LA ENCRUCIJADA DEL CINE ESPAÑOL

Si leéis ESTE reportaje, os haréis una idea del follón que se ha montado con el tema de la Ley del Cine, las subvenciones, los Cineastas contra la Orden y la decisión de Bruselas de paralizar las ayudas al cine español.

 

¿Hay que subvencionar los grandes éxitos, como «Ágora» o presumiblemente «Planet 51»? Por esa vía, se trataría de premiar a las películas que mejor conecten con el público. Pero, si premiamos los éxitos de taquilla, ¿cuánto hay de calidad y cuánto de marketing? Por este camino, habría que invertir más en promoción que en arte…

 

Entonces, subvencionemos las pelis pequeñas, raras y de pequeño presupuesto. El otro cine.

 

Pero cuando ves según qué engendros (yo no suelo dejar a medias una película y, el otro día, un film español me produjo tanto bochorno que lo borré indignado del I Plus tras media hora de despropósitos) te preguntas: ¿es razonable gastar X millones de euros del presupuesto de un país para que un fulano pueda rodar esta MIERDA? ¿Por qué? ¿Para qué?

 

Porque subvencionar un cine que nadie ve… ¿tiene sentido?

 

Sin embargo, cuando ves maravillas como por ejemplo «África», de Alfonso Ungría, tan modesta, tan real, tan directa y con tanta carga de sensibilidad, te felicitas de que ese otro cine español sea felizmente posible, gracias y en buena parte, a las traídas, ansiadas, llevadas y denostadas subvenciones.

 

Y en esas estamos. Subvenciones, ¿antes o después? ¿A los éxitos o a los proyectos arriesgados? ¿A quiénes sí y a quiénes no? ¿Por qué razones?

 

Y el caos continúa…

 

Jesús Lens, cinéfilo dudoso-perplejo.

TODO MARLOWE

Hay libros cuyo resultado final es más, mucho más que la suma de las partes.

 

Si RBA viene regalándonos una sensacional batería de clásicos imprescindibles de la novela negra, esto de reunir todas las novelas, cuentos y relatos protagonizados por el grandioso detective Philip Marlowe, no tiene precio. O sí. Exactamente, 35 euros. Por seis novelas y tres cuentos. De risa.  

 

En un solo volumen, el personaje más famoso, carismático y paradigmático de la novela negra universal, la criatura de Raymond Chandler, en su entera entereza. (Aquí, la intensa e impresionante wikibiografía del detective, que pronto volverá al cine, encarnado por Clive Owen y en ESTE artículo de Boyero, unas imprescindibles reflexiones sobre sus hijos putativos)

 

Lo dicho: puro lujo. Puro gozo.

 

IM-PRES-CIN-DI-BLE.

CAMBIOS. PARTE I

¿Sois amantes de los cambios?

 

Porque el del próximo viernes va a ser de órdago. Si habéis visto el IDEAL de estas semanas, el 27 de noviembre está señalado con letras mayúsculas y si leísteis el periódico del domingo, encontraríais esta doble página.

 

Más información nos da Javier Barrera, en su esencial «Periodismo al pil pil».

 

Cambios.

 

Ha querido la casualidad que, por venir el cambio en viernes, la mía sea una de las columnas que figuren en un número histórico en la vida de IDEAL. Y, como los niños que comienzan el cole, que se despiertan de madrugada a la espera de que llegue la hora de ir el primer día a clase; dejé preparada mi columna, con toda la ilusión y el cariño, el mismo domingo pasado.

 

Cambios.

 

Una tontería, que no lo es tanto: la de la fotillo que acompañará a la columna. Ayer me retrató Ramón, en un desesperado e inútil intento de maquillar la realidad de este tipo desgreñado, desmadejado y desmejorado.

 

Cambios.

 

¿Cómo será el nuevo IDEAL?

 

La respuesta, en tres días…

 

Jesús Lens, expectante.