La confusa Noche en Blanco

Buena bofetada le ha dado el Centro Comercial Abierto al PP, que hace unos días le exigía a Paco Cuenca que se pronunciara sobre si este año habría Noche en Blanco.

Noche en Blanco Músicos

Rocío Díaz se refería a ella como cita cultural y turística, pero el CCA ha dejado claro que la organización de la Noche en Blanco es cosa suya, y no del ayuntamiento. Llegados a este punto, conviene recordar que esta celebración nació en París, en 2002, y buscaba provocar una explosión de arte contemporáneo en diferentes espacios expositivos, monumentales, históricos y culturales de la capital francesa, tras la puesta de sol. Actuaciones radicales, provocativas performances e insólitas propuestas iluminaban con su osadía y atrevimiento la noche parisina.

A partir de ahí, el modelo fue imitado en decenas de ciudades de todo el mundo. Hasta llegar a Granada, donde despertó curiosidad e ilusión artísticas en su primera cita… para terminar desembocando en una acción más comercial que cultural. Y a costa de unos artistas que, además de no cobrar ni un céntimo por sus actuaciones en la inmensa mayoría de los casos, tenían que dar las gracias por aparecer en el programa. Y este detalle es el que me ha llevado a escribir mi columna de IDEAL de hoy.

Pedro del Hierro mirando, con suspicacia, a los músicos callejeros...
Pedro del Hierro mirando, con suspicacia, a los músicos callejeros…

El CCA ha indicado que la convocatoria se traslada a marzo. Además, ha mostrado su intención de extender la Noche en Blanco a diferentes barrios de Granada. Y pide al ayuntamiento que dote al evento con un mínimo de presupuesto. Imagino que, de esa forma, los originarios protagonistas del invento podrán llevarse una caña y una tapa a la boca, al terminar su actuación. ¡Qué menos!

Porque en este modelo de Noche en Blanco, los que menos parecen pintar son ellos, los artistas. Es una pena que la cultura solo parezca interesar si atrae al turismo o si resulta rentable. Para ello, debe ser amable, bonita y complaciente. Nada de correr riesgos. Nada que incomode o, tan siquiera, que plantee dudas y preguntas a los espectadores.

Noche en Blanco

Cultura de postal y acuarela, muy adecuada para hacerse selfies. Cultura de rima consonante, fácil, ágil, ligerita y de rápido consumo. Cultura como reclamo para llenar las tiendas del centro de la ciudad y favorecer el consumo. Lo que estaría muy bien… si hubiera un reparto de beneficios, justo y equilibrado, entre todas las partes implicadas en una modalidad de Noche en Blanco poco clara y bastante confusa.

Jesús Lens

Twitter Lens

¿Sobredimensión informativa?

Abro las ediciones digitales de cualquier periódico y encuentro, destacada, la noticia sobre el tiroteo en una discoteca de Florida que se saldó con dos muertos y varios heridos. Además, durante el fin de semana, parecía que Alemania estaba en estado de sitio, con ataques de diversa naturaleza, ejecutados por tipos que, después, hemos sabido que tenían problemas psiquiátricos y/o que actuaban movidos por esos celos irracionales que conducen a la execrable violencia de género.

Tiroteo USA

Me pregunto: ¿hasta qué punto no estamos magnificando unos hechos indudablemente trágicos y condenables, pero cuyo alcance informativo, quizá, no debería ser global y planetario? Una columna de preguntas, inquietudes y muchas dudas, la de hoy en IDEAL.

Dudo. Dudo mucho mientras escribo estas líneas. Hace unas semanas, en un pub de Lanjarón, un individuo se quemó a lo bonzo, abrasando con él a varias personas, dos de las cuáles han fallecido. Su nombre: José Luis G. P. ¿Se imaginan lo que habría pasado, informativamente hablando, si su nombre hubiera sido Ibrahim o Mohammed?

lanjaron

Bajo ningún concepto creo que haya que ocultar noticias. Pero la continua difusión de información sobre agresiones homicidas y tiroteos, ¿no estará contribuyendo a un efecto contagio, multiplicado por la viralidad de Internet y las redes sociales?

Insisto que escribo estas líneas sin tener una opinión formada sobre el particular, pero no termino de entender la razón de que el tiroteo de Florida lleve horas y horas ocupando la cabecera de buena parte de las ediciones digitales de los diarios españoles. Dos muertos y diecisiete heridos. Una tragedia, sin duda. Pero…

Al cáncer, en muchos obituarios e informaciones, se le sigue llamando “una larga enfermedad”. A veces, se le añade el adjetivo de “penosa”. Y las noticias sobre suicidios son tratadas, afortunadamente, con una discreción y una delicadeza extremas. Por respeto a las víctimas y a los familiares pero, también, para prevenir el efecto contagio o efecto Werther, muy estudiado en psicología y psiquiatría.

Perdonad mi insistencia, pero tengo muchas dudas sobre todo esto y me pregunto hasta qué punto, la insistente difusión de información sobre determinadas agresiones no está sobredimensionada en los medios de comunicación.

Metro Alemania

Tengo la sensación de que, entre todos, estamos fomentando una psicosis colectiva que puede llevar a determinadas personas con desequilibrios mentales a tratar de conseguir sus quince minutos de fama a través de acciones violentas, fáciles de ejecutar e imposibles de prevenir.

Entre dudas y zozobras… ahí lo dejo.

Jesús Lens

Twitter Lens

Agricultores de la Costa Tropical

La tarde de un domingo de verano es uno de los momentos más improbables del año. Un puñado de horas que flotan en el tiempo y el espacio, sin mucho sentido. Nada de lo que piensas parece importante o enjundioso. Y, quizá por eso, me siento tranquilo y sosegado. Sobre todo, después de ver a nuestros políticos conducirse tras las últimas elecciones. A este tema dedico hoy mi colunma de IDEAL.

Y se creían que no nos hablábamos...
Y se creían que no nos hablábamos…

El hecho de que Rajoy haya sido capaz de llegar a acuerdos con Ciudadanos y con nacionalistas de diverso cuño nos demuestra que, en realidad, el escenario político es puro teatro y que el dramatismo con que tanta gente se toma el «España se rompe» o el «España nos roba», tienen un punto de infantilismo naif y forofista.

La tarde de ayer domingo, sosegada y perezosa, me reconcilia hasta con la posibilidad de unas terceras elecciones y una campaña electoral en la que todos los actores deberían salir dándose besos y abrazos, dada su buena disponibilidad para entenderse, en los últimos tiempos. Y eso que, hasta hace nada, representaban el papel de irreconciliables enemigos.

A este estado de serena placidez contribuyó, también, la sensatez mostrada por el presidente de la comunidad de regantes del Guadalfeo, el pasado viernes. Durante la celebración de los Premios Costa Tropical, al recoger el suyo, comenzó su discurso con unas palabras tan sinceras como clarividentes: de todas las personas que subieron al estrado, seguramente eran las más humildes, pero también las que más puestos de trabajo generaban.

Premios Costa Tropical Regantes

Buen recordatorio a la concurrencia. Hay que volver a las raíces. Al origen. A la sencillez y al sentido común. Están muy bien las declaraciones de intenciones, las hojas de ruta y los gestos para la galería. Pero si queremos que la agricultura de la Costa Tropical siga creciendo, hace falta arreglar de una vez el despropósito de las conducciones de la Presa de Rules.

Canalizaciones Prensa Rules

Unos partidos políticos siguen con sus rebatiñas internas y, otros, lastrando la regeneración democrática. De entre los recién nacidos, unos pactan a diestra y siniestra mientras los otros tratan de encontrar una brújula que les marque el rumbo. Todos ellos ocupan horas y horas de nuestro tiempo. Y, sin embargo, son los agricultores de la Costa Tropical los que, sin aspavientos, dicen esas verdades como puños que, desde su sinceridad y sensatez, descolocan y noquean el discurso oficial.

Jesús Lens

Twitter Lens

En kayak por la Costa Tropical

Cuando mi hermano me despertó, a eso de las 7 de la mañana de ayer sábado, le odié profundamente, que los estupendos Premios Costa Tropical se habían alargado hasta bien entrada la madrugada. Pero me acordé de las palabras de Diego Vargas… y salté de la cama.

En su brillante intervención durante la gala celebrada en Motril, nos aconsejó impregnarnos de todas las maravillas que nos ofrece esta franja costera: monumentos, pueblos con encanto, comidas, gentes y, por supuesto, el mar. Y sus playas, calas y acantilados. Y de todo ello escribo hoy en mi columna de IDEAL.

Kayak La Rijana

Y a eso nos aplicamos mi hermano y yo, el sábado, desde muy temprano. Que nos habíamos inscrito a la 9 Travesía en kayak Costa Tropical, 14 kilómetros entre Castillo de Baños y el Cámping Don Cactus de Carchuna. Lo que pasa es que, al acostarme, el temporal y el ventarrón que rugían a nuestro alrededor no hacían previsible la celebración de la prueba.

Y, sin embargo, salimos. Que la mar estaba picada, pero se podía remar. Fuimos de la partida varias decenas de embarcaciones, entrando a trompicones al agua, sorteando las olas. Una primera parte de la Travesía, pausada, nos condujo a Castell de Ferro, cuyo castillo en ruinas, amenazado y cercado por los esqueletos de otras ruinas más modernas, da un poco de pena.

Kayak Costa Tropical

La parte auténticamente chula de la Travesía comenzaba entonces, junto a los acantilados. Es toda una experiencia detenerse y escuchar cómo el agua horada la roca y sale expulsada con violencia, por el flujo y el reflujo de las olas, sintiendo cómo respira la naturaleza y cómo resopla la roca viva.

En ese punto, el mar de fondo era poderoso y las olas a través de las que navegábamos tendrían cerca de dos metros. No es de extrañar, pues, que al desembarcar en la Rijana y echar pie a tierra, perdiera el equilibrio y me hocicara contra la rompiente, incapaz de mantener la verticalidad, tras varias horas sacudido por las olas del mar.

Al terminar la travesía, agradecimos a Álvaro y a Mar, del histórico Cámping Don Cactus, que pongan en marcha iniciativas como esta, que permiten conocer y disfrutar del Mediterráneo de forma más intensa.

Final de travesía
Final de travesía

Anímense a probar, un día de mar en calma. Con ellos o con Javi, desde la Rijana. Y entenderán el adagio latino: vivir no es necesario. Navegar sí lo es.

Jesús Lens

Twitter Lens

Jazz en el Paraíso Tropical

Porque Jazz en la Costa y Jazz en el Paraíso son sinónimos. Si has bajado al Majuelo, lo sabes. Si no lo has hecho, voy a intentar contarte lo que te has perdido, teniendo en cuenta que esta noche todavía puedes ir a escuchar a Stanley Clark, que cierra la presente edición de un festival que va más allá de la música. Y de ello hablo hoy en mi columna de IDEAL.

Jazz en la Costa público

Mi primera recomendación para disfrutar del Jazz en la Costa es, antes de entrar al Majuelo, tomarte algo. Que uno de estos días tenemos que hablar de la importancia de esas dos palabras. Tomarse algo. Yo soy muy de pescadito, lógicamente. El pasado miércoles, sin embargo, nuestro garito de referencia estaba cerrado, así que nos bajamos a un Gastrobar cercano, con todas las reservas que dicha denominación me provoca. Y mira por dónde, me comí la mejor hamburguesa de la que guardo recuerdo. En el corazón de Almuñécar.

Con el cuerpo reconfortado y el espíritu animado, entras al Majuelo. Y te encuentras con que, además de la sugerente iluminación del entorno del escenario, una enorme proyección sobre las paredes del Castillo te da la bienvenida al Jazz en la Costa. Y un detalle importante que siempre cuidan Jesús Villalba y Mariche Huertas: la luna llena, rebosante y luminosa, perfectamente visible en el cielo estrellado de la noche tropical.

Jazz en la Costa

Y está la barra, muy bien atendida. Que los mojitos, en un entorno tan propicio, saben mucho mejor. La charla con los amigos, los reencuentros, los saludos… ¡cuánta buena e interesante gente se da cita en el Jazz en la Costa! Y los extranjeros. Que flipan. En colores. Dentro de unos días, la organización hará públicos los datos de asistencia, ocupación y retorno económico del Festival. Una de las cifras más importante e ilustrativa es el de espectadores foráneos. Que los hay. A porrillo. Y es que el plan de sol, playa, buena gastronomía y una semana de conciertos con músicos de primera fila internacional; es imbatible.

En ese momento, se apagan las luces. Y Eric Truffaz aparece en escena. Habré visto al trompetista francés tres o cuatro veces, ya. Cada una de ellas ha sido distinta.

Eric Truffaz Foto Jesús Lens

Pero ésta del Majuelo fue, posiblemente, la más íntima y cadenciosa, poética y evocadora. Una interpretación repleta de matices y atmósferas en la que hasta los grillos interpretan modélicamente su papel.

Jesús Lens

Twitter Lens