ZHANG YUAN

La columna de hoy de IDEAL, que incluye una Cita-convocatoria, con opción de que dejéis vuestras preguntas on line.

 

Habrá quién no lo comprenda, a quién no le llame la atención y a quién le aburra soberanamente, pero la apuesta de Cines del Sur, el Festival granadino cuyo objetivo es la difusión y promoción de cinematografías adscritas al sur geopolítico del mundo, es tan atractiva como arriesgada. Cine distinto, a contracorriente, diferente al habitual. Un cine que, como jamás nos cansaremos de reivindicar, es indignante que no esté en la programación habitual de la cartelera de una ciudad que aspira a ser Capital Cultural de cualquier cosa, un año de éstos.

 

Para esta edición, además de traer a Omar Sharif y de contar con un jurado internacional presidido por el excepcional cineasta mexicano Arturo Ripstein; podremos disfrutar de una lección magistral del director senegalés Souleymane Cissé o de una retrospectiva de las películas que se filmaron en la Cuba postrrevolucionaria por parte de distintos cineastas extranjeros; este próximo domingo 14 tendremos ocasión de charlar en directo, de cara al público, con el director y fotógrafo Zhang Yuan.

 

Nacido en 1963 y licenciado por la Academia de Cine de Beijing, sus películas han sido galardonadas en diferentes certámenes internacionales, De Locarno, Singapur o Rotterdam al célebre Festival de Venecia, en el que ganó el Premio al Mejor Director por su película «Seventeen years».

 

Yuan es un cineasta todoterreno que lo mismo filma clips musicales que documentales o películas de ficción. En «Miss Jin Xing», por ejemplo, rueda el proceso de cambio de sexo de un hombre que quería ser bailarina y, más adelante, completa la película con la imagen de su protagonista, siete años después, analizando el paso del tiempo y las contradicciones de una sociedad tan enigmática como la China.

 

«La primera vez que entré en contacto con el arte, aprendí que las fronteras entre las diferentes formas artísticas son ambiguas. Entiendo que estas obras son capaces de cruzar estas fronteras… y no dejo de estar entusiasmado y lleno de ilusión con respecto a esta presentación de fotografías en estado puro.»

 

De estas palabras de Yuan cabe deducir, por tanto, que la exposición fotográfica «La imagen transparente de China» tiene entidad propia, con el tema dedicado a la famosa Plaza de Tiananmen como estrella. Una plaza que es mucho más que un mero espacio físico. Se trata de uno de los lugares más cargados de simbología e historia, en la que tantas y tantas cosas han ocurrido y que continúa plena y vibrantemente viva.

 

Cine, fotografía, música, palabras y pensamiento se concitarán el próximo día 14 de junio, domingo, a las 20 horas, en la charla que sostendremos con Zhang Yuan en el Centro Cultural de CajaGRANADA de Acerca del Casino, en Puerta Real. El de toda la vida, vamos.

 

Será una charla abierta al público y que, espero, sea muy participativa. Sin mesas que nos separen del público ni nada. En el mismo espacio en que están las fotos expuestas se dispondrán las sillas y… ¡a hablar! Recomendado pasarse antes por la exposición para ver las pelis y las fotos y, así, fundir a preguntas al director. Porque a veces no hace falta desplazarse miles de kilómetros para conocer la realidad de un país y unas gentes. Citas como Cines del Sur contribuyen a estrechar distancias y a hacer del mundo un espacio algo más cercano. Imprescindible.

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

 

PD.- Como el día no es muy bueno, la verdad, y lo mismo os habría gustado ir, pero no os encaja, si me dejáis preguntas en los Comentarios para Zhang Yuan, se las haré seguir y haremos un Post específico con sus respuestas. Que no siempre se tiene a mano a uno de los más activos cineastas de un país como China.

 

PD II.- En el enlace azul dejo las impresiones de Juan Luis Tapia, publicadas en IDEAL de ayer, sobre el cineasta, para que lo conozcamos un poco más.

FUEGO, CAMINA CONMIGO: ARDE LA FUENTE DE LA BICHA

Poco me imaginaba, cuando salí a correr un rato este mediodía, que media hora después iba a estar trotando junto a un incendio forestal que, en estos momentos, está arrasando una de las zonas más  especiales y queridas de la ciudad de Granada: los aledaños de la Fuente de la Bicha y las laderas del Serrallo.

 

El caso es que, al salir, cuando iba por el Nuevo Los Cármenes, veía una densa nube de humo en lontananza. Un extraño contraste, la Sierra todavía medio cubierta de nieve y sus faldas, ardiendo.

 

Efectivamente. En cuanto llegué al Camino de la Fuente de la Bicha, a la altura del Pabellón de Deportes Matías Prats, me di cuenta de que el incendio estaba mucho más cerca de lo que había imaginado. Coches de bomberos y de protección civil a toda mecha y el vuelo de los helicópteros así lo acreditaba. Y así lo va contando IDEAL en su web, actualizada cada poco tiempo.

 

Llevaba un buen ritmo corriendo y, cuando llegué al desvío de la Fuente de la Bicha, no supe qué hacer, si girar a la derecha y tirar por el camino del bosque o, prudentemente, mantenerme a la vera del Genil. Y pudo la prudencia. Menos mal. Porque precisamente ese bosque era el que estaba ardiendo, como inmediatamente vería.

 

Era extraño. A un lado, el humo del bosque quemado, las brasas de la tierra calcinada. Al otro, sereno y tranquilo, el cauce del Genil, con su fresca y juguetona agua camino de Granada, entre la brisa y el canto alegre de los pájaros. Iba por un estrecho sendero, lleno de plantas, cubierto por el follaje de los árboles, entre zarzamoras y espliegos. Un paraje idílico.   

 

De repente, una nube de humo ensombreció el sol. Todo se veía amarillo. Y olor a madera y hierba quemada invadió el ambiente. En esa parte del recorrido no se oía a ningún pájaro. O se habían ido o entendían que el día no estaba para cantos.

 

A la altura del restaurante El Asadero me di la vuelta. Cambié de margen del río y volví por la pista ancha que también discurre junto al Genil. Los espacios abiertos permitían ver la magnitud de la tragedia y las lenguas de fuego comiéndose los pinos de la ladera de la montaña.

 

De pronto, un helicóptero se acercó al camino y, sin posarse en el suelo, cargó de agua sus depósitos a través de una manguera, bebiendo de la acequia que riega los sembrados de la zona. Estuvo dos o tres minutos suspendido en el aire, a medio metro del suelo, antes de remontar el vuelo pesadamente, con el vientre cargado de líquido para, una vez sorteados los cables de alta tensión, regurgitar el agua de sus entrañas sobre la montaña, que seguía ardiendo, con las llamas avivadas por el viento.

 

Sirenas, helicópteros, camiones y coches… todos ellos parecían interpretar una versión ígnea del mito de Sísifo, intentando controlar un incendio que se resistía a ser controlado. Qué paradoja. Día de Corpus, vacaciones, fiesta, feria y diversión; transmutado en pesadilla de fuego que arrasa, nuevamente, uno de los pocos pulmones verdes de la ciudad de Granada.

 

Ya llegará el momento de exigir responsabilidades. De momento, ánimo y suerte a las decenas de personas que están, en estos momentos, luchando contra el fuego.

 

Jesús Lens, apenado y triste.

HASTA DONDE EL CINE NOS LLEVE

Jueves festivo en Granada. Corpus. Y con resaca. Ayer estuve con unos amigos, de bares y birras. Además, me fui de librerías. Vi un partidazo de baloncesto, salí a correr y estuve viendo una exposición de fotos de Zhang Yuan, junto con alguna de sus películas. Y escribimos sobre todo ello.

 

Somos así. Un caos. Y la resaca de hoy es más que justificada.

 

Así que, pocos momentos mejores que éste para presentar en sociedad el fruto de muchos meses de trabajo caótico, apasionado y excitante.

 

Hablamos.

 

Jesús Lens.