La entrega

Ve a verla. Te lo digo así de claro y escueto porque lo mismo tienes prisa y lees esto en Facebook o en Twitter y no tienes muchas ganas de profundizar. Así que… ¡ve a verla! Porque te va a gustar. Te va a gustar si te gustan las películas con enjundia y profundidad, con personajes complejos y repletos de matices y aristas.

Ve a ver “La entrega” si, de una película policíaca, esperas algo más que tiros, acción, persecuciones, saltos al vacío, vértigo y velocidad. Que no es que no nos gusten, pero que hay otra narrativa negro-criminal, cinematográficamente hablando.

 La entrega

Ve a ver “La entrega” si te gustan los guiones que juegan con la psicología de los personajes. Guion. ¡Ahí es nada, lo que he dicho! ¿Sabes quién firma el guion de esta película, justa y merecidamente premiado en el Festival de San Sebastián?

Nada menos que un tal Denis Lehane, a la sazón y actualmente, el mejor escritor vivo de novela policíaca. Y punto. En este caso, el autor de “Mystic river” y “Shutter island” ha adaptado uno de sus cuentos a la gran pantalla, escribiendo el guion original. ¡Y vaya guion!

 La entrega poster

(Sigue leyendo en el espacio Lensanity que tenemos en la web de Cinema 2000)

Jesús Lens

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Un blues mestizo

Le había pedido Claudio, el librero de Atlántida, “Pero hermoso. Un libro de jazz”, de Geoff Dyer y, mientras fue a buscarlo, lo vi. En realidad, era él el que me miraba con displicencia, desde lo más alto de un anaquel que estaba en lo más alto de la parte más alta de la librería. Me miraba, además, esquinado: apenas podía vislumbrar la parte de debajo de la trompeta junto al zapato, que preside la portada.

  • ¿Me dejas ver ese libro que tienes ahí?

“Un blues mestizo”. Esi Edugyan. Editorial Alba. Colección Contemporánea.

 Un blues mestizo

Aunque, de antemano, sabía que me lo iba a llevar, le di la vuelta y miré la contraportada: “París, 1940. Los nazis, que acaban de invadir la ciudad, detienen en un café a un extraordinario trompetista de jazz. Se llama Hiero, tiene veinte años y es ciudadano alemán y de raza negra. Nunca más se supo de él”.

Suficiente, ¿no crees?

No recuerdo qué título andaba leyendo cuando me hice con esta joya, pero sí sé que aceleré su lectura al máximo para poder concentrarme en una historia que trascurre en dos épocas distintas y distantes, pero protagonizadas por los mismos personajes: los años inmediatamente anteriores a la II Guerra Mundial y el final de los años 80, cuando cayó el Muro de Berlín.

 Un blues mestizo portada

Inciso: digo que la novela está protagonizada por los mismos personajes porque tienen los mismos nombres. Pero, por supuesto, son radicalmente distintos. Porque no se puede ser uno y el mismo cuando se tienen 20 años que cuando se tienen 70, ¿verdad? Al menos, no se debería…

Esta es una novela IMPRESICINDIBLE para todos los amantes de la música en general y del jazz en particular. Pero, por supuesto, también es una novela INDISPENSABLE para cualquier persona con buen gusto por las historias bien trenzadas, por los personajes poliédricos y repletos de matices, por las relaciones complicadas y por la narrativa histórica en la que el tiempo y el espacio están al servicio de la trama, y no al contrario.

 Un blues mestizo Esi Edugyan

Una novela protagonizada por un grupo de músicos que, con sus grandezas y sus miserias a cuestas, son hijos de una época compleja y tempestuosa, de unas circunstancias terribles que obligaban a sacar lo mejor de uno mismo, pero que también permitían que se enseñorease lo peor de cada casa: el racismo, la envidia, la violencia, los prejuicios…

Y está la música. Siempre la música. Hasta en las peores circunstancias. Y la posibilidad de grabar un disco con uno de los grandes. Con el mejor, de hecho: Louis Armstrong, afincado temporalmente en aquella Europa de entreguerras.

 Un blues mestizo Louis Armstrong

¿Hay lugar para la música cuando el mundo se asoma al abismo? ¿Y para la amistad? ¿Hasta dónde se puede llegar para conseguir la libertad? ¿Y el prestigio y el reconocimiento musicales? Y el amor, claro. Que también hay una historia de amor fou. Uno de esos amores abocados a la tragedia y a la desesperación, por supuesto.

No me extraña que esta excelente novela de la autora canadienses Esi Edugyan se haya hecho acreedora de diferentes premios y reconocimientos literarios, incluyendo ser finalista del prestigioso Man Booker Prize. Una escritora a la que, a partir de ahora, seguiremos la pista bien de cerca.

Jesús Lens

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Cine de reestreno en Cinema 2000

Los cines comerciales, Neptuno en este caso; nos traen buenas noticias cuando, además de los estrenos correspondientes, nos animan con algunos reestrenos. Nos gustaría, también, VO Subtitulada y Cine de Autor, pero bienvenidos sean algunos reestrenos. De cine de terror. Aquí, toda la información de días y horarios.

Por ejemplo, vamos a poder ver estas dos películas.

Insidious

 

Expediente Warren

 

No las conozco. ¿Alguna idea, Frankie, Rash, Miguel Ángel Alejo y otros amantes de lo terrorífico?

 

Jesús Lens

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Buenas sensaciones en la Media Maratón 2014 de Granada

Mi reloj se paró ayer. Es decir, se quedó en blanco. El reloj que conecta con el satélite y te marca, además del tiempo que llevas, la velocidad a la que vas y el promedio kilométrico que arrastran tus piernas.

 Media Maratón Granada 2014 recorrido

Y ya no lo he podido recuperar.

Así que salí a correr a cuerpo gentil, prescindiendo de los dictados del Dios Cronos.

Había quedado con mi hermano, temprano, en la puerta de una Licorería cercana a la salida. (Para los malpensados diré que, a esas horas, la licorería estaba cerrada).

Por una vez y sin que sirva de precedente, llegamos con tiempo a la salida. Nos situamos más o menos donde nos correspondía (no así otra gente, que sale desde muy adelante y luego es rebasada por cientos de corredores, provocando empujones y tropezones innecesarios) y, desde el pistoletazo de salida hasta que cruzamos el arco, pasaron un par de minutillos.

Cabras Locas recogiendo el dorsal
Cabras Locas recogiendo el dorsal

No sé cuánta gente habrá corrido hoy. La web de inscripciones señala que unas tres mil. Los voceros oficiales dicen que se ha llegado a 5.000 inscritos. Dudo que hayan sido tantos, pero lo importante es que han sido cientos y cientos de personas las que, hoy, tomamos las calles para hacer deporte.

Lo que, curiosamente, ha generado polémica en las Redes Sociales. Y mira que la carrera lleva anunciada en prensa y en paneles en las calles desde hace semanas. Pero claro, como leer el periódico no sirve para nada… Imagino que tampoco leer los Muros de decenas de atletas que llevamos hablando de la carrera desde hace días.

En fin.

Que el caso es quejarse. Sin embargo, no creo que los bares del Zaidín hayan puesto el grito en el cielo, teniendo a varios miles de personas deshidratadas en sus cercanías, con ganas de tomarse esas Alhambras Especiales y otras cervezas que, según todos los estudios científicos, constituyen la mejor hidratación posible después de hacer deporte.

Foto: Granada Digital
Foto: Granada Digital

Pero al lío. Que me pierdo en las digresiones.

Que la carrera me ha ido bien. Que estaba preocupado porque en los entrenamientos no me encontraba muy allá, pero que he hecho la mejor Media Maratón de los últimos años, en 1 hora y 45 minutos aproximadamente; volviendo al entorno de los 5 minutos el kilómetro, de media y sostenidos durante los (más de) 21,100 kilómetros de un recorrido duro y exigente como es el trazado de la Media Maratón granadina.

Mi plan, ayer, era el siguiente: salir lo más rápido posible y hacer los primeros 10 kilómetros con cara tranquila y aire desenfadado para, después, someterme a lo que técnicamente se denomina “La muerte del loro”: hincar el pico en el pecho, bajar la mirada y no levantarla hasta meta.

Dicho, y hecho. Fui con mi hermano hasta el kilómetro 8 más o menos. Él me iba diciendo algún parcial kilométrico, todos bastante por debajo de los 5 minutos. Y cuando llegamos al Camino de las Vacas, le miré por última vez y le dije:

  • Hasta aquí he llegado. Te toca.

Y le vi marchar hacia delante, inexorablemente. ¡Carretón que se ha macado! Ha llegado a meta en 1 hora y 40 minutos. ¡Apoteósico! Sobre todo teniendo en cuenta que año pasado por estas fechas sufría para bajar de 1 hora y 50 minutos. (Resultados, tiempos y clasificaciones de la carrera, aquí )

Carreras de Familia
Carreras de Familia

Los entrenamientos en montaña, el buen ambiente en nuestro grupillo de Cabras Locas, las salidas con Edu y José Miguel, los arreones en la playa, la Bandera… ¡Un crack, mi hermano!

A partir de ahí, me relajé en exceso y me adelantaron muchos corredores. Me rehice, me volví a relajar y cuando íbamos por el kilómetro 16, donde otras veces ha llegado el Tío del Mazo y me ha dejado fuera de combate; me encontraba relativamente entero. Al escuchar el tiempo que llevábamos, me animé a tirar un poco. Y así, a tirones (ese maldito Paseo del Salón y sus revueltas) hasta meta.

Otra circunstancia adyacente: un señor entraba a mi lado sosteniendo a un bebé de semanas en sus manos. ¿Se puede ser más inconsciente? Un tropezón, un empujón, un lo que sea… en fin. Nuevamente. En fin.

Que llegué, que saludé a los amigos que me fui encontrando tras felicitar a mi hermano y tras las dosis nunca suficientes de hidratación; me volví a casa. Contento. Con la sensación del deber cumplido.

Ahora, pasadas las horas, empiezan los dolores de verdad. Las microrroturas. La tensión acumulada. La exigencia muscular. El desgaste que supone tirar de estos 95 kilos, durante 1 y 45 minutos, a 5 minutos el kilómetro.

Y con ganas. Con ganas de volver a Motril para rematar el Circuito de Fondo de Diputación, al que este año he fallado más que otros. Y a pensar en esa otra disciplina, cada vez más atractiva: la carrera de montaña y el Desafío Bárbaro de Pitres.

Desafío Bárbaro Pitres 2014

Pero esa ya será otra historia.

Jesús Lens

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La muerte del pequeño Shug

Querido Paco Camarasa… ¡qué razón tenías! Una vez más. Y van…

Razón tenías cuando me llamaste hace unas semanas para decirme que, en el pedido mensual de Negra y Criminal, venía una de esas pequeñas novelas que, sin embargo, son grandes. Muy grandes. Me recomendabas que no tardara en leerla. Que era cortita: apenas 200 páginas de letra grande y maquetación generosa. Y que me iba a gustar. Mucho. La muerte del pequeño Shug. Publicada por Alba Editorial.

 La muerte del pequeño Shug

¡Y ya te digo, querido amigo, si me ha gustado! Como decimos por aquí, por el sur, me ha gustado… una jartá.

Trece años. Trece. Trece añitos son los que tiene el pequeño Shug, un niño gordito que vive con su madre en un pueblito de las montañas Ozark, en el sur de los Estados Unidos; por Arkansas, Missouri y alrededores. Vive con su madre y con un tipo que aparenta ser su padre. O algo parecido. Un sujeto duro, recio, peligroso y violento. Red. Un auténtico redneck. Un cabrón con pintas que no deja de insultar, vejar y menospreciar a Shug… y de utilizarlo en sus cutres golpes de poca monta. Lo impele a que robe por él medicinas, tranquilizantes y barbitúricos en casas de médicos y enfermos terminales… hasta que es detenido por la policía.

¿Y la madre? ¿Qué opina Glenda de todo esto?

Para seguir leyendo esta reseña, algo que vas a hacer… ¡y lo sabes! debes darte un salto (virtual) a una de nuestras páginas hermanas: Calibre 38. ¿Vale? Pues venga. Pincha el enlace con las mismas ganas con las que hubieras pinchado la burbuja inmobiliaria, de haber estado en tus manos.

Jesús Lens

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