El acelerador ya tira

Me encantó el coloquialismo empleado por Pedro Duque, ministro de Ciencia e Innovación, en la respuesta a Javier Morales del pasado jueves. A la pregunta de si el acelerador de partículas se construirá en Granada, soltó un “esto ya tira para adelante” tan castizo como esperanzador.

Lo reconozco: he sido un palizas con el tema del acelerador. No recuerdo ya cuántas columnas y artículos le he dedicado al tema, pero sigo convencido de que es la gran apuesta de futuro para nuestra provincia. Un futuro cada vez más presente: “empezamos a construir los primeros laboratorios, espero, este mismo año”, dijo el ministro.

No sé si llegaré a ver con mis propios ojos el acelerador en funcionamiento, vivito, coleando y bombardeando neutrones, pero no olvido las palabras del catedrático Eduardo Ros, cuando nos decía que, igual que los nazaríes construyeron la Alhambra hace cientos de años y, a día de hoy, sigue siendo nuestro recurso económico más importante; una tecnología como la del acelerador está llamada a perdurar y a trascender en el tiempo.

Lo dijo en la primera edición del festival Gravite, que nació precisamente al calor del acelerador y el impulso a la ciencia y a la tecnología en Granada. Tres años y medio después, el próximo martes, inauguramos la tercera edición del festival patrocinado por CajaGranada Fundación y CaixaBank con una sesión dedicada… al acelerador. ¡Cómo no!

Nos acompañará Ángel Ibarra, que viene de Madrid a contarnos lo mucho y bueno que el proyecto supone para Granada. Los beneficios tangibles que tendrá para la socioeconomía de la provincia, comenzando por Escúzar. Evito citar su curriculum, pero se trata de una de las grandes luminarias en la materia. No sé ustedes, pero yo estoy deseando escucharle de primera mano. Porque con esto de la tecnología siempre tengo la sensación de ir con retraso, uno o dos pasos atrás.

Aquellas charlas de Eduardo Ros y Javier Praena me sirvieron para entender el cómo y el por qué del acelerador. De la intervención de Ibarra espero sacar conclusiones sobre el cuándo y el para qué. Será el martes, en el Parque de las Ciencias. Inmediatamente después, una conversación sobre Inteligencia Artificial, el otro potencial motor de desarrollo de nuestra economía.

En ambos casos, el papel de la UGR es capital. ¡Qué alegría, en estos tiempos tan confusos, inciertos y absurdos, hablar de proyectos de futuro realmente ilusionantes y verosímiles, con enjundia y poderío!

Jesús Lens

Granada es un imán

Ahora que los tragabulos intentan convencernos de que con la vacuna nos meten una especie de imán que atrae a las cucharas de metal, dándole nueva vida al mítico Uri Geller, es buen momento para hablar de Granada como polo de atracción de personas de todo el mundo.

El  pasado miércoles, al terminar el partidazo del CB Granada Covirán, nos fuimos a celebrar la victoria al Monti, frente al Palacio de Deportes. Además de una nutrida y merecidamente eufórica representación de la familia Pin, por allí andaba Carlinhos de Cobos, uno de los exjugadores del equipo. La semana pasada, antes del partido, también nos encontramos a Alo Marín y Devin Wright tomando una birra. ¿Qué les da a los jugadores el presidente, Óscar Fernández Arenas, para que una vez fuera del equipo, vuelvan a Granada y regresen al Palacio con esa fidelidad y entusiasmo?

Todo el mundo quiere venir a Granada. Lo he escrito una y mil veces. A la gente le encanta volver y cualquier excusa es buena, de unos play offs de baloncesto a un festival cultural. Siempre que hablamos con escritores, dibujantes y cineastas para participar en Gravite o Granada Noir, se muestran encantados de venir a nuestra tierra. No hay que convencerles. Lo llevan de serie. Imagino que algo les daremos, también, Gustavo Gómez y yo. Pero no nos engañemos. El imán es Granada.

No nos andemos con rodeos: vivimos en una ciudad cojonuda. La pena es que el ecosistema y el entorno no ayudan. Por desgracia, el peso político y social de Granada está a años luz de su historia, su patrimonio y su belleza. A nuestros munícipes se les llena la boca con promesas y palabrería, pero los hechos son los hechos: cada vez pintamos menos. Mientras los políticos se emborrachan de Capitalidad Cultural 2031, la cultura languidece en Granada. ¿Han visto lo que va a montar Málaga, ahora en materia literaria, con más de 50 autores de ambos lados del Atlántico? Mientras, aquí, somos incapaces de darle una mínima estructura económica, jurídica y organizativa a la Feria del Libro.

Todo es posible en Granada. Verbigracia, lo del alcalde. A la vez, todo es imposible. Todo son pegas, excusas y palos en las ruedas. Todo son roalillos y amiguismos. El famoso quítate tú para ponerme yo. No hay hoja de ruta alguna que, más allá de los discursos y las promesas vacuas, sirva para trazar un rumbo creíble. Con lo fácil que sería, a nada que le pusieran un poco, solo un poco, de empeño y profesionalidad.

Jesús Lens

Un portazo en las narices

Muy gráfico el término empleado por Jacobo Calvo, secretario de organización del PSOE de Granada, para hablar de la (im)posibilidad de sentarse a hablar con el —por ahora— alcalde de Granada: “Con Luis Salvador no vamos ni al tranco de la puerta, que lo tenga todo el mundo claro”.

Para el regidor granadino, el antiguo convento del Carmen se ha convertido en el reino de Narnia, un mundo de fantasía en que lo improbable es posible. Por ejemplo, repartirse entre dos personas el gobierno de toda la ciudad. Salvador tiene dos posibilidades: irse o marcharse. Solo, o empujado por otros. Eso es así y a estas alturas de la película lo sabe básicamente todo el mundo… excepción hecha del propio Salvador, por lo que parece.

¿A qué juega Ciudadanos? ¿Cómo es posible que, para defender su alcaldía más importante, Arrimadas y Marín permitan que sus siglas y sus colores chapoteen en el barro de esta manera, convertidos en el hazmerreír de toda España? Por no decir hazmellorar, que es lo que nos pide el cuerpo a los granadinos.

¿Por qué ha mentido el PP de forma descarada a la ciudadanía un día detrás de otro, hablando de una cohesión en el gobierno municipal que jamás existió? ¿Qué símil taurino esgrimirán ahora desde Vox, cooperadores necesarios en el esperpento municipal?

El pacto de no agresión entre PP y Cs en Andalucía empieza a parecerse a una pantomima que no aguanta un mínimo análisis serio y riguroso. Concejales como Manuel Olivares, por ejemplo, están como los almonteños en el Rocío, locos por saltar la verja que separa los predios azul y naranja.

Ahora mismo, Ciudadanos es un partido zombi que no representa ni a una mínima fracción de los electores que le votaron en su momento. Hay que tener en cuenta, además, la tocata y fuga de Teresa Rodríguez de Podemos y la escisión de su grupo en el Parlamento andaluz. Por higiene democrática, empieza a ser perentorio el adelanto de las elecciones autonómicas, más allá de lo que pase en Granada.

Con la campaña de vacunación a toda vela y a la espera de los fondos europeos, sería conveniente cerrar un ciclo político que ya no responde a la realidad, ni de lejos, y abrir uno nuevo. Ayuso lo hizo en Madrid y, por mucho que les duela a algunos, el electorado habló alto, claro y de forma inequívoca. ¿No toca ya en Andalucía?

Jesús Lens

Un alcalde sonado

Me pareció curioso que ayer, a primera hora de la tarde, Luis Salvador fuera trending topic junto a Indiana Jones. Casualidades de la vida. He pasado tiempo tratando de comprender la estrategia de Ciudadanos en un episodio que hace unos días dudaba si tildar de berlanguiano o buñuelesco. Ahora lo tengo claro: es esperpéntico. Y ya. Es lo único que entiendo de lo que está pasando estos días. Lo demás escapa total y absolutamente a mi capacidad de análisis y raciocinio.

Será por eso que pienso en clave de imágenes y secuencias cinematográficas. Salvador podría ser, por ejemplo, ese soldado japonés que, años después de terminada la II Guerra Mundial, seguía defendiendo su isla desierta frente a un enemigo imaginario. O el protagonista de cintas con títulos que son una declaración de intenciones en sí mismo: ‘Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto’ o ‘Antes que el diablo sepa que has muerto’. En Estados Unidos, al condenado a muerte que comienza a caminar hacia el cadalso le llaman ‘Dead Man Walking’. Y en esas estamos ahora mismo en Granada, hablando metafóricamente, claro.

Cierro los ojos y no dejo de ver a Luis Salvador vestido con un calzón naranja en mitad de cuadrilátero, recibiendo mandobles de un contrincante vestido de azul con la mirada perdida. Ni su poderoso mentón aguanta el castigo al que le somete el rival. Más que nada porque, cuando se cansa uno de los de azul, le sustituye otro más fresco… que sigue zurrándole la badana.

En esas estaba cuando me acordé del mítico estudio morfopsicológico que le hicieron al todavía alcalde y que, cuando era candidato, publicó en su página web. ¿Y si está ahí la respuesta? “Buen caudal energético orientado a realizaciones de valor ético-morales y humanas de valor trascendente enfocados a la contribución de mejoras para la posteridad social. No obstante, sus acciones son meditadas, sensatas, concretas y objetivas, lo que le otorga suficiente apego a la realidad actual”.

Su imaginación fértil, llena de raciocinio y mesura y su forma de proceder estructurada, le permiten encontrar soluciones acertadas y proponerlas en la ocasión más propicia.

Ante distintas situaciones tendrá buena capacidad para ver y dar soluciones globales bien adaptadas a la realidad. Esto es porque sabe canalizar muy bien sus ideas en acciones concretas, y porque la competencia de planificación es notable, pudiendo prever y anticiparse a lo inesperado.

Jesús Lens

Sentient: Muerte & Inteligencia Artificial

Fue el primer tebeo que cayó en 2021. En estos meses lo he leído ya tres veces. El ‘Sentient’ de Jeff Lemire y nuestro Gabriel Hernández Walta es un cómic que no se termina nunca y que permite disfrutar de las sucesivas relecturas con tanto o más placer que depara el primer vistazo, loco por llegar al final y saber cómo termina la historia. (AQUÍ ya lo comentamos)

Nada más leerlo, tuve claro que teníamos que hacer algo con él en el festival Gravite, que celebra su tercera edición, de forma presencial y en streaming, entre los próximos 15 a 20 de junio.

Ustedes ya lo saben, pero siempre es importante recordarlo: la nómina de dibujantes que tenemos en Granada es apabullante. Entre ellos, Gabriel Hernández Walta es uno de los capitales, no en vano atesora dos premios Eisner en sus vitrinas, los más importantes del cómic internacional, otorgados por la prestigiosa Comic Con de San Diego.

La protagonista principal de ‘Sentient’ es Valerie, una Inteligencia Artificial. La historia se desarrolla en el año 2105 en la nave espacial U.S.S. Montgomery, que ha dejado una Tierra convulsa donde la vida está al borde de la desaparición. La nave, con sus tripulantes y sus familias, se dirige a la Colonia, donde esperan comenzar una nueva existencia. En el tránsito y a lo largo de un año, la nave se adentrará en la llamada Zona Negra y permanecerá incomunicada tanto con la Tierra como con su nuevo destino. Y será en el momento de cruzar esa frontera cuando todo comience…

No les voy a contar nada más sobre la trama, que es prolija y está repleta de giros y sorpresas. Desde el comienzo de ‘Sentient’, la presencia de Val, la Inteligencia Artificial, se dejará sentir con fuerza. Al principio se parece mucho a esos asistentes virtuales que empiezan a formar parte de nuestra vida cotidiana, a los que les preguntamos por el tiempo que hará o les pedimos que nos pongan música.

Val, de primeras, es una voz que acepta y ejecuta las órdenes de los humanos de acuerdo a una serie de principios y protocolos perfectamente establecidos. Por ejemplo, este: “La directiva número uno de la misión afirma que no puedo causar daño intencionadamente a ningún tripulante”. Y con ello entramos en el apasionante objeto de la charla que el próximo martes 15 de junio celebraremos en el Parque de las Ciencias, en el marco del festival patrocinado por CaixaBank y CajaGranada Fundación. Hernández Walta y Francisco Herrera, catedrático de Inteligencia Artificial de la UGR y asesor del Gobierno de España en dicha disciplina, hablarán sobre la ética y la estética de la Inteligencia Artificial.

Val, como HAL 9000 de ‘2001: Una odisea del espacio’ o la protagonista virtual de ‘Her’, comienza siendo una voz, pero después adquiere forma. Y presencia física. ¿Cómo afrontó Gabriel Hernández Walta artísticamente este desafío? ¿Cómo se documentó? ¿Qué simbología se oculta tras las diferentes representaciones gráficas de Val?

Íntimamente relacionado con ello: ¿cómo habrá visto Herrera, desde el punto de vista científico, el tratamiento que ‘Setient’ ha hecho de la Inteligencia Artificial, tanto argumental como pictóricamente? ¿Serán correctas las directivas por las que Val se conduce a través de la narración de Lemire? ¿Podemos pensar que, en un futuro más o menos cercano, la IA adoptará su forma y apariencia o será completamente diferente?

No les he querido contar nada sobre el argumento de ‘Sentient’, pero el factor humano desempeña un papel esencial en una trama repleta de aventuras… y crímenes. No necesariamente censurables. ¿O sí? Lean, lean y el martes de la semana que viene comentamos en vivo y en directo.

Jesús Lens