PÚBLICO / PRIVADO

A estas alturas, ya os habréis enterado del affaire Vigalondo.

El director de cine, justo cuando protagonizaba una campaña de publicidad para El País, llega a los 50.000 Followers en Twitter y, para celebrarlo, no sólo bromea con el Holocausto, diciendo que fue un montaje, sino que se dedica a retwittear y difundir todos los chistes de judíos que sus seguidores le mandan a su cuenta de Microblogging.

AQUÍ tenéis la historia completa.

El caso es que El País cancela la campaña de publicidad que había emprendido con Vigalondo y éste cierra su Blog, mantenido en la Comunidad del Diario Independiente de la Mañana, pidiendo perdón y diciendo que él sólo andaba buscando hasta dónde llegan los límites del humor.

Hoy, en El País, leemos lo siguiente: “Con Internet, las fronteras entre privado y público se difuminan, como también se borran los límites entre profesional y personal. Todo se mezcla, todo cuenta. Nunca había sido tan fácil comunicar, pero no hay que olvidar que el mensaje, una vez lanzado, vuela libre y crece y se transforma, sin que el emisor pueda ya controlarlo.”

¿Qué pensáis? ¿Cómo lo veis? ¿Estáis de acuerdo? ¿Hay límites entre lo personal y lo profesional? ¿Yo soy yo y mi Twitter, mi Facebook y mi Blog? ¿Yo soy yo y la(s) empresa(s) que me pagan? ¿Quién dice qué cosas, la persona o el profesional? ¿Pensáis que todo lo que leéis en Twitter, Blogs o Facebook es verdad y hay que darle credibilidad?

Interesantes cuestiones, para rematar esta intensa semana…

Jesús Lens.

DESPEDIDA SIN CIERRE

Habrá habido otras columnas emocionantes en IDEAL. Ahora mismo no se me ocurre otra más que ésta. Solo una palabra: GRACIAS. Seguida de otra más: SEGUIMOS.

Ayer volví a casa en el AVE. ¡Espectacular, la vista de la Sierra desde el mirador de la estación de Moneo! Pocas ocasiones como ésta de ver la cara oriental de Sierra Nevada, desde la ciudad de Granada.

Esperando al AVE. Confianza y paciencia

Cogí el metro y, en lo que tardaba en hojear el periódico, llegué al Zaidín. Pensé en seguir directamente para Carchuna, que con la autovía es apenas media hora, pero me fui a ver a un amigo ingresado en el hospital del Campus de la Salud. Lo que no sé es si asomarme mañana al IKEA o esperar al lunes, que habrá menos gente.

Me gustaría, cuando vuelva a escribir esta columna de Puerta Real, en IDEAL, poder reseñar todas o, al menos, algunas de estas cosas. Dentro de un tiempo. Porque, después de siete años escribiendo semanalmente una columna de opinión, todos los viernes, ha llegado el momento de tomarnos un respiro.

Es un ejercicio ilustrativo, echar la mirada atrás y leer algunas de las cientos de columnas publicadas a lo largo de estos años. Temas diferentes, temas sorprendentes, temas inverosímiles, a veces. También los ha habido previsibles. Y hasta obligatorios. Pero lo peor son los recurrentes. Los sospechosos habituales, como me gusta llamarles. Esos temas que, por ser siempre de actualidad, ya cansan y aburren. Hasta el hastío. Pero que no se pueden dar de lado. Porque siguen siendo importantes.

¿Cómo serán las cosas, dentro de un tiempo, en esta nuestra Granada? Lo iremos viendo. Y comentando. Pero en otro formato. Es hora de hacer un alto en el camino. Un camino muchas veces excitante y siempre apasionante, el de escribir semanalmente esta columna. Un camino que te obliga a mirar a tu alrededor, a ver lo que pasa, a reflexionar sobre ello y a opinar. A mojarse. Con todo lo que ello implica.

Desde esta parcela del periódico he procurado, siempre, decir lo que pienso, pero sin herir o atacar a nadie. Sin dar palos o bofetones, como se suele decir. Si alguna vez alguien se sintió personalmente agraviado por algo que escribí, mis más sinceras disculpas. En mi descargo sólo puedo decir que fue sin mala intención.

Lo que sí espero es haber contribuido a generar reflexión, debate y discusión a lo largo de estos años. Y, lo más importante, espero que no se hayan aburrido ustedes leyendo estas columnas. ¡Ese sí que hubiera sido un pecado capital!

El aburrimiento, ni verlo quiero

Muchas gracias por su fidelidad. Por las veces que, al vernos, han tenido una palabra amable y divertida, recordando alguna de las cosas que hemos escrito. Por los cariñosos tirones de oreja, cuando no hemos estado de acuerdo en algo. Por los intercambios de pareceres y opiniones, a cuenta de los distintos temas sobre los que hemos escrito. Porque de eso se trata: agitar las neuronas, provocar conversaciones, generar opinión.

¡Nos seguimos viendo! Y leyendo.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

TALLERES

¿Cómo andamos de ganas de hacer cosas? O, mejor dicho, de aprender a hacerlas.

Hoy voy a ser un poquito chauvinista, al animaros a consultar la oferta de talleres que el Centro Cultural CajaGRANADA ofrece para estos primeros meses del año. (Consultar AQUÍ)

Los hay de todos los tipos y colores: técnicos y artísticos; para mayores y para niños; para gente de letras y para gente de ciencias…

Hay uno en concreto, que me fascina: periodismo cultural.

Mañana, cuando leáis mi columna de IDEAL, a más de uno le va a sonar muy rara. No hay tal. El caso es que, como leeréis, he tenido ocasión de repasar siete años de columnismo. Que se dice pronto. No es que crea, es que estoy convencido de que a través del periodismo se puede hacer una extraordinaria literatura.

Pero es que, además, hay una faceta del periodismo, la cultural, que resulta especialmente atractiva. Y mi compi de IDEAL, Juan Luis Tapia, los miércoles por la tarde, de 5 a 8, va a impartir un taller sobre ello. Un Taller que promete animado, divertido y muy, muy práctico.

Si tenéis tiempo, ni lo dudéis. Aprenderéis mucho. Y aprenderéis del mejor. AQUÍ, toda la información sobre el mismo, que arranca la semana que viene y para el que aún quedan algunas plazas.

Jesús tallerista Lens.