El cine en tiempo real. Parte II

Vamos con la segunda parte del reportaje sobre cine “En tiempo real” que empezamos hace un par de días. ¿Os gustan estas películas basadas en hechos tan próximos en el tiempo que la realidad se ve entreverada de ficción?

Volviendo a la película sobre la caza de Bin Laden, una de las polémicas más agrias que la misma ha suscitado viene dada por mostrar las torturas que los agentes de la CIA infligían a los sospechosos de ser terroristas islamistas. Detenidos, encadenados, encapuchados y ataviados con esos monos naranjas que ya pudimos ver en “The road to Guantanamo”, una película impresionante, con hechuras documentales, de Michael Winterbottom, filmada en 2006 y en la que se contaba la odisea de tres ciudadanos ingleses de origen asiático, detenidos por error, en Afganistán, en 2001.

 The road to Guantanamo

Como impresionante es la película que, un año después, rodó el propio Winterbottom, “Un corazón invencible”, en la que se narra el secuestro del periodista Danny Pearl, corresponsal del Wall Street Journal, por un grupo de talibanes, en Pakistán, en 2002. Contada desde la óptica de su batalladora esposa, interpretada por la mejor Angelina Jolie que se ha visto nunca en pantalla, la película resulta especialmente sobrecogedora porque, al verla, aún teníamos clavadas en la retina las imágenes de la decapitación de Pearl, retransmitidas urbi et orbe a través de Internet. (Esta película, la proyectamos en el ciclo Cine y Periodismo, en CajaGRANADA.)

 Un corazón invencible

En su momento, un veterano William Randolph Hearst trató de impedir la proyección de la mítica “Ciudadano Kane”, apócrifamente basada en su larga y procelosa biografía. Hoy, existe una lógica expectación por la película que, sobre la figura de Julian Assange, se está filmando en estos momentos, en la que el cerebro, creador y artífice de la famosa página Wikileaks es interpretado por el británico Benedict Cumberbatch. Expectación porque Assange, además de ser reclamado por la justicia de diversos países y encontrarse refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, ha anunciado su intención de presentarse como candidato a senador en Australia. ¡Hasta el mismísimo Steven Spielberg se ha mostrado interesado en filmar una historia sobre Wikileaks!

 Life through a lens … Benedict Cumberbatch and Julian Assange.

Y es que la actualidad manda. Así, Martin Scorsese va a filmar un documental sobre la presidencia de Bill Clinton, a quien John Travolta ya consiguió sacar sus “Primary colors”; y no será de extrañar que, apenas llevemos un par de años del segundo mandato de Obama, Spike Lee anuncie su intención de llevar su vida a la gran pantalla, como pudimos ver en el caso de Margaret Thacher y “La dama de hierro”.

 

Ese dedo...
Ese dedo…

En Europa también estamos empezando a reaccionar con idéntica agilidad de reflejos y si Austria asiste, conmocionada, al estreno de “3.096 días”, en la que se cuenta el secuestro de Natascha Kampusch, entre 1988 y 2006; el arrollador éxito de “Lo imposible” acredita que lo actual, que lo moderno y lo contemporáneo; arrasa.

 

Además, estos meses hemos podido ver series de televisión con personajes como Mario Conde o el mismísimo Rey como protagonistas, aunque la mejor de todas ellas sigue siendo la que Benito Zambrano filmó sobre la historia del “Padre Coraje”, que se infiltró en las mafias de la droga para descubrir y desenmascarar a los asesinos de su hijo.

 

Si por algo se caracteriza el siglo XXI es por la torrencial velocidad a la que ocurren las cosas y por el inmediato eco y repercusión que tienen hasta en el confín más recóndito del mundo. Las cámaras digitales, los móviles de última generación, los teléfonos inteligentes dotados de todos los gadgets imaginables (y algunos, hasta inimaginables) y el éxito de plataformas como Youtube; hacen que el consumo de imágenes e historias filmadas esté creciendo exponencialmente.

 Cine en tiempo Real 3

Ello obliga al mundo del cine y la televisión a acelerar los procesos de producción de películas y series que cuenten lo que está pasando. El ejemplo más claro, para concluir este reportaje, lo tenemos con la actual crisis económica que está asolando a medio mundo.

 

Miles y miles de artículos periodísticos, densos reportajes en las revistas económicas más sesudas, los anaqueles de las librerías atestados con ensayos sobre el origen, las causas y las consecuencias de la crisis y, sin embargo, ve uno películas como la convencional “El fraude”, la preclara “El capital”, la estremecedora “Margin Call” o la más optimista “The Company men”… y contextualiza perfectamente lo que está ocurriendo en nuestras sociedades.

 Los lunes al sol

Lo que nos conduce a una triste reflexión final: ¿quién hubiera pensado, allá por 2002, que “Los lunes al sol”, de Fernando León de Aranoa, iba a ser una película de anticipación; el mejor y más conseguido reflejo de la España en que trataríamos de sobrevivir, una década después?

 

Jesús Lens

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SOLILOQUIO DEL SOLDADO

Hoy, Día de la Cruz en Granada, por si os apetece leer un cuento, os dejo este relatito que preparé con ocasión de una reunión de los Amigos del Buen Comer, para celebrar un Lunes al Sol. Tal que éste. A ver si os gusta.

 

El sol estaba a punto de salir. El soldado miraba incendiarse el horizonte con la claridad del amanecer. Aquella era una guardia muy especial. La última guardia. Y, quizá por ello, la soledad de aquellos instantes era mayor que nunca. Tantas horas ahí plantado, firme, impasible el ademán, concentrado en las tinieblas de la noche, esperando la salida del sol.

El sol. El astro rey. En su país, el sol ha sido tradicionalmente venerado y adorado, hasta el punto de que la moneda nacional, el Nuevo Sol, le rinde un más que merecido homenaje. La luna, el sol, la madre tierra… ¡la Pachamama!

Perú. ¡Su Ayacucho natal! Qué sorpresa se van a llevar sus vecinos cuando le vean volver y montar ese Bar-Restaurante al que piensa llamar, sencillamente, «El Sol». Y que abrirá sus puertas, paradójicamente, cuando empiece a caer la noche, para servir cenas y copas hasta el amanecer, con música, fiesta y alegría. Alegría. Qué necesaria la alegría. En su vida y en la de su región, asolada por la violencia del terrorismo de Sendero Luminoso primero y del terrorismo de estado después. Ayacucho, de dónde emigró con su madre, con rumbo a España, cuando a su padre lo desaparecieron una noche, sin que nunca más se supiera.

España. ¡Quién le iba a decir que después de haberse fogueado en las cocinas de algunos de los mejores restaurantes andinos de Madrid, la crisis económica le iba a echar al paro y el paro le iba a conducir a firmar un contrato de tres años con el ejército español!

Tres años. Tres años que ya tocaban a su fin. Tres años difíciles que, sin embargo, le habían permitido amasar esa pequeña fortuna con la que, ahora, iba a tocar el cielo, abriendo «El Sol». Porque su país volvía a ser pujante, activo y atractivo. Con el Machu Pichu como una de las nuevas Siete Maravillas del Mundo y una vez finalizada la guerra civil encubierta entre los senderistas y la ultraderecha de Fujimori, una vez controlada la hiperinflación galopante y restablecida la confianza en las instituciones democráticas, el Perú se había abierto al mundo, el turismo llenaba de Nuevos Soles los bolsillos de los ciudadanos más osados y la gastronomía andina se había puesto de moda, atrayendo a los gastronómadas más exigentes del mundo. Y él volvía sin odio ni rencor. Volvía para vivir en su tierra. Otra vez.

Se estaba quedando dormido. La última guardia. La más larga. La más dura. La más solitaria. No iba a ser fácil despedirse de sus hermanos. Porque sus compañeros de regimiento eran eso, hermanos. Y, sin embargo, ya se veía en el aeropuerto «Jorge Chávez» de Lima, abrazado a sus primos y tíos, a la vuelta. Ya notaba el roce de los cuerpos, sentía los besos y veía las sonrisas. Qué pena que su madre, sin embargo, no quisiera volver. Que no podría a mirar a la cara a algunos vecinos, decía, sin sentir asco, miedo, vergüenza.

Por fin. El sol asomaba por el horizonte. Se terminaba la guardia. Miró el reloj. Su reemplazo tenía que estar a punto de llegar. Cerró los ojos un instante. Qué gusto sentir cómo el calor del sol acariciaba su rostro requemado y curtido, tras el frío de la noche. Por una vez no le importaba que sus compañeros se retrasaran unos minutos. Lo estaba disfrutando, ese baño de luz. Volvió a abrir los ojos. ¿Se había dormido? No. Pensó que no. Y, sin embargo, no creía haber escuchado al Muecín, llamando a la oración de la mañana. ¿O sí?

Allí estaban, efectivamente, el tío Paco y la tía Fabiola, esperando tras la cinta que servía de frontera entre los familiares y amigos que esperaban, ansiosos, y los pasajeros del avión que, tras haber sorteado los controles policiales y la aduana, después de haber recogido el equipaje, se precipitaban a su encuentro, nada más traspasar la puerta automática que les franqueaba, por fin, la vuelta a casa.

Se les veía mayores.

El paso del tiempo, que no perdonaba a nadie.

Las niñas, sin embargo, estaban preciosas. Aún vestidas de oscuro. Aún entre lágrimas. Estaban muy guapas.

– ¿Don Francisco Lorenzo?
– Sí señor.
– ¿Es usted el tío de Lorenzo Winston Lorente?
– Sí señor.
– ¿Tienen medios para transportar el féretro hasta Ayacucho?
– Sí señor. Ya lo tenemos todo previsto. Muchas gracias.
– Gracias a ustedes. Permítame decirle que su sobrino sirvió con honor en el campo de batalla y su muerte no habrá sido en vano. Siéntanse orgullosos de él. La cruzada por la democratización de países como Afganistán tendrá, algún día, resultados visibles y duraderos.
– Muchas gracias, señor.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

DE VIAJES Y PRIVILEGIOS

Mañana celebramos, con los amigos del Buen Comer, un Lunes al Sol.Sobre el Sol se pueden decir muchas cosas, claro. Y hay decenas de miles de historias. Personalmente me encanta ésta que, para unos, es un chiste, pero que para mí es toda una declaración de intenciones, cargada de sabiduría y retranca. ¡Reivindiquemos la importancia de este Viaje, que todos hacemos una vez al año, y del que tantas veces no somos conscientes!:

 

«Vivir en la Tierra es caro, pero ello incluye un viaje gratis alrededor del sol cada año».