmet de IDEAL!

Además, esta tarde le haremos un sentido homenaje a Antonio Lozano. Será doble. En la propia Feria del Libro, primero, y en este templo que es La Tertulia después, ya entrados en el calor de la noche. ¡Vénganse!

Jesús Lens

Belén Ortega y Millenium

No quiero empezar esta entrega del Rincón Oscuro, la sección semanal que dedicamos a la cultura negra y criminal, de forma nostalgiosa y milonguera, pero… ¡qué noches las de aquellos días, cuando nos íbamos a la cama en compañía de las novelas de Stieg Larsson, con Lisbeth Salander y Mickael Blomkvist!

Los amantes del Noir le debemos tanto, tantísimo, a la saga ‘Millenium’… De ahí parte la explosión definitiva del género, su extensión y popularización. ¿Se acuerdan de aquella fiebre lectora, cuando las aventuras de la hacker antisistema y del periodista contestatario capitalizaban las conversaciones de medio mundo y los autobuses y las cafeterías se llenaron de lectores que portaban, orgullosos, los gruesos tochos negros editados por Destino?

Pues ahora tenemos la oportunidad de rememorar y revivir el fenómeno Millenium, en formato cómic, gracias a los tres tomos publicados por Norma Editorial, escritos por el guionista francés Sylvain Runberg y, ojo al dato, dibujados por la extraordinaria artista granadina Belén Ortega.

Una de las herramientas que nos ofrece Facebook es la creación de álbumes de fotos, recurso que utilizo para ir comentando de forma tan ordenada como informal las películas que veo y los libros y cómics que voy leyendo. Una herramienta que me sirve como bitácora fílmico-literaria y que me permite, también, dialogar y debatir con los amigos.

Cuando comenté mis impresiones sobre el primer álbum de esta nueva saga basada en el universo Millenium, ‘Las almas frías’, decía que el dibujo de Belén estaba por encima del guion de Sylvain, que me había parecido un poco caótico y deslavazado, abriendo diferentes líneas argumentales que no sabía a dónde iban a ir a parar. Belén no dudó en reconvenirme, pidiéndome paciencia y alabando el trabajo literario de su guionista.

Efectivamente, la lectura de la segunda entrega de la serie, ‘Los nuevos espartanos’, empezaba a poner orden en las tramas, reconduciéndolas todas ellas hacia un desenlace espectacular, que acaba de llegar a las librerías y que se titula ‘La chica que nunca se daba por vencida’, recuperando la querencia de Larsson por los títulos largos, combativos y cargados de significado, de ‘Los hombres que no aman a las mujeres’ a ‘La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina’.

En esta nueva inmersión en el universo ‘Millenium’, Sylvain Runberg y Belén Ortega nos cuentan varias historias que, de tan actuales, de tan pegadas a la realidad, resultan inquietantes. Aunque no voy a hacer ningún spoiler, si a ustedes les gusta enfrentarse a los libros, los cómics, las series y las películas completamente vírgenes, pueden saltarse los próximos tres párrafos de este texto.

En estos tres tebeos, los autores nos cuentan historias sobre racismo y misoginia. Y sobre la eclosión de la extrema derecha en Europa y Estados Unidos, un fenómeno alarmante que copa la actualidad informativa de estos días. Por ejemplo, ¿sabían ustedes que en Finlandia estuvo a punto, a puntísimo de ganar las pasadas elecciones un partido llamado ‘Verdaderos finlandeses’? A dos décimas se quedaron de derrotar a la socialdemocracia en los comicios de hace dos semanas.

En la Saga Millenium publicada por Norma también aparecen hackers, por supuesto. Piratas informáticos que hacen equilibrios en la delgada línea roja que separa la lucha libertaria por la verdad con la puesta en jaque de nuestros sistemas democráticos, abriendo un interesante debate que obliga al lector a reflexionar. Y a tomar partido.

Y están los sistemas de escucha masiva y espionaje impulsados por los gobiernos, el papel de la prensa libre y la presión comercial de los anunciantes, el feminismo y, enfrentado a él, el machismo recalcitrante al que no se le cae el término ‘feminazi’ de la boca; las criptomonedas utilizadas para blanquear dinero de origen dudoso…

Háganse con los tres tomos de la Saga Millenium en formato cómic. 200 páginas de adrenalina pura que recuperan el espíritu de Stieg Larsson para contar historias de aquí y ahora, radicalmente contemporáneas y de rabiosa actualidad.

Van ustedes a disfrutar, otra vez, de dos personajes míticos de la historia de la literatura de este siglo: Lisbeth Salander y Mickael Blomkvist, protagonizando tramas y aventuras contemporáneas de acuerdo con el espíritu y la filosofía de su creador original.

¡Qué grande fue Larsson! Y qué gustazo, para los aficionados, que su obra haya alcanzado una dimensión universal y transmedia, protagonizando novelas, películas, series de televisión, cómics y, de nuevo, trabajos de investigación periodística como ‘Stieg Larsson. El legado’, que acaba de publicar Roca Editorial. Un libro en el que el también periodista y escritor sueco Jan Stocklasa cuenta cómo es posible que el autor de ‘Millenium’ hubiera desentrañado todos los datos necesarios para resolver el misterioso asesinato de Olof Palme.

Termino con otra recomendación: como la lectura del cómic es adictiva y al lector le resulta obligatorio avanzar a toda velocidad para conocer el desenlace de las tramas, léanlo dos veces. La primera, de forma salvaje y compulsiva. La segunda, de forma morosa y tranquila, disfrutando con sosiego del extraordinario trabajo artístico de Belén Ortega en la composición de cada viñeta, que es una gozada.

Jesús Lens

Candidato Ndour

No saben ustedes el impacto que fue encontrar ayer a mi amigo Augustin compartiendo la portada de IDEAL con Antonio Arias y Lagartija Nick, que arrasaron en el concierto inaugural del Distrito Sonoro impulsado por Cervezas Alhambra.

“El candidato a presidente que llegó a nado a España”, rezaba el maravilloso titular de Pilar García-Trevijano. En el interior, una interesantísima entrevista en la que Augustin Ndour se mostraba tal y como es: una de las mejores personas que he tenido la inmensa fortuna de conocer.

El partido político ‘M+J: por un mundo más justo’ ha querido que Augus sea su candidato a la Presidencia del Gobierno, desde Granada. El pasado jueves, mientras que la mayoría de candidatos al Parlamento se afanaba en la tradicional pegada de carteles frente a las cámaras, Augus y ‘M+J’ se presentaban en la playa del Tarajal, en Ceuta, “por lo que representa, por la tragedia que pasó aquí, por el dolor que representa esta valla para tanta gente pobre, para tanta gente débil. Empezamos aquí para resaltar lo que debe ser la dignidad humana, porque cualquier ser humano tiene esa dignidad y debe tener el derecho a emigrar…”, declaraba un emocionado Augustin.

Augus sabe bien de lo que habla, que fue inmigrante ‘ilegal’ -sic- antes de regularizar su situación en nuestro país. Desde entonces trabaja en Cáritas como impresor, además de ser un comprometido activista.

Pero, ¿saben lo mejor que tiene Augus? Su bonhomía. Jamás le he escuchado una mala palabra o una sola frase surgida de la envidia o el rencor. Y su sabiduría. Su vasto conocimiento del mundo. La amplitud de sus perspectivas. Sus largas miras. Cada vez que nos juntamos a tomar una cerveza, no pasa un cuarto de hora y ya estamos todos los contertulios embelesados, escuchándole y preguntándole cosas sin parar.

Y su generosidad sin límites, como me insiste Gustavo Gómez, con quien creó la plataforma Teranga Go: “Agustín es lo mejor del ser humano. Se da a manos llenas con todo y con todos. Y siempre, siempre, con una sonrisa”.

Augustin Ndour con Antonio Lozano, hablando de literatura en África, en Granada Noir 4

Su sonrisa, efectivamente. Una inmensa sonrisa que desborda el marco de cualquier fotografía. Una sonrisa amplia y sin doblez que refleja la mejor cara de la humanidad.

Jesús Lens

Europeas 2019: escrutinio noir

Una de las mesas redondas más interesantes del ya terminado Quais du Polar de Lyon se titulaba como esta columna y su descripción era (más o menos) así, que mi francés es tirando a muy deficiente:

“A menos de dos meses de las elecciones europeas, ¿cuál puede ser el papel de la ficción y de los escritores dentro de una Europa enfrentada al Brexit, al auge de los populismos y a la gestión de los flujos migratorios?” Y la gran pregunta: ¿sigue siendo Europa auténticamente grande?

Los autores invitados a conversar sobre tan espinoso tema eran el inglés D.B. John, el danés Leif Davidsen, el rumano Bogdan Teodorescu, el finlandés Antti Tuomainen y el francés residente en Suecia Oliver Truc, autor de dos novelas policíacas sobre los últimos lapones y al único que conocía antes de la charla.

Aunque el tema no era sencillo, todos los participantes trataron de hacer un diagnóstico lo más ecuánime posible. Así, Davidsen recordó que Dinamarca entró en la UE siguiendo a Gran Bretaña, su gran aliado comercial. Y que el pueblo, en un primer referéndum, votó que no, lo que animó bastante a un D.B. John dolido y compungido por la postura kamikaze de su país.

Los dos autores que viven en los países nórdicos recordaron que sus estados son fronterizos con una Rusia cada vez más inquietante, cuyo papel en la geopolítica internacional empieza a asustar a todo el mundo. Para Teodorescu, vecino de uno los miembros más jóvenes de la Unión Europea, la entrada de su país en la UE fue un sueño, por lo que le duele ver cómo se va desinflando, pero no ahorró críticas a esas élites comunitarias que legislan al estilo absolutista: todo por el pueblo y para el pueblo, pero sin el pueblo.

Fue la conclusión de Davidsen, el más veterano de la mesa, la más interesante, contundente… y preocupante. Dijo ser el único miembro de su familia que no ha vivido una guerra y acusó a los nuevos gobernantes de los países europeos de frívolos, imberbes populistas sin altura de miras, capaces de poner en jaque la mayor etapa de paz y prosperidad continental con tal de satisfacer sus ambiciones políticas y personales.

Jesús Lens

Petit París en Granada

El comisario Polo ha vuelto. Es más que probable que ustedes le descubrieran en ‘Gran Granada’, título de una extraordinaria novela de Justo Navarro… parafraseada por el PP local como leit motiv de su campaña electoral.

Pero no, tranquilos. En la ‘Gran Granada’ de Navarro no hay escaleras mecánicas para subir a la Alhambra ni imposibles túneles kilométricos. ‘Gran Granada’ es una novela magnífica, como les decía, protagonizada por un personaje inolvidable y de la que escribí en IDEAL hace unos años, AQUÍ. Tanto, que Justo Navarro lo vuelve a utilizar en su novela más reciente: ‘Petit Paris’, igualmente publicada en la prestigiosa editorial Anagrama.

En ‘Gran Granada’, que arrancaba en 1963, el comisario Polo ya era mayor. Un venerable anciano, casi. Pero seguía tan lúcido que no se le escapaba nada de lo ocurría en la ciudad.

En ‘Petit Paris’ le encontramos más joven. Veinte años, nada menos. Porque Justo Navarro ha escrito una sorprendente segunda parte de ‘Gran Granada’ que nos conduce al París ocupado por los nazis, en 1943, cuando las cosas han empezado a derrumbarse en el frente ruso y los aliados ya dominan el norte de África.

En aquel tiempo, París no era una fiesta, pero sí resultaba ser un lugar extraordinariamente interesante en el que proliferaban soldados, espías, diplomáticos y buscavidas de toda laya, origen y condición. Por ejemplo, un pícaro que huyó de Granada con nocturnidad y alevosía, llevándose consigo una importante cantidad de oro, el peor delito imaginable en una España que todavía de desangraba por las heridas de la Guerra Civil.

Resulta emocionante sentarse con el comisario Polo en el acogedor Café-Lechería Bib-Rambla y, a los pocos días, descubrir de su mano recónditos bistrós parisinos y excitantes clubes de alterne. Porque Polo ha de localizar al esquivo buscavidas fugado. Y restituir a su dueño el oro robado. Sin hacer ruido, además. (Aquí escribí hace unas semanas sobre los escenarios de la Granada más Noir)

¿Cómo se le ocurriría a Justo Navarro una historia tan interesante? ¿De dónde le surgió la idea para el comisario Polo? ¿Tenía prevista ya ‘Petit Paris’ cuando escribía ‘Gran Granada’? ¿Era, al menos, una posibilidad?

Gracias al Centro Andaluz de las Letras, esta tarde tendremos la respuesta a esa y a otras muchas preguntas. Estaremos con Justo Navarro en la Biblioteca de Andalucía y la pasaremos mejor que bien.

Jesús Lens