Jazz en el Paraíso Tropical

Porque Jazz en la Costa y Jazz en el Paraíso son sinónimos. Si has bajado al Majuelo, lo sabes. Si no lo has hecho, voy a intentar contarte lo que te has perdido, teniendo en cuenta que esta noche todavía puedes ir a escuchar a Stanley Clark, que cierra la presente edición de un festival que va más allá de la música. Y de ello hablo hoy en mi columna de IDEAL.

Jazz en la Costa público

Mi primera recomendación para disfrutar del Jazz en la Costa es, antes de entrar al Majuelo, tomarte algo. Que uno de estos días tenemos que hablar de la importancia de esas dos palabras. Tomarse algo. Yo soy muy de pescadito, lógicamente. El pasado miércoles, sin embargo, nuestro garito de referencia estaba cerrado, así que nos bajamos a un Gastrobar cercano, con todas las reservas que dicha denominación me provoca. Y mira por dónde, me comí la mejor hamburguesa de la que guardo recuerdo. En el corazón de Almuñécar.

Con el cuerpo reconfortado y el espíritu animado, entras al Majuelo. Y te encuentras con que, además de la sugerente iluminación del entorno del escenario, una enorme proyección sobre las paredes del Castillo te da la bienvenida al Jazz en la Costa. Y un detalle importante que siempre cuidan Jesús Villalba y Mariche Huertas: la luna llena, rebosante y luminosa, perfectamente visible en el cielo estrellado de la noche tropical.

Jazz en la Costa

Y está la barra, muy bien atendida. Que los mojitos, en un entorno tan propicio, saben mucho mejor. La charla con los amigos, los reencuentros, los saludos… ¡cuánta buena e interesante gente se da cita en el Jazz en la Costa! Y los extranjeros. Que flipan. En colores. Dentro de unos días, la organización hará públicos los datos de asistencia, ocupación y retorno económico del Festival. Una de las cifras más importante e ilustrativa es el de espectadores foráneos. Que los hay. A porrillo. Y es que el plan de sol, playa, buena gastronomía y una semana de conciertos con músicos de primera fila internacional; es imbatible.

En ese momento, se apagan las luces. Y Eric Truffaz aparece en escena. Habré visto al trompetista francés tres o cuatro veces, ya. Cada una de ellas ha sido distinta.

Eric Truffaz Foto Jesús Lens

Pero ésta del Majuelo fue, posiblemente, la más íntima y cadenciosa, poética y evocadora. Una interpretación repleta de matices y atmósferas en la que hasta los grillos interpretan modélicamente su papel.

Jesús Lens

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