¡En la cresta de la ola!

Esta foto no es un montaje. De hecho, es una foto muy famosa.

Pasa por ser la ola más grande que ha cabalgado un surfero. O intentado cabalgar. Ahora mismo hay una película en cartelera que se basa en un vida: «Persiguiendo Mavericks».

 

Pero no quiero hablar de cine. Esta imagen la ponemos en la sección apócrifa de «Actitudes». Porque hay que tener valor para encaramarse ahí arriba. Aunque sea para darse una terrible bofetada. Y, sobre todo, hay que estar muy confiado en uno mismo para, después de estar a punto de morir, pedir otra tabla para seguir cabalgando esas Mavericks, las olas más grandes del mundo.

 

Sé que la imagen tiene otras connotaciones. Empezando por el «más dura será la caída». Pero ahora mismo, me quedo con la imagen del arrojo, la valentía. ¿La insensatez? ¿La sinrazón? ¿La ambición desmedida? En cualquier caso, Jay Moriarty, el surfero de la imagen, era un consumado especialista y un deportista avezado. A él, desde luego, no se le puede aplicar ese otro adaggio: «si no sabes, ¿para qué te metes?»

 

Jesús anonadado Lens