Baloncesto & Jazz

A lo largo de varias semanas, he estado leyendo el libro de Phil Jackson, “Once anillos”, publicado por Roca Editorial. Jackson, el Máster Zen, también conocido como El Seños de los Anillos, es el entrenador más laureado de la historia del baloncesto. Pero antes fue jugador. Y ahora es presidente ejecutivo de una franquicia en reconstrucción: los Knicks de Nueva York.

 Once anillos Phil Knicks

El libro tiene muchas perlas, aplicables tanto al mundo del deporte como al de la empresa. O al del asociacionismo, sin ir más lejos. Colaboración, liderazgo y gestión de equipos son los conceptos básicos. Pero lo mejor de “Once Anillos” es su transversalidad.

 Once anillos

Por ejemplo, estos párrafos, que harán las delicias de mi Cuate Pepe, por razones obvias:

Siempre he tenido la sensación de que entre el baloncesto y la música existe una conexión intensa. Se trata de un juego de naturaleza intrínsecamente rítmica y requiere la misma clase de comunicación no verbal y generosa que presentan los mejores grupos pequeños de jazz.

 Once Anillos jazz

En cierta ocasión, John Coltrane tocaba en la banda de Miles Davis cuando se lanzó a un solo interminablemente largo que enfureció a Miles.

 

–         ¿Qué coño pasa? –preguntó Miles a gritos.  

–         Hermano, mi instrumento no dejó de sonar. Ha seguido tocando –respondió Coltrane.

–         En ese caso, suelta el puñetero instrumento.

 

Steve Lacy, que tocaba con Thelonious Monk, enumeró los consejos que Monk daba a los integrantes de su banda. Aquí tienes una selección de dichos consejos:

 Once anillos monk

–         El mero hecho de no ser batería no significa que no marques el ritmo.

–         ¡Deja de tocar esas notas extrañas, esas chorradas, e interpreta la melodía!

–         Ocúpate de que el batería suene bien.

–         No toques la parte del piano, para eso estoy yo.

–         No toques todas las notas (ni en todo momento); deja pasar algunas… Lo que no toques puede ser más importante que lo que interpretas.

–         Si te bamboleas, apura el ritmo un poco más.

–         Todo aquello que creas que no puede hacerse, alguien vendrá y lo hará. El genio es quién más se parece a sí mismo.

–         Tienes que comprenderlo para entenderlo, ¿lo has captado?

 Once anillos Thelonious

Lo que más aprecio de la lista de Monk es su mensaje elemental sobre la importancia de la conciencia, la colaboración y la definición de roles claros, cuestiones que se aplican al baloncesto tanto como al jazz.

Está claro, ¿no?

Lo dicho. “Once anillos”. Muy, muy recomendable.

Jesús Lens

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Apocalypse Blue Ray

A veces me exprimo más de la cuenta y hago crack. Me pasó el pasado fin de semana, por lo que el martes, ya más entero, me dio un ataque de feroz actividad.

Lo más chungo de estar chungo es el desánimo que te invade, ese desánimo que te quita las ganas hasta casi de respirar. Por eso, nada más volver a estar medio bien, te asaltan las ganas de recuperar el tiempo perdido.

 apocalypse now blue ray

Por ejemplo, el martes me dio por hacer algo que ni se me hubiera ocurrido intentar, en otras circunstancias, a mí solo: meterle mano a la instalación televisiva y cambiar el reproductor de DVD y el obsoleto Home Cinema por un recién adquirido Blue Ray, que me he agenciado a precio de ganga coleccionando cupones de periódico.

Y, como soy una persona de ciclos y de rancias costumbres, lo estrené con la misma película con la que estrené esos DVD y Home Cinema que, tras años de servicio, acabo de jubilar: Apocalypse Now.

O, más concretamente, con la secuencia de los helicópteros.

 apocalypse now helicópteros

Y… ¡oiga! ¿Qué puedo decir?

Pues que la Alta Definición es la caña y que la jungla camboyana luce mucho mejor en Blue Ray que en DVD. Que es otra dimensión. Que el río por el que asciende Willard es más ominoso y amenazador y que las llamaradas y el olor a napalm por la mañana se perciben más nítidamente. Con mayor intensidad. Que es la bomba, vamos.

El problema es que, ahora, toca rehacer una filmografía largamente coleccionada. No toda, claro. Pero sí la básica.

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La primera ya sabéis cuál es: una gozosa edición de coleccionista que incluye la versión original de Apocalypse Now, la edición Redux que editó Coppola hace unos años y… ¡el documental que rodó su esposa, Eleanor, sobre la filmación de la película, que ya ardo por ver! Hay postales, páginas con el storyboard… una gozada para los cinéfilos que, además, somos fetichistas.

 apocalypse now

Muy, muy recomendable.

Jesús Lens

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